domingo, 23 de octubre de 2016

KARAOKE CON CLASE 12.10.2016.Oviedo. JOE LYNN TURNER + DYNAZTY. Crónica y fotos.


Texto: Larry Runner.
Fotos: Sergio Blanco.

“A ver si se empieza a mover la cosa, que en Oviedo nunca hay nada”. Esa gloriosa frase la tuve que escuchar en el baño de la Sir Laurens mientras la St. Bernardus que había bebido previamente en El Lúpulo Feroz ya se iba por el desagüe. En ese momento di gracias a dios por no dejar que Ted Nugent fuera nuestro presidente del gobierno para que así yo no tuviese conmigo un juguete marca Colt.



No lo puedo evitar. Esas cosas me suben el azúcar. No entiendo a esa gente. O viven en otro planeta o viajan en el tiempo y sólo aparecen cuando se deja caer un artista de 55 para arriba. Me fastidia tener que escuchar frases así cuando conozco muchos casos cercanos que tienen que renunciar a algunos conciertos por no poder permitirse económicamente acudir a todo lo que se cuece en la ciudad. Yo mismo, tengo que renunciar a muchos porque las coincidencias a veces te hacen tener que escoger aunque te joda. Está claro que hay gente que se quedó en el Siglo XX y que no se da cuenta de que llevamos más de década y media en éste y que Living Colour ya no son una banda nueva. 


Expulsada la bilis, hablaremos del concierto, que a eso veníamos. Al menos por un día, apareció la vieja guardia. Había muchos entrados en canas, eso fue lo que hizo que la Sir Laurens presentase un gran aspecto con cerca de 400 presentes. Ojalá esos que ya no suelen pasarse, se enganchen de nuevo. Sí, vinieron por Joe Lynn Turner, pero alucinaron con DYNAZTY, a los que no conocían tal y como reflejaban las caras. Genial para que se den cuenta de que esto sigue vivo y que el heavy metal de hoy no es sólo lo que se empeña en recordar Rock FM una y otra vez. 


Era el primer concierto de la temporada en Sir Laurens y nos encontramos con algunas pequeñas mejoras en el techo y paredes del escenario para mejorar la acústica de la sala. Por otra parte, sentimos a lo largo de toda la velada, que el volumen estaba bajo, para mi gusto, demasiado. Los tapones de los oídos no se movieron del bolsillo.

Los de Estocolmo abrieron la noche con “The Human Paradox” y un público muy frío que estaba claro que, salvo contadas excepciones, no conocía sus temas. Eso hizo que la fiesta tardara en arrancar y no fue hasta “I Want to Live Forever”, la cuarta de la tarde, que comenzaron a aparecer una tímidas palmas. 


Es curioso, pero “This is my life” el cover que hacen de su compatriota Anna Bergendahl y con cuya canción representó a Suecia en Eurovisión en 2010 fue el detonante para encender por fin al público. “Titanic Mass” sonó resultona con el apoyo de los samplers. Cerraron con “Raise Your Hands” dejando un muy buen sabor de boca, sobre todo su fantástico vocalista Nils Molin y Love Magnusson, que nos dejó flipados con sus solos. Noche triunfal la del “guitar solo love machine”. Y eso que aún no habíamos visto nada.


Un rato más tarde, sin cambiar nada en el escenario, vuelven a salir los DYNAZTY sin su cantante y con un teclista de apoyo. Ellos iban a hacer las veces de banda para JOE LYNN TURNER como en todo este tour. La sala presentaba un aspecto fantástico, con la gente colocándose todo lo cerca del escenario para no perder detalle. No se lo quiso perder ni “el nenu”, la mascota del amigo Juancho que antaño no se perdía ni un bolo y que poco a poco se va poniendo al día.


Comienzo de tranqui, tirando de época Rainbow con “Death Alley Driver” y enseguida el cañonazo que a buen seguro fue la clave para que no se quisieran perder el concierto: “I Surrender”. Muchos estaban ya “in the air”. El concierto iba a transcurrir por unos derroteros descomunales a nivel de repertorio. No había canción mala, toda una batería de hits impresionantes que harían imposible el aburrimiento o ni siquiera que hubiese bajones en la intensidad. “Perfect Strangers” fue un karaoke. De lujo.


Momento para que Love Magnusson se luciera aún más. Si no había sido suficiente emular a Blackmore hasta ahora, en la cuarta de la noche cambiaba el registro a Yngwie Malmsteen. “Risin’ Force” volvió loco a más de uno recordando seguro tiempos mejores. Noche para la nostalgia sin duda alguna. “Stone cold” y “Miss Mistreated fueron las siguientes. Si hubiese que escoger un momento de bajón en la intensidad, quizás fuera este, pero solo de forma leve. Normal cuando el pequeño Turner estaba cantando como los mismísimos ángeles a un nivel muy difícil de contemplar entre los de su generación.


Llegó entonces el momento del recuerdo para los que ya no están, cuando salieron a relucir los nombres de Lemmy y de Dio a los que dedicó el “Man on the Silver Mountain”. Fue justo antes del siguiente karaoke, el de “Highway Star”. “Deja - Vu” de su época Malmsteen fue como el momento de tomar aire para la traca final que se avecinaba. Atención al final: “Long Live Rock n’ Roll” y “Burn”. El público a sus pies, totalmente entregados, y es que los chavales de DYNAZTY estuvieron a la altura de las circunstancias totalmente. Turner - que insisto, estuvo pletórico toda la noche- se despedía de todos, pero de allí nadie se movió. Sabíamos que volvería con más, y así fue, dos temas cayeron en el bis. “Sporlight Kid” de Rainbow y al final “Smoke on the Water” de Purple.


Fue un concierto más que especial, se mire por donde se mire. El repertorio fue realmente alucinante, pero siempre se puede plantear uno si lo que vio no fue realmente a un grupo de versiones. Y es que todos los temas que sonaron durante la noche son canciones de bandas en las que Joe Lynn Turner tuvo participación, eso es un hecho, pero no todas ellas son de la épocas en las que él estuvo en esas bandas y quizás el utilizarlas en sus shows pueda verse como un acto ventajista. Sólo grabó un disco con Deep Purple y precisamente el single de ese álbum “King of Dreams” no sonó, sin embargo sí que caen otras muchas de la banda que son geniales pero que quizás no tengan mucho sentido en su setlist. ¿Que cotorrearíamos si Dianno se dedicara a cantar temas del “The Number of the Beast”? Quizás sea el único detalle criticable.


Musicalmente, nada que objetar. He visto en alguna red social críticas a algunos de los solos de Love Magnusson. La verdad, no entiendo tales. Blackmore cambiaba sus punteos de continuo, no hay dos directos iguales, el mismísimo Morse, hoy guitarrista de Purple, hace cambios también y no pasa nada. Es más, a ambos se les nota incluso un elevado grado de improvisación que el joven sueco no pareció mostrar. En mi opinión Love Magnusson estuvo sobresaliente, como todos sus compañeros, que con los teclados y el añadido de una guitarra más, hicieron que todos los clásicos de la noche sonaran de forma espectacular.

Muy grandes.


Nota.- Si flipásteis con DYNAZTY, a ver si os pasáis en marzo a ver a SHIRAZ LANE. No traen a una leyenda con ellos, pero son también crema pura.

© Diario de un Metalhead 2016.

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