lunes, 6 de julio de 2020

DESTRUCTION van por delante. Actuaron el pasado viernes en Suiza.


Por Larry Runner.

Distancia social, geles y todas esas historias. Todo fue poco el pasado viernes en el mítico Z7 de Prattlen, en Suiza para recibir a Destruction. La sala que hace unos años llenara hasta el alma Blaze Bayley para grabar un disco en directo vio reducida su capacidad de 1600 espectadores a tan solo 300, algo que de celebrarse por aquí sería todo un éxito en la mayoría de las ciudades. En Suiza la mascarilla no es obligatoria, casi nadie la lleva, sin embargo, los aforos siguen siendo reducidos. Pasa como aquí, que en los bares sí, pero en los conciertos ...


Semanas atrás en unas declaraciones a The Metal Voice, el líder Schmier afirmó no estar dispuesto a realizar conciertos con la gente sentada en sus coches. “La música está en tu estéreo del coche, no hay megafonía, no es un concierto en vivo realmente” dijo el bajista. “Entiendo que la gente lo haga porque está desesperada, pero Destruction no lo va a hacer. Es como estafar a los fans”, redondeó el alemán no sin algo de razón.

Ahora la banda ha podido ofrecer un concierto en vivo aunque sea reduciendo aforo y con la gente distanciada. Evidentemente el ambiente no es el mismo, pero pudiendo estar de pie y tomando una cerveza, todo es más cercano a la normalidad. 

Sea como fuere, a día de hoy sigue siendo una locura organizar nada de forma seria. Los conciertos de poco público, donde aspiras a meter como mucho 100 personas pueden ir a adelante siempre que la sala sea grande. Pero las giras internacionales aún tendrán que esperar. El sector puede verse devastado. Ya hay científicos diciendo que tendremos que esperar a otoño de 2021. Estamos jodidos.


Por aquí de momento si queremos disfrutar de los nuevos Destruction nos tendremos que conformar con su  último "Born To Thrash - Live In Germany” recientemente editado.


© Diario de un Metalhead 2020.

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