miércoles, 27 de noviembre de 2019

Merecieron mucho más. AVALANCH + ARENIA. Oviedo 22.11.2019. Crónica y fotos.


Por Jorge López Novales y Julia Martínez-Lombó Testa.

Este fin de semana teníamos una variada oferta musical, como va siendo costumbre en Asturias. Además del concierto que nos ocupa, estaba el imprescindible Raposu Rock del sábado, el viernes se celebraba el aniversario del Omertá en Gijón, que tenía como alicientes dos presentaciones discográficas: el estreno del nuevo trabajo de Trallery, la bestialidad llamada “Isolation”, y el de la banda de thrash/Groove metal asturiano Tyrant “HATDJA”.

Larry y yo nos desdoblamos para la ocasión. Así que nosotros (Jorge y Julia) nos encargamos del concierto de Oviedo en la Sala Sir Lauren´s. Estrenamos un buen catarro para la ocasión.

Cuando Avalanch anunció una gira acústica, nos quedamos un poco extrañados. ¿Qué puede dar de sí una hora y media en ese formato? En el momento en el que la banda colgó un video del ensayo del tema “El peregrino”, nos dejaron sorprendidos, y, tal vez, aliviados. Se podía ver a Jorge Berceo con un bajo y a Mike Terrana con una batería de verdad y la cosa no pintaba nada mal.

Si lo piensas, ¿de verdad vas a traer a uno de los mejores baterías del mundo para que esté tocando con un cajón? Lo hizo, sí, pero sólo en algunos temas, los primeros de la noche. Hemos de resaltar que Mike Terrana con un cajón puede llegar a ser más contundente y expresivo que algunos baterías con una de verdad. Y si ya hemos adelantado que Berceo se colgaría las cuatro cuerdas, el propio Alberto no se quedaría atrás y tiraría de eléctrica en la recta final del concierto. Y qué queréis que os diga, la banda sin teclados, sin necesidad de una segunda guitarra, llegó a hacerme olvidar que estaba ante un concierto acústico. Nos encontramos ante una sonoridad inédita, contundente y que llenaba la sala sin que echásemos en falta lo que realmente faltaba. Lo del acústico fue, en cierta manera, un engaño de Avalanch, un engaño bueno, que dotó a la banda de mucho dinamismo.

Pero empecemos desde el principio.


A unas semanas del concierto se anunció que para este concierto habría una banda invitada. Arenia. No podría haber una banda que mejor encajase en este formato “unplugged”. 

Fran, su vocalista, está acostumbrado a los acústicos por su experiencia en Wild Whisper, donde versiona sin complejos, en compañía de su amigo Nathan Cifuentes (Vendaval), clásicos de todos los estilos. A su vez, Eduardo se defiende bien con la guitarra acústica y en algunas ocasiones hemos podido ver su empleo en directo en algunos tramos de concierto. Y es que vocalista y guitarrista ya nos habían deleitado con el formato acústico en la interpretación del tema “Como arena en el viento” en el concierto que realizaron  en la VIII Concentración Motera Asturfenix el 16 de Junio del año pasado, y, de nuevo, en la presentación en el bar Saratoga de Gijón de su último trabajo. Hemos de destacar la interpretación por primera vez en concierto de “El camino de Hiperbórea II: La sangre de los Tracios”, uno de esos temas, que como ellos mismos nos narraron, no suelen encajar bien en un concierto al tratarse de un corte lento, intimista y ya concebido en formato acústico.

Hablar de acústico, no es hablar de relajarse. Todo lo contrario, la voz no tiene tregua, los pasajes instrumentales solistas no pueden comerse la canción y se abordaron temas de carácter y características muy heavy, que son muy exigentes vocalmente. El tercer tema ya era “El último aliento” y dada su complejidad es casi literal para Fran.

Los coros de Eduardo se oyeron más que nunca e incluso se atrevió a cantar en solitario “A Sailorman´s Hymn” (un tema de Kamelot de “The Fourth Legacy” uno de mis discos favoritos) y que formaba parte del repertorio habitual de Atlas, aquella banda que hace veinte años fue la antecesora de la actual formación de Arenia. Firmaron un show genial.


Setlist:
1. Alcanzar el sol
2. Tempestad
3. El último aliento
4. Como arena en el viento
5. Conjuro infernal
6. Cuando el mundo despertó
7. Retando a la eternidad
8. La sangre de los tracios
9. El llanto de la tierra
10. A sailorman´s hymn
11. Volver a empezar
12. Mirando al mar
13. Ganar o perder.


Llegó el turno de Avalanch. El concierto iba a estar estructurado en tres partes, diseñado para ir creciendo en intensidad con cada nueva sección. Digamos que en la primera parte la formación estaría compuesta por Mike Terrana al cajón flamenco (o cojón como diría el americano) con un platillo, la guitarra acústica de Rionda y la voz de Berceo. Tras siete temas, Mike se sentaba en la batería y Jorge se colgaba el bajo. Por último, afrontarían los seis últimos temas con un Rionda ya armado con la eléctrica.

Gran parte de la fuerza de Avalanch viene de sus canciones, de sus letras. La responsabilidad de hacérnosla llegar caería en manos de Jorge. Al señor Berceo pudimos verle en la Sala Acapulco de Gijón con Zenobia este mismo año. De aquella estaba bastante mal de la garganta, cosa que no impidió sacar adelante un gran concierto. Esta noche, en Sir Lauren's, nos sorprendió. Alberto comentó que sólo había acudido a un ensayo para preparar esta gira, y en un atril tenía gran parte de las letras, que a pesar de estas circunstancias fluyeron con naturalidad y carisma.


El hilo conductor lo llevaba en todo momento Alberto, aunque Mike con una cara, una expresión o una palabra podía robar el protagonismo a cualquiera. Tubo uno de los grandes momentos de la noche como fue interpretar sobre una pista pregrabada el “Can can” de Jaques Offenbach.

El público estaba encantado. Tuvimos hasta un concurso en el que había que acertar con unos acordes o un fragmento de una letra, qué tema iban a interpretar a continuación. El premio resultó ser subir a cantar el último tema, dos fueron los afortunados: una adolescente madrileña y Diego Palacio, flautista de Celtian.


También hay que reseñar que se contó con Richard de la Uz para la interpretación de “Delirios de grandeza” y luego subió puntualmente para animar al público con una versión de un fragmento de Queen, de quien el cantante realiza un Tributo con su formación habitual, Orquesta Panamá.

Como ya hemos adelantado, en el último la formación se reforzó con invitados de lujo, los ganadores del concurso pero también dos jóvenes estudiantes de Derrame Rock School, de apenas 6 años: Izan Rionda, hijo de Alberto, guitarra en mano y Hugo Fernández al micrófono.


Para finalizar puedo decir que he salido encantado de poder degustar este formato de Avalanch. Los incondicionales nos hemos visto recompensados con grandes momentos, aunque me temo que mucha gente, aquí en Asturias, y a pesar de que la banda jugaba en casa, no han querido darles una oportunidad porque no se podía quitar de la cabeza la palabra “acústico” que rezaba en el cartel pero también puede deberse a la desgana que hay en general a acudir a conciertos. Como decimos casi siempre, esta noche las bandas merecieron mucho más.


Setlist:
Guitarra, acústica y voz
1. Mar de lágrimas
2. El príncipe feliz
3. Antojo de un dios
4. El hijo pródigo
5. Cambaral
6. Xana
7. Alborada
Acústica, batería, bajo y voz
8. Papel roto
9. Delirios de grandeza
10. El peregrino
11. Alas de cristal

Eléctrica, batería, bajo y voz
12. Pies de barro
13. Mil motivos
14. Otra vida
15. La flor en el hielo
16. Decepción
17. Lucero




© Diario de un Metalhead 2019.

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