THE FALL OF ATLANTIS ofrece puro metalcore con influencias Deathcore donde sin duda alguna cada detalle ha sido cuidado con mimo.
Y es que el álbum viene envuelto en un precioso digipack de temática japonesa al que yo le habría dado más cuerpo en los textos interiores para que el oyente no se perdiera un detalle.
Tras una producción muy bien trabajada, THE FALL OF ATLANTIS nos ofrecen cinco cortes que cargados de breakdowns y melodías que tienden a pegadizas para que te enganches a sus ritmos. No se cortan a la hora de tirar de tecnología para llegar al resultado deseado. Eso sí, sin perder nunca la intensidad.
A diferencia de otros grupos del estilo, aquí sí hay pasajes con lucidez en las guitarras. O sea, que sí saben hacer solos, con momentos realmente chulos donde doblan las guitarras para acabar ofreciendo temas resultones, de poso heavy, de los cuales me quedaría con “Mercury”, el segundo corte del disco.
Las canciones son variadas. A diferencia de otros grupos del género, no todo suena igual. No es que te pongas el disco y parezca que escuchas siempre la misma canción. Son todo lo contrario, más que variados, aunque, evidentemente, el sonido tiene una atmósfera común.
Quisiera hacer una mención aparte para el excelente trabajo vocal de Eloy Martínez, con todo tipo de registros, limpios, guturales y lo que sea necesario, imprimiendo en cada tema, en cada momento, lo que la canción parece necesitar. Sobresalientes líneas vocales para un chaval que además sabe llevarlo al directo. Lo digo porque lo he visto. Me gusta también como han trabajado los coros, recordándome en algunos momentos a la forma en la que Bad Religion los suelen tratar.
Están empeñados en romperse el alma por hacer llegar su música allá a donde haga falta y, sinceramente, te diría que les dieras una oportunidad si aún no les conoces. Si se pasan cerca de tu ciudad, acude a verles, porque además cuidan muchísimo su puesta en escena. Son dignos de ver.
Sinceramente, mejor de lo esperado.
1. The Lock
2. Mercury
3. Backstabber
4.Water Them Burn
5. Never Enough
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