domingo, 30 de octubre de 2016

SYNERGY PROTOCOL: Odd to Get Even (2016- Autoproducido) Holanda.


Por Larry Runner.

Holanda, ese país bajo el nivel del mar en el que apenas he estado unas horas de paso y que siempre está en mi mente visitar, más teniendo allí amigos viviendo que a menudo nos recuerdan la visita pendiente. País lleno de grupos metaleros con chica al frente muchos de los cuales suenan igual y parecen autocopiarse en una especie endogámica. Pues bien, SYNERGY PROTOCOL no, van por libre.

Van por libre porque su música tiene poco que ver con el rollo de Épica, After Forever y toda esa tempestad melódica. Lo de este quinteto con sede en Utrech es el progresivo. Y sí, siendo una banda de ese palo, me voy a atrever con ella, porque creo que se lo merece. 

Su música, evidentemente es enrevesada, no podía ser de otra forma. Abre el disco la futbolera, “In the Name”. Lástima que el digipack con libreto de ocho páginas no incluya las letras. Las guitarras juegan a lo que quieren y se apoyan en una sección rítmica y unos teclados que se me antojan un tanto leves. Manda narices que lo diga yo, pero yo los habría subido un pelín para evitar algún vacío al fondo. Colabora en el tema Isabel Bermejo de los españoles de La Rioja Black Desert.

No ocurre ya con la segunda, el hit “Flashback”. Un hit, que lo es, por la labor de su vocalista, la española Laura Martínez, que está deslumbrante en todo el álbum y que bien podría cantar en una banda más ñoña si se lo propusiese, pero ni falta que hace. Gracias a ella me llamó la atención el grupo y lo celebro. Me encantan como trabajan las armonías en las voces. ¡Qué bueno es el virtuosismo cuando se escriben canciones! Temazo.


Dos primeros temas para abrir apetito que están muy bien, pero a los que quizá les pudiera faltar un punto de contundencia. Enseguida se compensa la balanza, llega “Clockwise”, con rítmicas más rasgadas, más duras, más heavy metal. El disco empieza a atraparme, con el “tik tak” de los coros y el fantástico sonido del bajo, que suena a pesar de que las guitarras -que cuando son dobladas suenan de verdad de forma espectacular- son las protagonistas.

Al llegar al cuarto corte se ponen bailones, introducen unas bases techno para arrancar “Just A Man”. Cuando te empiezas a asustar, entra una guitarra, luego la otra, las dos al unísono en corte barroco. El efecto conseguido en “la lucha” entre las dos es realmente alucinante cuando te colocas unos auriculares. Sus más de siete minutos se hacen cortos.


No ocurre lo mismo con la siguiente, que es larga y muy típica de prog en el que se les va la pina a los músicos. “Flight From Terra”, con el bajo sonando a todo lo que da y las bases orquestadas suena a banda sonora de película. A partir de este punto el disco se va complicando, las estructuras se van volviendo más retorcidas, la música se va oscureciendo y los temas son más largos y no tan directos y más exigentes con el oyente, salvo “Puppet on a String”, donde vuelve a colaborar Isabel Bermejo.

La larga "Odd to Get Even" cierra el disco. Aquí Laura Martínez cambia en una parte de la canción su registro y no puedo evitar acordarme de Doro Pesch. Como lo oyes.

No sé qué tal lo haría la anterior vocalista Laura Guldemond, pero sí se que nuestra compatriota Laura Martínez está a un más que elevado nivel y que su voz parece la estrictamente necesaria para la música de la banda. Esperemos que puedan girar para hacer llegar su virtuosismo fuera de su país. En 2015 ya hicieron nueves fechas seguidas en el Reino Unido, es hora de arrancar definitivamente.






© Diario de un Metalhead 2016.

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