Por Larry Runner.
Vuelve JUAN SAURÍN con un nuevo álbum. “Supremacy” es el título de la nueva obra que nos ha hecho llegar Maldito Records y que hace el cuarto de la carrera en solitario del guitarrista.
Tras "Génesis" (2015), "Human" (2017) y el EP "Human Sinfónico" (2018) -que a nosotros no llegó-, Supremacy (2019) es el cuarto lanzamiento discográfico del artista en apenas cuatro años. Cuarto álbum y probablemente el más contundente y heavy de cuantos haya publicado el fantástico guitarrista que se lo monta esta vez de forma totalmente instrumental.
La obra viene divida consta de nueve cortes dividido en dos partes con un epílogo final: “Ex Nihilo”, “Greed and Fear”, “Change Nothing” y “Weak and Tired”. Estos cuatro primeros tracks forman parte de una misma pieza, “que trata de expresar el momento en el que el ser humano empieza a creerse un Dios, sin tener en cuenta ni al prójimo ni a su entorno. Son simples medios para saciar su sed de ambición”.
"Ex Nihilo Nihil Fit" (Nada surge de la Nada) es la contundente intro del disco y que sirve como prólogo al hit que viene detrás: “Greed & Fear”. Siete minutazos de guitarrazos extuantes, cañeros y mucho más agresivos de lo que nos tenía acostumbrados el de Yecla hasta ahora. La caña sigue en el tercero para bajar de revoluciones en “Weak and Tired”, que viene en tono de balada en principio para acabar intensa de nuevo.
La segunda parte consta de los temas “Carpe Dying”, “The Last Call”, “Pure Love” y “Reality Check”. Al igual que en la parte anterior, los cuatros temas forman una sola obra, “que sugiere el inevitable camino de la autodestrucción de la civilización humana por dicha ambición, aniquilando todo a su alrededor, desoyendo cualquier tipo de advertencia por parte de lasvoces más débiles y menospreciadas”. Con la contundencia que tenía la primera parte de la obra, la mayor que haya sentido yo al murciano, bien pensé que en esta segunda la historia transcuriría más pausada. Pero no, para nada. “Carpe Dying” la abre con acelerones y sonando, como todo el disco, a puro heavy metal sobre el que trancurre un virtuosismo guitarrero que fluye de forma tan natural que parece que Saurín haya nacido con su buen hacer de forma innata. “The Last Call”, otro temazo impresionante a resaltar, tiene el adn de los 90, con un groove muy especial que creo que tampoco había encontrado antes en el artista. Eso sí, no faltan los brillantes pasajes melódicos y los cortes donde la melodía triunfa por encima de todo. Solo Dios sabe lo mucho que me hizo gozar ya a la primera “Pure Love. Además de las guitarras, me gusta mucho el cuerpo se le ha dado a las baterías.
En el epílogo, “Nihil Fit”, “descubrimos la desolación, "La Nada". Una distopía de la desaparición de la civilización. De la Nada, surge la Nada”.
Como bonus tracks, dos cortes de “Human”, “Mar” y “Éxodo” en su versión sinfónica con un sonido levantino inconfundible.
Compuesto y producido íntegramente por Juan Saurín, sin desmerecer a anteriores obras, creo que es su mejor disco hasta la fecha. Es mucho más cañero, más intenso, más heavy y más honesto. Le han acompañado en la aventura Matt de Vallejo (Batería) Andy C. (Grabación de guitarras, bajos y baterías en Cadillac Blood Studios), Anti Horrillo (Mezcla y Master en Anti Studio) y Pepe Herrero en la producción una vez más. Suena que atruena, una auténtica maravilla.
Ángel Polo ha sido el encargado una vez más de la elaboración de todo el artwork del álbum.
Su mejor disco. Sin duda. ¡Viva esa Jackson!
© Diario de un Metalhead 2020.
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