jueves, 21 de mayo de 2020

TESTAMENT: Titans of Creation (Nuclear Blast 2020) USA.


Por Larry Runner.

Lejos quedan los tiempos en los que descubrí a TESTAMENT. Han sido una de mis banda preferidas y no hablo solo de los comienzos gloriosos como sucede con otras bandas nacidas en los míticos años 80, si no también con discos como “Low”, publicado en 1994 y que aún me vuelve loco cuando lo pongo.

Contrariamente a lo que sucede con muchas de las bandas de aquella época, TESTAMENT han llegado a este siglo sin arrastrarse, es más probablemente sus últimos discos sean superiores a los de antaño, habiendo sido sus tres trabajos anteriores “The Formation of Damnation” (2008), “Dark Roots of Earth” (2012) -el disco de metal más vendido por Amazon en España- y “The Brotherhood of the Snake” (2016) auténticas obras maestras. De esas de las que te viste casi obligado a comprarte en edición limitada.

Tras cuatro años de explotar su anterior obra girando sin parar por todo el mundo recogiendo elogios por todas partes regresan con un nuevo álbum, como sucediera con sus dos últimos, con cuatro años de margen entre disco y disco.


“Titans of Creation” es el título de este nuevo álbum editado por Nuclear Blast y que no podemos decir que esté mal, aunque personalmente creo que es el más flojo de los cuatro últimos, el peor desde su regreso discográfico en 2008.

Bien es verdad que no faltan las cabalgadas acostumbradas y que el comienzo del álbum con “Children Of The Next Level” -un corte marca de la casa- apunta a lo contrario. Sin duda alguna la continuación con “WWIII” no está nada mal. Puro thrash en vena con una sección rítmica fabulosa.

Cierto es también que en el disco abundan gloriosos solos, porque si algo habría de destacar en este “Titans of Creation” sería ese trabajo bestial en las guitarras, pero a partir del tercero de los cortes “Dream Deceiver” y de conocido riff,  parece como si el nivel de las canciones no fuera tan alto como el de anteriores trabajos. Sinceramente creo que muchos los cortes aquí incluidos no habrían entrado en “Brotherhood of the Snake” y mucho menos en “Dark Roots of Earth”. 


Quizá encuentre yo, a partir de “Night Of The Witch” una alemanización del sonido. Sí, Testament parecen convertirse en Destruction o en Sodom, con estructuras más duras, menos divertidas, demasiado oscuros y perdiendo esa personalidad made in USA tan suya, llegando las líneas vocales a hacerse repetitivas y evidentes, demasiado predecibles.  

No sé, quizás solo sean cosas mías, pero lo dicho, sin ser un disco malo, no es tan bueno como los tres anteriores. Probablemente sea que yo a una banda así le exijo todo y más. 

Lo que no deja de ser alucinante es la corta instrumental "Catacombs" que lleva una línea que ojalá exploren en el futuro. Podría ser divertido.

El que no falla es Eliran Kantor en la portada. El pasado verano pude disfrutar de una exposición suya en Wacken y realmente es un artista increíble.










© Diario de un Metalhead 2020.

No hay comentarios: