miércoles, 11 de noviembre de 2020

Siempre lo recordaremos. CRISIX + SOLDIER. Oviedo. 03.11.2020. Crónica, fotos ... ¡y videos!


Texto: Larry Runner.
Fotos: Jorge López Novales. 

¡Qué bien!  ¡Qué maravilla! Un concierto de metal y con entrada libre. Gratis, el eterno problema, un error, porque ... sobran sinvergüenzas. Y es que el Teatro Filarmónica de Oviedo recibía la primera de las citas del ciclo Ciudad Sonora del Ayuntamiento de la ciudad con los brazos abiertos. Pero, ¿sabéis lo que falló? Lo de siempre, la gente.

Estamos viviendo un momento histórico que marcará nuestras vidas. La situación es complicada, pero hay gente que dentro de estas duras circunstancias trabajan para que no todo sea una penitencia. Ciudad Sonora es de lo mejor que ha podido pasar en este 2020 en Oviedo, pero algunos intentan hundirlo.

Crisix y Soldier en el Filarmónica y ... sold out. Era lo esperable. Un teatro de 900 que veía menguado su a foro sólo 140. Demasiados pocos asientos aunque sólo fuera para los de Oviedo debido a las amplias restricciones de movilidad por la región. Los tickets se despachaban on-line sin costo alguno y eran nominativos por razones de seguridad. En unas horas se agotaron y la historia prometía.

Llega la hora del concierto y en el patio de butacas apenas once personas y arriba, en el anfiteatro poco más de veinte. Un desastre. La gente falló. Y vale que a alguno se le complicara la vida a última hora y no pudiera acudir, pero que fallara un 80% del aforo no es de recibo. Es un feo a los grupos y a la organización. Y una forma de decir que el metal no interesa. ¿Qué coño haces reservando una entrada si no vas a ir? ¿Qué clase de persona eres? No entiendo nada.

Aunque el ambiente fuera desangelado -en mi fila, con capacidad para diez personas estaba yo solo y en la de detrás no había nadie- me dispuse a disfrutar como pudiese del concierto. En el escenario dos bandas amigas cuya música me encanta. Faltó tener a mano una birra y por supuesto la compañía. El compañero Jorge estaba dos filas más abajo y me tenía que comunicar con él por wasap. Desde el anfiteatro superior tuvo que lidiar con las fotos mientras en patio de butacas estaba vacío. Las normas no permitían cambiar de asiento. Tuvimos que ver en la distancia un concierto que habría sido mucho mejor de cerca. Por supuesto el sonido que nos llegaba era mucho peor. La acústica del teatro no es buena para una descarga potente y oíamos todo lo que los músicos charlaban entre canción y canción, pero su música no llegaba ni con potencia ni con nitidez. Las normas, las jodidas normas que sonaron por los altavoces en español, asturiano e inglés.


Soldier.

Soldier fueron los encargados de abrir. Arrancaron su set con “The Great Western Oligarchy”. El comienzo fue todo un batiburrillo de sonidos donde apenas se escuchaba la voz de Phil. Al menos así lo percibía desde mi posición. Lo que sí llega es la guitarra de Dmitry en el solo. No hay mal que por bien no venga. Jamás había tenido tan buen ángulo de visión de Lucas en la batería y eso que hace tiempo que perdí la cuenta de las veces que les he visto, probablemente sean más de veinte. 


El sonido no era gran cosa, es verdad que fue mejorando con el paso de las canciones. A pesar de todo no dejé de emocionarme con “Christoholic” desde el riff del principio rasgado a toda pastilla por Phil. Un par de días antes pensaba aún que Soldier eran cosa del pasado y ahora los tenía enfrente. Si hubo fallos sólo ellos se dieron cuenta, no parecía que llevaran meses parados. 

Ya no recordaba lo buena que era “No Child Left Behind” y lo mucho que mola en directo. Me pasó al revés que con “Tunguska Mosh” donde el atrezzo de Phil le da un toque al tema pero encontré el sonido un tanto hueco por la falta de volumen del bajo, que en ese tema debería sonar más intenso, creo yo. Terminaron con “Revolt” y personalmente lo gocé de lleno aunque estoy seguro de que la próxima será mejor, porque los veremos desde más cerca, sonando mejor y sin tantos protocolos. 


Set-list:
The Great Western Oligarchy
Destroyers
Corrupted (Sex in Prison)
Christoholic
Stand Your Ground
No Child Left Behind
Tunguska Mosh
The Sleeping of Reason
Revolt

Crisix.

Sonaba la intro de “A.S.F.H.W y ya sabía que aquello iba a ser especial. Y es que estoy seguro de que mi decimoquinto concierto de Crisix no se me olvidará jamás. Siempre es especial verles, pero en casa mucho más. Ni protocolos ni hostias, nada me iba a robar la ilusión. “Leech Breeder” y a romper. El sonido no es muy allá tampoco por la parte de arriba, pero el batiburrillo del inicio va mejorando con el paso de los minutos como sucedió con Soldier. Me dejo llevar, aparco las notas y disfruto a tope con “Rise... Then Rest”. Grito tanto que llegué a casa con la voz tomada y poniendo a la familia nerviosa. A medida que pasan los minutos me voy dando cuenta de lo afortunados que estamos siendo los pocos que hemos logrado una butaca del Filarmónica. 

Del “Crisix Sessions #1”-que como contaron en la entrevista del día anterior, tendrá continuidad en modo germano- interpretaron “Toxic Waltz” de Exodus. El resto fue todo repertorio propio, gozándolo mucho como siempre con temas que empiezan a ser clásicos como “G.M.M.” o “Get Out My Head” y echando también mucho de menos el football of death de “Bring’em to the Pit” o el pogo que se habría formado con “Strange” de vivir en condiciones normales. Como bien reflejan las fotos de Jorge, el concierto transcurrió alegre a pesar de las circunstancias y la gamba fruto de la relajación llegó con Busi en “G.M.M.”, que arrancó bien a la segunda. “Ultra Thrash” fue el adios a un bolo distinto. Siempre lo recordaremos.


Tracklist:
Leech Breeder
Xenomorp Blood
Rise ... The Rest
Conspiranoia
Get Out of My Head
Toxic Waltz
Brutal Gadget
Strange
G.M.M.
Bring'em to the Pit
Ultra Thrash


El estado de alarma impidió que pudiéramos esperarles para despedirnos. Pero mejor así.

Gracias a Crisix, Soldier y su crew. A la organización de Ciudad Sonora y al Ayuntamiento de Oviedo. La dosis servirá para aplacar nuestra sed de metal durante unos días. Era de los que no quería metal sentado, pero ahora que no hay nada, ojalá más, aunque sea así.

Un saludo especial a mis compañeros y amigos Jorge Novales y Sergio Blanco con los que pude compartir la que será la última pinta en mucho tiempo. Fue casi perfecto.

© Diario de un Metalhead 2020.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No hay nada peor que las cosas sean gratis. Con entradas a 2€ o precio simbolico, no hubiera pasado lo de las reservas de entradas para luego no ir.