sábado, 22 de octubre de 2016

SOLD OUT DE MACROFESTIVALES!


Firma invitada: Yayo Alonso*

Sobre los Sold Out de macrofestivales de música que venden todas las entradas sin que se haya confirmado ni una banda me asalta una duda por encima de todas las demás.


¿Cuál es el valor de las bandas si en la negociación ya no pueden plantear el número de seguidores con los que cuentan o meten en dichos eventos?

Creo que es evidente que la industria se vio seriamente afectada con la caída de ventas cuando llegó el formato digital, repercutiendo directamente en las bandas hasta el punto, de que estas han tenido que monetizar sus proyectos principalmente con sus directos. Hasta ahí todo correcto, más o menos. Porque mientras sucedía esto, la industria se reinventó para conseguir que el beneficio de la distribución digital repercutiese en mínimos a los artistas, además de limitar el número de posibles competidores. Como consecuencia, se estableció un monopolio del que ya he dado mi opinión en publicaciones anteriores.

Ahora, retomando la idea de que al artista solo le queda como valor su número de fieles seguidores, planteemos sus opciones para llegar a su publico: giras propias en salas de mayor o menor aforo, y festivales. Hasta aquí creo que todo claro.

El problema que planteo es obvio. El número de espectadores en sala se ha reducido drásticamente a raíz de la proliferación de los grandes festivales donde veíamos como se ofrecían carteles atractivos donde por un único precio dependiendo de la oferta, podíamos ver en uno o varios días a bandas de nuestro gusto... y cuyo poder de convocatoria se basaba en los artistas que fuesen a participar en el mismo.

Hoy vemos como este planteamiento, ha derivado en que estos grandes festivales se han asentado bajo su marca, creciendo hasta límites inimaginables y convirtiéndose, para gran parte de su público, como la única opción o preferencia para consumir la música en directo. Pero no solo eso, si no que han adquirido tal relevancia, que son capaces de convocar a miles de seguidores sin ni siquiera anunciar a una sola banda, recayendo todo su poder en su concepto de festival musical, donde irónicamente, las bandas participantes son lo último a tener en cuenta. Voy a repetirlo porque no me lo creo ni yo: lo último a tener en cuenta.

Dicho esto, creo que no está equivocada la idea de que entonces, las bandas pierden valor de cara a la industria. La música, como tal, pasa a un segundo plano y por lo tanto, una vez más, el músico queda indefenso ante el devenir de los acontecimientos, en los que vuelven a imponerse practicas de consumo y monopolios que solamente obedecen a tácticas de rentabilidad por encima de cualquier cosa, incluso el poder que tienen las bandas sobre un escenario... lo que siempre se llamó el éxito de un artista.

Creo, que la industria ha puesto una soga al cuello a todas las bandas, y que con la ayuda de los seguidores que no se plantean los efectos de todo esto, han desvirtuado el nombre de cada grupo, de su trabajo y evolución artística... que como cualquier producto, tiene el precio que establece su demanda. Y en este caso en concreto, podemos afirmar que la demanda es nula....

Paz y amor.

Sentíos libres para comentar lo que consideréis y para compartir si así lo creéis oportuno.

* Yayo Alonso es el responsable de la Plataforma de Promoción gratuita Rockmasmetal.



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