miércoles, 25 de marzo de 2020

NUKORE: One Minute Silence (Blood Fire Death, 2020)


Por Sonia M.

Hablar de NUKORE es tan fácil que me parece un regalo comentar su nuevo trabajo. Los de Vitoria son uno de esos grupos que hacen lo que les da la gana, a pesar de que no este de moda o de actualidad el género que practican. Me encanta cuando pasa eso, aunque también he de reconocer que ya no sé ni qué está de moda o no. Me quedo si me gusta o no, y a correr. Y NUKORE me encantan. Les sigo prácticamente desde los inicios.  

Con su 2º trabajo “Broken Hip? Hop on!” me engancharon. Así que me encontraba muy emocionada al saber que había sucesor de “You call the wolf, you get the pack”. One minute silence es todo lo que podría esperar de NUKORE. Caña a raudales, letras ácidas, críticas y alguna que otra picantona también. Todo ello aderezado con unas guitarras afinadas lo más bajo posible, para que suene a cañón como lo hace. Una delicia. 

Me encanta lo exagerado que suena. La guitarra de Ander es la ostia. Además con Unai añadiéndole aún más graves con el bajo te retumba el pecho. Y la imperial batuta de Rafa a la batería, con ese ritmo tan característico del género. La esencia clásica de NUKORE está en cortes como “Like my likes” o en su single adelanto “Black Friday”, que al principio no me gustaba especialmente pero ahora al ver como sienta al abrir el disco ha ganado bastante.



Una de las guindas del pastel y que me había pasado totalmente desapercibida en las primeras escuchas es “One love one life”. Al final las letras se pueden interpretar de muchas maneras y quizás no era este el sentido pero a mi me parece de lo más sensual y sexual. En el buen sentido, en el que todo fluye. “You like the way we do it both togheter me and you”. Mira, si el mensaje es de otro tipo o incluso negativo, prefiero quedarme en mi mundo de fantasía pensando que esto es un te busco, me buscas y a disfrutar que como bien reza el título “Un amor, una vida”.


“One minute silence” es la hostia. Directa, concisa, para ponértela 30 veces seguidas para seguir soltando la letra a grito pelado. Crítica a la sociedad en la que vivimos, dirigida por el dinero, por los likes de las redes sociales, por las compras compulsivas.  Otra que gana con las escuchas es  “One love, one life”. Me flipa el rollo de la guitarra de Ander, no lo puedo evitar. De las más “lentas” por aquí, si es que eso es posible. Aunque echo de menos algún tema rollo “Don’t waste my time” de su disco de 2016. 

“Shame” es desgarradora. Aborda creo el tema de los refugiados y gente que tiene que abandonar sus países en busca de algo mejor y como las decisiones de los de arriba son una vergüenza. Tema desgarrador, tanto por el mensaje como por el tono que toma Aitor y el resto con la parte instrumental.

Son solo 8 canciones que se pasan enseguida, entre esta crítica de aquí, este riff que te rompe y las constantes referencias a ritmos pasados. Un lujo. Aitor nos guía con su particular registro vocal que quizás a muchos no les agrade, pero a mi me parece súper acertado. 


No tengo nada malo que decir. Me alegra tanto que sigan sacando música, me apasionan estos chicos de Vitoria. Pero para que no se relajen, tengo una sugerencia y es que me encantaría que hicieran algún tema en euskera, por ver como cuajan. Quizás en futuras referencias podamos apreciarlo. Tenemos NUKORE para rato, y yo lo celebro.

No quiero terminar sin agradecer y darle la enhorabuena a Iker Bengoa y sus Silver Studios que han parido semejante obra. NUKORE en estado puro. 









© Diario de un Metalhead 2020.

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