miércoles, 28 de junio de 2023

HELLFEST 2023. Parte II. Viernes 16.06. Crónica.


Por Alejandro "Rochu" García.

Arrancamos la segunda jornada del Hellfest 23 con más calor si cabe que el día anterior, un bochorno insoportable que indicaba que algún día acabaría cayendo la del pulpo, como así fue el último día. Después de una buena comida y una mejor ducha nos fuimos al recinto a las cuatro de la tarde, cuando empezaba a “aflojar” ligeramente el calor de las peores horas del día.


Empezamos con Silmarils, una mítica banda francesa metal fusionada con hip hop con claras referencias a RATM. Formados en el 1989 y con fama en Francia desde 1995 dieron un concierto para nostálgicos del género de aquellos tiempos. No sé si muchos de los jóvenes franceses asistentes los conocían, pero el público salto y bailó con ganas en las primeras filas del Main 2. Hicieron un concierto bastante decente sin grandes alardes. Vimos el concierto situados en frente del Main 1, porque justo después empezaba uno de los conciertos para mí del día, Skid Row.

Pocas bandas consiguieron tanto en tan poco tiempo con tan solo dos discos, el homónimo y el célebre "Slave to the grind". Siempre han sido un grupo fetiche en mi vida y me jode no poder haberlos visto en la época de Sebastian Bach, cuando arrasaban por donde iban. Con el ingreso del joven Erik Grönwall parece que la banda ha entrado en una segunda juventud, su nuevo disco no pasará a la historia, pero parece que retoma la senda de sus primeros trabajos, y aunque es música que parece de otra época la voz de Erik le da un aire fresco. Tenía ganas de ver como lo defendían  en directo y vaya si lo defienden, sonido old school, actitud a kilos y rock puro y duro. El bueno de Erik parece haber superado la leucemia aguda, y está en plena forma, dio un recital de voz y de lo que es ser un front man en directo. Qué decir del setlist, una canción del nuevo disco "The gang’s all here"  y el resto clásicos de sus dos primeros discos uno tras otro: "Slave to the grind", "Big guns", "18 and life", "Piece for me", "Livin’ on a chain gang", "Monkey Business", "I remember you" y para rematar "Youth gone wild". Una auténtica gramola de los años 90 que hizo que se vieran fans emocionados en cada esquina. Una pasada.

Una pena que Skid row coincidiera con Cockney Rejects y sobre todo con Unearth, una banda que siempre da buenos shows en directo, y que como me dijeron algunos colegas dieron un señor bolazo en el Altar stage. Tendrá que ser la próxima vez, y esperemos que no tenga que esperar otros 11 años para tener la ocasión, que son los que han pasado desde que visitaron Viveiro por última vez.

Skid Row

Decidimos quedarnos en nuestra posición en el Main 1 para poder ver a Alter Bridge, otra banda que me gusta especialmente. Desde ahí pudimos ver en el Main 2 a Motionless in White, otra de esas bandas, como decía  en el artículo del Jueves, que parecen competir por convertirse en una auténtica orquesta. Banda de metalcore, bien de maquillaje y máscaras, que si bien tiene momentos tralleros con blastbeats y momentos breakdown que te hacen mover un poco la cabeza, acaban perdiéndose en estribillos y coros superendulzados que nos recuerdan más a Bring me the Horizon que a otra cosa. No estuvieron mal de sonido y se ve que tienen una buena cantidad de seguidores, como gran orquesta que son. 

Acto seguido salían Myles y Tremonti al escenario para hacer un show de unos cincuenta minutos. Era la primera vez que los veía en festival y en un horario para nada adecuado a su caché. Tengo que decir que es la peor de las cuatro veces que los he visto. Acostumbrado a un sonido casi perfecto siempre, lo que escuché allí me pareció casi mediocre, la elección del setlist tocando tan poco tiempo creo que fue adecuada, arrancaron con "Silver Tongue" para quitarse el nuevo disco del medio, y luego ya fueron todo clásicos "Addicted to pain", "Ghost of days gone by", "Cry of Aquilles", "Come to life", su mejor canción "Blackbird", "Isolation" y "Metalingus". La voz de Myles estuvo perfecta, el bajo de Brian se escuchó como pocas veces, pero claro, si tienes a uno de los mejores guitarristas del mundo, y apenas se oye su guitarra durante todo el concierto se te va todo al traste. No se oían prácticamente sus partes, y ya no es solo los arreglos tan impresionantes que mete, es que la fuerza y el peso del ochenta por ciento de la banda están en sus riffs, y sin eso no hay Alter Bridge. Una pena, espero que en Viveiro nos den la lección de siempre, la buena.

Bloodbath

Al terminar Alter Bridge comenzó en el Main 2 otra orquesta de las buenas, de las que hacen que la sidra corra a raudales, Papa Roach. Suenan bien, bailan bien, se visten bien y el botox lo dominan, pero el  setlist es una sucesión de temas que nunca llegaron a mucho, intercalado con hasta 3 versiones, para acabar llegando a su célebre "Last Resort" para acabar el concierto. A ver, se dejan ver, es un momento para tomarte algo con calma y recordar lo viejo que eres y tal, pero poco más. 

Al acabar tocaba decidir, Flogging Molly en el Warzone o Belphegor en el Altar, la mayoría optaron por Flogging y creo que la fiesta que hubo fue superlativa, de hecho cuando llegue en los últimos compases no cabía un alfiler y la gente estaba saliendo disparada por los aires, no se puede estar a todo, una pena. Yo opté por Belphegor, y no fue una fiesta, pero si fue un buen concierto de death metal.

Los austríacos salieron sobre las ocho y media al escenario y tuvieron un sonido que fue mejorando canción a canción, fueron eliminando el excesivo brillo del inicio y acabaron con una contundencia importante, no les había visto nunca y la verdad que me quedé con ganas de más. "Baphomet", "The Devil’s son", "Conjuring the dead", "Virtus Asinara", "Prayer", "The Devils", fueron algunos de los temas de su set. En su tema de despedida me fui corriendo al Warzone a ver si llegaba a Flogging Molly, pudiendo escuchar su último tema y aprovechando el vaciado posterior de ese escenario para coger sitio para lo que venía después.

Otra vez tocaba escoger, Rancid, grupo que se deja ver muy poco o Bloodbath, maquina engrasada que asegura bolazo, pero que hemos visto mucho estos últimos tiempos. Al final me decidí por ver mitad y mitad, con lo que disfruté de Rancid durante unos 25 minutos antes de irme al Altar. No estaba sonando especialmente potente el Warzone, y eso le quitaba algo de fiesta al concierto. No fue ni parecido al pedazo de show que nos regalaron en Viveiro hace unos años, aunque creo que fue mejorando en la segunda parte del concierto, por lo que me contaron. Pude escuchar "Roots radicals", "Radio", "Maxwell Murder", "The 11th hour", "Journey to the end…", "Salvation..." .

Después de eso corriendo al Altar a disfrutar media hora de Bloodbath, y que decir, nada más atravesar la puerta de la carpa ya te llevas la hostia de frente, "Like fire" de su "Resurrection through carnage", voz hipersaturada y unos riffs de la casa que te tiran para atrás. Luego cayeron dos temas de los más nuevos, "Carved" y "Zombie inferno", que sonaron bastante bien en directo, y para acabar una buena batería de temazos para marchar con los oídos zumbando de gusto, "Breeding death", "Weak aside", y "Mock the Cross". En resumen, con Bloodbath no hay sorpresas, bolo serio, sonidazo y pa casa.

Mötley Crüe

Al salir de la carpa dudábamos si ir a Mötley crue o a Venom Inc., quedé con los colegas y aguantamos el “show” de Vince Neil dos asaltos. Hay quién dice que hacen playback, que suena como el disco, que llevan voces grabadas…no sé, solo sé que los vi hace quince años y lo de ahora es para echarse a llorar. La voz no puede tener más filtros, es un chillido indescriptible, realmente la banda no me sonaba tan mal del todo, más bien me sonaba sospechosamente bien, pero lo de la voz….buff, nos fuimos de ahí por piernas… Buscad "Shout at the devil hellfest 2023" en youtube (y perdón por anticipado).

Al final optamos por unas birras y ver tranquilos Venom Inc. hasta que comenzara el bolazo del día en el Altar, As I lay Dying. Empezando por Venom, decir que dieron un concierto muy sobrio, muy old school. Sonido muy bueno y temazos para repartir, además de que la carpa no estaba muy llena y a esas horas se agradecía un poco de tranquilidad, y un poco de frescor, después de un día de calor intenso y de estar metido entre mucha gente, demasiada por momentos. Sonaron grandes himnos de su "At war with Satan", del "Welcome to hell", pero sobre todo un recorrido casi completo por su obra maestra "Black Metal", del que sonaron "Leave me in hell", "Countess Bathory", "Buried Alive", "Don’t burn the Witch" y "Heaven’s on fire". Siempre fui más de Cronos pero hay que reconocer que esta formación está en plena forma.

Para terminar el día llegaba una de esas bandas que tienes que poner el “visto” de una vez por todas, y entender por qué tienen la fama que tienen, As I Lay Dying. Desde el primer minuto se vio que iba a ser el concierto del día, sonido apabullante, puesta en escena de las que acojona, tanto por la iluminación como por los miembros de la banda, que transmiten que te van a destrozar la cabeza, y es que eso es exactamente  lo que hacen. Imposible parar de mover el cuello y de disfrutar de cada segundo del concierto, una auténtica animalada en directo. Esto lo digo sin ser seguidor de la banda, aunque seguro que a partir de ahora les voy a prestar más atención. El setlist fue el siguiente: "Blinded", "Trough Struggle", "Within destruction", "The darkest nights", "Shaped By Fire", "The sound of truth", "My own grave", "94 hours" y "Confined".

Con esto atravesábamos el ecuador de esta edición del Hellfest. El día siguiente llegaban mis Iron Maiden y eso era suficiente como para estar como un niño la noche de reyes...

Fotos Hellfest / https://www.facebook.com/davidgallardphotographer

https://www.facebook.com/PhotoLiveJaime

Continuará ...

© Diario de un Metalhead 2023.

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