sábado, 16 de mayo de 2020

THE SPACE OCTOPUS: Tomorrow We'll Be Gone (Art Gates Records, 2020)


Por Jorge López Novales:

Creo que hacía tiempo que no encadenaba una racha tan buena de discos a los que dar una reseña. ¿Quizá la cuarentena me hace ver la música con otros ojos? No, no lo creo.

Francamente, desconocía la existencia de la banda, afincada en Bilbao, The Space Octopus. Seguramente si hubiera tenido esta oportunidad hace un año la hubiera pasado por alto, diciendo algo así como “tiene nombre de grupo psicodélico, no quiero saber más” y no habría rascado la superficie. Larry me sugirió este “Tomorrow well be gone” para hacer una reseña. Lo que me había planteado como el reto de abordar un género del que no he tenido oportunidad de hablar normalmente, se convirtió en un placer inmediato. Unas de las muchas cosas buenas de hacer reseñas es escuchar cosas nuevas y aprender de ellas.

Estamos ante un proyecto liderado por Dann Hoyos que surgió en 2006. Una de las credenciales de Dann es ser Cum Laude en la Berklee College of Music, un título que no se lo dan a cualquiera, y ser endorsement de Ernie Ball (sinceramente, no tengo ni puta idea de qué es eso y lo he buscado para poder conocer su relevancia). 



¿Estamos ante un disco instrumental dónde podemos vislumbrar las virtudes de un genio de la guitarra en temas infinitos? De ser así yo no sabría apreciarlo, me canso enseguida de ese tipo de exhibiciones. Componer algo que enganche puede parecer más sencillo y lo aprecio más en estos tiempos; y es algo que he encontrado en este “Tomorrow we´ll be gone”. Y esto se ha conseguido sin dejar de lado complejidad en las composiciones.

Indudablemente el protagonismo absoluto es de la guitarra. A su vez, la voz del propio Dann encaja bastante bien en los temas. Pero la formación quedaría un poco coja sin unos músicos a la misma altura. Tenemos a Josu Holly Brandy -que milita en bandas como Holly Brandy, Midnight Road-, al bajo y a los coros y a, Oier De Pedro a la batería y también en la labor de coros, quien comparte escenario en The Flying Scarecrow con Dann, sin olvidar a otras bandas como Auritz y Late to Scream. Cuando la nota de prensa habla de “virtuoso trío” no exagera. Mención aparte merece destacar el peso que ha tenido The Flying Scarecrow en Diario de un Metalhead, ganadores de la Metal Battle Spain de 2018, que les dio el billete para. Dato este para que os hagáis a una idea del nivel de sus integrantes.


La etiqueta rock, metal, progresivo, experimental con la que se autodenomina la banda también me echaba para atrás. Las dudas se despejaron desde el primer tema. No encontré esos temas densos con miedo al vacío lleno de pasajes ultratécnicos que te abruman sin darte tiempo a asimilar lo que estás oyendo, los hay, por supuesto, siempre al servicio de temas directos, solos frescos (el terrible miedo de los guitarristas de hacer dos solos parecidos) muy melódicos que no se comen mucho tiempo de los temas y riff tan pegadizos como los que encontramos en los estribillos. Son cosas que hacen que quieras profundizar más en el disco con cada nueva escucha y dándote cuenta cada vez de nuevos detalles.

El proceso de grabación tuvo lugar en los Chromaticity Studios (Vhäldemar, Incursed, Orion Child…).

Podía encontrar unos instantes en que la banda parece querer decir grunge y al momento siguiente te sobrecoge con un pasaje neoclásico como en “Our Time Is Running Out” que tiene un comienzo un poco punk que va ganando en complejidad, uno de mis temas favoritos. No hablamos de etiquetas en sí, es la interpretación, la forma de ejecutar de “The Space Octopus” un rock, un tema más metalero, un pasaje más progresivo, nunca en un orden concreto pero con coherencia y muchas veces dentro de un mismo tema. A mi entender con esto se consigue algo muy dinámico, que en ningún momento te lleva al aburrimiento.


Podemos también encontrar temas experimentales, divertidos, como “Closer·. Incluso consiguen que escuches con más atención que nunca un pasaje acústico o que no bajes la guardia ni al final al cerrar con un tema muy rockero como “React”, sin ser superfluo. Los once temas se me han hecho muy cortos.

El artwork corre a cargo de Pablo Hoyos. La imagen de un hombre trajeado con la mascarilla de gas, con un periódico, sobre un suelo desértico y con una fábrica de fondo, todo ello en un ambiente hiper contaminando es un conjunto apocalíptico, apropiado para estos tiempos.


Otro disco que sale en tiempos oscuros, situación que no es excusa para dar una oportunidad a la banda. La próxima vez que vengan a Asturias me acercaré a verlos.

Hace poco han sacado un videoclip de su tema “Go on” adaptado al tiempo en el que nos encontramos, quarantine style lo denominan. Mejor tomárselo con un poco de humor. Sin poder salir es lo que toca y seguir avanzando en la promoción del disco es una obligación, más teniendo en cuenta la calidad de este “Tomorrow we´ll be gone”.

Un trabajo de altísimo nivel, el quinto ya, que saldrá a través de Art Gates Records el próximo 29 de Mayo.


Miembros:
Dann Hoyos – Vocalista y guitarrista (Rise to Fall, The Flying Scarecrow...)
Josu Holly Brandy – Bajo, coros (Holly Brandy, Midnight Road...) 
Oier de Pedro – Batería, coros (The Flying Scarecrow, Auritz, Late to Scream...)

Tracklist:
1. Go On
2. Our Time Is Running Out
3. This Is The Last Time I'll Feel
4. Tomorrow We'll Be Gone
5. Closer
6. Only The Brightest Stars
7. To Die For The Outside
8. Paralyzed
9. Involved
10. Pause
11. React








© Diario de un Metalhead 2020.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Only The Brightest Stars
Increíble!! Trata de como la gente con más luz interior es la que menos importa en esta sociedad.
Buena reseña y buen grupo!
Grande Dann!!!