📝 Larry Runner.
📷 Jorge López Novales.
Noche de fiesta para el que esto escribe, que se fue a celebrar su cumpleaños a la capital de Asturias y se dedicó a pasarlo en grande rodeado de amigos, dejando un poco esta crónica a merced de los recuerdos que el Jack Daniels permita. Pasando de cuaderno; el cuerpo pedía disfrutar a lo grande y así lo hice, aparcando la final de Copa del Athletic para más tarde.
Y es que si en el Estadio de la Cartuja salió un campeón, de la Sala Gong salieron dos.
WHERE THE WAVES ARE BORN fueron los encargados de abrir la velada. Los descubrí el pasado año gracias al segundo de sus dos EP’s, “Sundered” y que reseñé para www.diariodeunmetalhead.com en su momento.
A diferencia de lo que conté de ellos en la crítica del disco, en vivo sí que me aportaron algo nuevo, o al menos lo era para mí. Y es que es la primera vez que veo a una banda de su estilo que no lleva más de medio show grabado. Gran mérito por ello en el apartado vocal para los dos cantantes que incorpora la banda. Luigi López, voz limpia y al que deberían haberle subido el micro un poco más y Guille Rodríguez, brillante en el gutural.
Normalmente las bandas de este palo suelen ir acompañadas de un playback que hacen que todo suene de maravilla a la par que artificial. Es la música de una nueva generación que la entiende de una forma diferente y que suele preferir que todo suene como en disco en vez de ver un concierto de riguroso directo. Pues bien, esto no parece ir con la filosofía de WHERE THE WAVES ARE BORN. Al menos no por ahora.
Sonaron totalmente naturales, aún a costa de empezar sonando bastante mal y de que se les apreciara algún que otro error propio del directo y de los nervios; al principio parecieron salir quizás un pelín agarrotados. Al menos eso me pareció a mí. La sala estaba a tope, la gente fue respetuosa y la Gong enseguida se fue llenando en vez de, como pasa otras veces, quedarse el respetable en la calle a la espera de la estrella de cartel.
Comenzaron con “Everchanger”, la canción que precisamente abre su “Sundered” y el repertorio incluyó tanto canciones de esa última obra -las que yo conocía- como de su debut “Engraved’ de 2019 (al que confieso no haberle metido mano aún). No me desagradaron en absoluto en esta mi primera toma de contacto para con ellos. Es verdad que hubiese preferido que además de las ya citadas voces limpias de Luigi López, también hubiese estado más alta la guitarra de Víctor Barrero, responsable de la parte más melódica que adorna sus canciones y que acaparó gran parte de las miradas de un público más heavy de lo que se pudiera esperar en un principio para la cita que era.
Evidentemente, quedan cosas por pulir, pero personalmente me gustaron más de lo esperado. En su momento llamaron la atención de los Premios AMAS -su canción “Burden” estuvo nominada en el apartado de Canción Rock de la última edición- tal y como hicieron saber a la audiencia. Si se dejan, les pasaremos por la radio.
ANEUMA habían estado un par de noches antes en nuestro programa y no hubo forma humana de sonsacarles nada sobre el show, con lo cual, todo iban a ser sorpresas. Tras perder el número de veces que les vimos presentando “Climax” tanto en Asturias como fuera -incluso en Alemania- casi todo iba a ser nuevo.
Sin duda alguna la salida con “Your Doom” fue una sorpresa, pienso también que un acierto. Es un muy buen tema para abrir un disco -probablemente-, aunque sin duda apostar por a “Yell to the Sky” como hicieron para el álbum tampoco haya estado nada mal.
Buscaron el equilibrio en el repertorio, tocando seis canciones de cada álbum y completando el set-list con las habituales covers de Carcass y Death que pienso deberían ir obviando porque dejar fuera del setlist temazos como “Frozen” o “Venom” no me parece la mejor opción, al menos tocando en Asturias. Otra cosa es que viajes fuera y metas un par de covers para calentar el ambiente si ves que aún no te conocen, pero en casa yo las iría olvidando.
Llevaban el show muy bien planeado, aunque desde la mesa les lanzaron una intro antes de tiempo y hubo un pequeño lío, ya que dicha melodía era para que Laura Alfonso se cambiara de ropa. La vocalista regresaría luego al escenario con un modelo a estrenar para la ocasión en el que lo poco de su anatomía que quedaba para la imaginación iba tapado con ese logo suyo mezcla de corazón y letra A mayúscula que puedes observar en la portada del nuevo disco “Venom” así como en gran parte del merchan de la banda.
El fallo fue tapado con un improvisado sólo de batería a cargo de Jorge Rodríguez, que ya está tardando en ser carne de premio AMAS.
Laura Alfonso mejora como frontwoman a pasos agigantados. Enorme su labor intentando en todo momento encender a la gente -saltando incluso a la pista-, aunque muchos parecían embobarse con el buen hacer de Borja Suárez a la guitarra solista. Mientras, en la otra punta del escenario, Abel “Capitán Death” Suárez apoyaba con la guitarra rítmica y se encargaba de la labor de los coros.
El show iba transcurriendo con canciones de ambos discos entremezcladas y tuve que esperar casi hasta el final para que sonara mi favorita “Circles of Fire” y ver a Pau -más activo y lanzado que nunca- volverse protagonista al bajo. Para terminar dejaron las versiones colando en el medio un “Stand Tall” que sirvió como bombona de oxígeno colocada de forma estratégica.
En definitiva una grandiosa noche con una Sala Gong abarrotada, como debiera ser siempre, aunque esta vez para dos bandas nuevas, que siempre es mejor. Eso sí, con presencia de muchos músicos. Muchísimos. A riesgo de dejarme a algunos grupos fuera, diré que por allí había gente de Teksuo, As Life Burns, Sküld, Beast Inside, Soldier, Escuela de Odio, Last Days of Eden, Legacy of Brutality, Toundra, Selfware, Adventus, WarCry, Blast Open, Kraken A Feira ... Ojalá fuera siempre así.
Gracias a todos los que de una u otra forma contribuisteis a tan magnífica velada. Un cumpleaños inolvidable. De campeones.
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