Me encanta la
música. Pero no encantar de.. ¡Oh, que bonito! Es algo adictivo sin medida. No
puedo vivir sin ella. Me encanta dedicar parte de mi tiempo a ello porque
suceden cosas maravillosas como la que hoy vengo a contar. Un mail, una banda y
una promotora que no has oído en tu vida. Pues le damos al play a ver que tal.
Te vuela la cabeza. Sin anestesia. Con 20 segundos del primer tema ya sabes que
te va a encantar. Y te encanta. Lo flipas. En esas estoy, hablando de estos
chicos de Orlando MINDSCAR
que si no llega a ser porque estoy metida en estos asuntos ni me entero de su
existencia. Estaban destinados a caer en mis orejas. ¿Comprendéis ahora?
Dios, que
bendición. Le da mil vueltas a millones de cosas que he ido a escuchar con toda
la emoción, con toda mi alma. Y la banda se marca un mojón de los gordos. Oh,
gracias destino. ¿Qué es esto? Sinceramente, caña de la buena. A ver,
investigando pone entre otras etiquetas metalcore. Pero ya no sé a que atenerme
con esa etiqueta. Ahora está todo de repente metalcorizado. No. Esto va más
allá. No os marchéis aún, por favor.
Aquí hay death metal,
metal progresivo, muchos blast beats... Un poco de esto, de lo otro y muchos
guiños a los DECAPITATED polacos. Hay hasta pasajes medio blackers. La voz es
un escupitajo. No sé, ¿amor a primera escucha? A veces estas cosas se desinflan
por si solas. Te emocionas y lo coges dos días después y no ves nada de lo que
habías visto entonces. NO.
Sigue estando. Es
un monstruo. Un monstruo acojonantemente aplastante. Me supera. El compañero
Simón podría decirme que demonios hacen estos chicos de Orlando, pero por si
acaso mejor no le pregunto que igual soy yo que me lo estoy flipando mucho.
Prefiero no asustarle.
No, en serio. No
hay tema igual. Una locura sonora. ¿Puede ser una locura sana? No sé. Y no, no
es eso de que van a piñón y cada tema es un calco del anterior. Para nada. Cada
tema es salvaje, con unos cambios bien guapos, con una idea clarísima y sin
caer en la monotonía. Parece tan sencillo y es tan complicado que se me escapa
de las manos. Y os soy sincera, la producción no es la mejor del mundo. Sin
embargo, es perfecto. Sonido crudo, directo a la yugular. Apasionante es la
palabra. Y dolor de cabeza también. De lo intenso que llega a ser me tengo que
quitar los cascos y relajarme un rato. Pero por dios, necesito seguir con esto.
Degustación de cada
tema esperando ver que inventan. ¡Qué apasionante camino! Fijaos en "Cerberus",
¿qué es ese demonio? ¡Y como me gusta! O en "A faceless force that must die",
apabullante. Se ponen técnicos a más no poder, pero con suma elegancia. Luego
le dan cera a la apisonadora como con When the soul dies y a seguir el martillo
pilón. ¡No hay momento para el aburrimiento!
Por lo que veo la
portada del disco viene firmada por el cantante y guitarrista de la banda,
Richie Brown. Pero no te he contado lo mejor. Es una pintura hecha con su
propia sangre y semen. Vale, hasta luego. Demasiado por hoy.
PD: Escucha
obligada, o te mandaran una copia de la portada a casa, recién creada. Pincha aquí, no seas timid@ y a disfrutar.