📷 Jorge López Novales.
Vamos con la jornada de viernes. El festival nos sugería a Mikkey Dee & Friends, Gene Simmons, Blind Guardian, Korn y Avantasia. Los que salen guapos en las fotos. De todos ellos sólo teníamos al Kiss en nuestro running order personal.
Ya estábamos por allí cuando sonaban los repetitivos The Amity Afliction. Los Alcatrazz de hoy en día están lejos de hacer justicia al nombre. Nosotros aprovechamos el momento para escaparnos por fin al mercadillo, gastar más de lo que debiéramos en algunos recuerdos y visitar el nuevo Farmers Market, en el que puedes encontrar comida y bebida de la zona, comprándola de la mano de los mismísimos productores. Seguro que nunca has estado en un festival en el que te vendieran huevos del día, hidromiel y cervezas artesanas o embutidos caseros. Pues en Wacken tienes de todo eso y mucho más además de la habitual artesanía nórdica que inunda un Wackinger que este año no llegamos a pisar porque no da tiempo a todo.
Thus |
Mientras, en la press tent nombraban ganadores de la Metal Battle a los daneses Thus banda de Melodic Death de la que quizás oigas hablar en el futuro, aunque en España como ellos tenemos a dos docenas mejores que ellos. Lo siguiente era Beast in Black o Ankor. Barrimos para casa.
Ankor |
El Louder Stage se convirtió en un hermoso jardín japonés para recibir a la banda catalana, que congregó a unos cuantos de miles de metalheads para despertarles enseguida con esa apuesta segura que es “Darkbeat”. Jessie Williams sale luciendo una chaqueta roja a pesar del calor, atuendo del que se desprendería más tarde, porque Lorenzo seguía achicharrando, aunque ellos tenían el sol de espalda al escenario, no como nosotros, que nos pillaba totalmente de cara a esas horas del día. Enseguida saltan las palmas de un público que se nota les tenía ganas, muchos tras perdérselos el año pasado por los cambios de última hora en aquella accidentada jornada de la lluvia. Todos pudimos disfrutar del show en plenitud. Los de delante porque estar cerca de la banda, y teniendo en cuenta la altura del escenario, sin problemas. El resto, porque en el Louder hay a cada lado un par de enormes pantallas horizontales, de las de toda la vida, para que no pierdas detalle si estás en la parte de atrás. Pantallas similares a las del Bullhead pero distintas a las verticales inmensas que inundan el Infield.
Ankor |
“Walking Dead” da el empujón definitivo a un público que se vuelca de todo con nuestra banda. Comienzan los empujones, arranca el circle of death con un pit que se contagia de la energía de una banda que no para de brincar por el escenario. Fabulosa puesta en escena que evidentemente va acompañada de un repertorio que está repleto de hits. Imposible no disfrutar con ellos. Conciertazo, no lo decimos nosotros, nos lo decían muchos metalheads con los que charlamos al final del concierto y que venían de muy distintos puntos del planeta.
Era media tarde y estábamos sin comer por lo apretado de la agenda. Así que decidimos hacer una parada para tomar fuerzas para la noche, que venía intensa y larga.
Camino al Infield para ver a Gene Simmons, que iba a hacer lo mismo, tocar temas de Kiss, aunque nos gustó bastante menos. Y es que el espectáculo de Simmons fue totalmente tedioso, aburrido, lleno de parones, tardando una eternidad entre una canción y la siguiente. Hablando largo y tendido con unos discursos caducos que a nadie importaban y que se vieron culminados con el penoso espectáculo de sacar a unas cuantas niñas al escenario que parecían las pobres más perdidas que un pulpo en un garaje. Iban 28 minutos de show y habíamos contado 3 canciones. Una broma que abandonamos antes del final para ir a ver música de verdad. Si alguien pretende atraer a nuevas generaciones que shows similares, mal vamos. Pasamos del circo.
Primal Fear |
Turno en el Headbangers Stage para ver de cerca a unos Primal Fear que no han tenido más remedio que reformar su line up. Llegaron sin Magnus Karlsson y con el holandés Alex Jansen (Hardline) ocupando el lugar de Matt Sinner. Dio igual, las canciones son las canciones y en esta gira, en la que vienen defendiendo un disco tan increíble como “Code Red”, sabíamos que no iba a haber fallo. Abrieron con “Chainbreaker” y sonaron temas nuevos tal y como esperábamos y deseábamos. Disfrutamos con “The World is on fire” o “Deep in the Night” entre sorpresas como “Kingdom of Madness”. Nos desgañitamos con “Metal is Forever” y cerramos con “Final Embrace” un muy buen show a pesar de las circunstancias. Necesitamos más Heavy Metal. Nunca falla. Como Primal Fear.
Blind Guardian, Korn y Avantasia eran la traca final en los escenarios grandes. La masa de gente era inmensa y acercarse para ver algo de cerca una quimera. Teníamos dos opciones, o ver todo o casi por las pantallas verticales o acudir a otros escenarios menos masificados y seguir disfrutando de la música de cerca. Optamos por la segunda opción.
Alien Rockin Explosion |
Nos fuimos hasta el fondo del festival, caminando contra corriente de los miles de metalheads que acudían al Infield. Nos acercamos hasta el Welcome to the Jungle para ver a nuestros Alien Rockin Explosion, que actuaban allí todas las noches y aún no habíamos encontrado el momento de escaparnos. Cuestión de gustos y de no apetecer ver de nuevo a las bandas que coronaban la noche en el Infield, porque por suerte hemos perdido la cuenta de las veces que hemos visto en vivo a Blind Guardian y Avantasia incluso en el mismo Wacken. Korn también estaban ya vistos y en mucho mejores condiciones.
Alien Rockin Explosion |
Alien Rockin Explosion venían este año a Wacken sin Red Trysha a la voz por motivos que no vienen al caso. Su sustituta al micro fue Laura, vocalista de Mamvth, que no desentonó con el grupo aunque su voz es mucho más soul/gospel quizás y menos rockera. De todas formas, vozarrón de la muchacha para hacernos disfrutar de un muy buen rato al lado de Van Halien (guitarra), Sandreitor al bajo y Mazzurg a la batería.
Alien Rockin Explosion |
Llegamos cuando acababan de empezar con el “The Eye of the Tiger” al que siguieron con una excepcional “Hush”. Detrás vino un “I was made for loving you” de Kiss para enganchar definitivamente a todos los presentes. Nos sorprendieron con un “Radio Rebelde” de The Baboon Show en el que vimos muy cómoda a Laura. Detrás llegó la “perversión” del “Mamma Mía” para acabar con un “Shook me all night long” al que se sumaron de forma espontánea los suecos Mister Misery, quienes iba a ser entrevistados posteriormente en el show del siempre presente Maschine. Se despidieron, pero allí todo el mundo pedía más, así que a Maschine no le quedó más remedio que ceder ante la presión del público. Regresaron con un “Entre dos tierras” en modo karaoke, que todos cantamos, españoles y extranjeros. Para concluir, un medley con el “Fight for Your Right” de los Beastie Boys, el “Born to raise Hell” de Motörhead y el “Smoke on the Water” de Purple. Un fiestón.
Unleash the Archers |
Turno para ver por vez primera en vivo a Unleash the Archers. Me encantaron. Son sumamente originales, con esa mezcla de heavy metal tradicional con death melódico e incluso con power metal. Con una vocalista al frente como Brittney Hayes, tan estupenda en todos los sentidos y tan completa, no hay fallo posible. Melódicos, guturales, lo que haga falta. Irresistible. Desde la inicial “Abyss” a la final “Apex”, no hubo cabida para el aburrimiento. El cansancio se notaba, la noche había llegado y sí, puede que lo del Infield estuviera siendo grandioso, pero descubrir a estos canadienses en vivo fue de lo mejor de Wacken 2024.
Cenamos sin movernos del Bullhead, bocata en mano viendo a Mikkey Dee y su tributo a Motörhead. Sí, no deja de ser un tributo, pero con galones, y no hay mejor forma de disfrutar ya de himnos en vivo como “Born to Raise Hell”, “Orgasmatron” o “Killed by Death”. Así que permitidnos la licencia.
The 69 Eyes |
Detrás y para cerrar nuestro cuarto día en la Holy Land un banda tabú en nuestra casa, The 69 Eyes, a quienes no veíamos desde hace más de una década en un inolvidable concierto en Berlín. No nos defraudaron. Sonidazo, como no podía ser de otra forma y una excepcional atmósfera en la oscuridad del Bullhead. Salir con “Framed in Blood” nos pone las pilas. Maravilloso. “Feel Berlin” vino detrás. Sabíamos que iba a ser corto, una hora de show, pero intenso. Y sí, que nos iban a faltar canciones, muchas, porque no iba a haber tiempo, pero daba igual, íbamos a disfrutar con sesenta minutos mágicos entre himnos como “Betty Blue” con un Jyrki 69 impresionante, uno de los tíos más carismáticos que haya visto yo sobre un escenario. Cuando se despidieron con “Lost Boys” me daban ganas de llorar. Muchas emociones, muchos recuerdos. Tener de nuevo tan cerca a Archzie pone la piel de gallina, aunque no sonara “Perfect Skin”.
Y llegó el sábado, el día de la despedida, la jornada en la que a media tarde te empieza a entrar la bajona porque sabes que la semana del paraíso se acaba y vuelve la maldita rutina que inunda tu vida.
No había tiempo que perder, la traca final habría de ser antológica y ya desde muy temprano nos plantábamos en el Bullhead para ver a Wolf. Lo siento, pero lo de estar a las 11 de la mañana en el Infield para Tankard no fue posible. Wolf me encantaron, con su sonido intenso en el WET Stage. Caigo en la cuenta de que llevo un buen taco de conciertos en el Bullhead y este año parece que el escenario de la derecha suena tan bien como el de la izquierda. No sabíamos cual era el misterio por el que el Headbangers siempre sonaba peor. Wolf, con algunos coros grabados, sonaron genial. Arrancaron con “Shoot to kill” y continuaron con un “The Bite” que nos enganchó ya del todo. Para “The Ill‐Fated Mr. Mordrake” la locura empezaba a invadir el WET a pesar de lo estático de los músicos. “Dust” fue otra de las estelares con un Niklas Stålvind tan fantástico al micro y a la guitarra como soso en las presentaciones. “Speed On” fue la traca final. Verlos en sala tiene que ser increíble.
Tras el Heavy Metal de Wolf, pasamos al escenario de la derecha para ver a Exumer. Abrieron con “The Raging Tides” y continuaron con “Brand of Evil”. Sonidazo sin aditivos, totalmente orgánico, no se necesita nada más y el público lo sabe, se empieza a volver loco. A partir de ahí ya no tomé más notas, me fuí a las primeras filas a darme empujones y a meterme en el circle pit que nació con “Brand of Evil” y creo que ya no llegó a parar en todo el concierto. Cerraron con “Possessed by Fire”. Jamás comí tanto polvo, pocas veces me lo he pasado tan bien. Las crónicas se viven.
Exumer |
Tras la improvisada clase de Educación Física me pillé una cerveza para ir paseando con calma hasta el Wasteland Stage. Allí teníamos cita con otra asignatura, Educación para la Ciudadanía. Actuaban Prey for Nothing, llegados desde Israel. ¿Qué iba a pasar?
Prey For Nothing |
Pues que nos lo pasamos de miedo rodeados de banderas de Israel y de otros países, porque el grupo se cagó en todas las religiones nada más salir. Bastante están sufriendo, habiendo perdido a algún amigo por el camino, como para andar sembrando odio en vez de hacer lo que mejor saben, tocar death melódico de alto nivel. La música acabaría con la guerra si nos dejasen. Llevan 15 años en la carretera y un buen puñado de discos. Abrieron con “Cowardice” para continuar con “The Maw”. Yotam se nos muestra como un frontman que debería impartir clases a muchos, enseñarles de qué va esto, qué es el metal y cómo hay que vivirlo y mostrarlo sobre un escenario. Con su larga melena se echa al grupo a la espalda, mostrando en momentos como el de “The Screaming Shore” que la banda vale mucho más de lo que podríamos imaginar. Cerraron con “Against All Evil”, dando así carpetazo a su sueño cumplido de tocar por fin en Wacken Open Air. Merecido para una banda que estoy seguro que en su tierra incluso ofende con el nombre.
Sebastian Bach |
Cuando nos retirábamos rumbo al Infield para ver a Sebastian Bach, comenzó a llover. Duró apenas una hora, pero la verdad es que lo hizo con una especial violencia. Así que vimos el show del eterno vocalista de Skid Row bajo el poncho. No nos frenó. Lo disfrutamos de igual forma, y es que nos habían prometido que el show iba a ser un repaso de la primera época de Skid Row y el altísimo cantante no defraudó, haciendo sonar uno tras otro los hits de la banda que le dio la fama, mostrando aún a día de hoy un buen nivel. No tomé ni una nota por no poner la libreta bajo el agua y echar a perder todo el trabajo, pero de memoria os puedo contar que disfruté con “Monkey Business”, “Sweet Little Sister”, “Slave to the Grind”, “Youth Gone Wild” y por supuesto esa maravilla sin igual titulada “18 and Life”. Otro gracias muy grande.
Fue terminar Sebastian Bach y quitarnos el poncho. Esperamos los quince minutos de rigor. Y es que una de las novedades de este año es que entre actuación y actuación se dejaba transcurrir ese tiempo para que la gente se trasladara entre los escenarios sin prisas. Testament aparecían en el Harder, el escenario de la derecha. Nueva cita con el Thrash. Nueva locura. Al barro.
Testament |
“Eerie Inhabitants” para empezar. Se venía una lluvia de clásicos, de temazos, de himnos. Cualquier fan de la banda habría dado por bueno el set list que se avecinaba. “The New Order” para empezar con el headbanging. El suelo cedía y era difícil mantener el equilibrio sobre el barro. ¿Qué hago? ¿Disfruto y me olvido de la libreta como con Exumer? ¿Tomo notas y me porto de forma civilizada? A la mierda. Chuck canta “For the past it's too late ... 'Cause the world can't control fate”, ¿quién se puede comportar? Yo no. Al lío.
Acaban Testament y nos vamos acelerando el paso al Bullhead. Vio-lence están ya sobre el escenario. Error de cálculo por parte del festival. Nos perdimos los primeros temas, no daba tiempo a llegar. Sólo Sean Killian ha sobrevivido desde el 86 hasta nuestros días y aunque está bien acompañado, uno no puede más que pensar en los videos de sus comienzos y lo alejado que está lo que está viendo de todo aquello. Llego cuando suena “Phobophobia” y no hay mal ambiente, per tampoco es lo que vimos con Exumer por la mañana ni mucho menos con lo que acababa de suceder con Testament. Pienso que la mayoría de los presentes están allí más por curiosidad y por el nombre que por conocer de verdad los temas. No llegaron a triunfar.
Asagraum |
Nuevo paseo hasta el Wasteland. Primera de nuestras dos citas del día con el Black Metal. Asagraum iban a presentar su ceremonia a plena luz del día. Una pena.
Muy buena puesta en escena para un cuarteto que quisimos traer a Asturias y para el que no fuimos capaz de encontrar telonero, con lo cual tuvimos que dejar escapar la posibilidad. Tenía la espina clavada y haciendo daño. Me la pude quitar por fin. Abren con “"They Crawl From The Broken Circle" de su segundo “Dawn of Infinite Fire”. Sorpresa para mí, que ya esperaba por una salida más normal con “Ignem Purificat Lilitu”, pero no, tiraron de temas más antiguos en el comienzo, para irse al último álbum en la mitad del show con “Impure Fire”, “Opus ad Errantem” y “De waanzin roept mijn naam”, la canción con la que cierran el disco y con la que me escapé para que me diera tiempo a ver el final del show de Uli Jon Roth, que actuaba en el Bullhead y del que apenas pude disfrutar ya de dos temas, eso sí, clásicos de Scorpions, esa maravilla “Catch Your Train” del buscadísimo “Virgin Killer” y “The Sails of Charon”. Corto pero mágico. Malditas coincidencias.
Uli Jon Roth |
No nos movemos del Bullhead. Llega el momento de Flotsam and Jetsam, una banda a la que no había visto nunca antes. No me lo podía perder. No me lo podía creer. Por fin.
Flotsam and Jetsam |
Flotsam and Jetsam habían prometido un show old school y cumplieron con creces. Una hora de concierto con cuatro temas del “Doomsday for the deceiver” y tres del “No place for disgrace”. No hubo tiempo para más y se quedó fuera “Iron Tears”, lo cual, me mató. Mucho carisma y calidad sobre el escenario teniendo aún presentes a Michael Gilbert a la guitarra y al increíble Eric A.K. A la voz, que canta como cuando aún estaba Newsted con ellos. Imposible no ir a romper y darle al headbanging sin parar desde el inicio de “Hammerhead” pasando por “Dreams of Death”, “Desecrator”, “I Live You Die”, “She Took an Axe”, “No Place for Disgrace” y “Doomsday for the Deceiver”. Rozaron la perfección.
Flotsam and Jetsam |
Casi doce horas en pie y aún nos habíamos marcado una traca final, pues Mayhem celebraban su 40 aniversario en el Louder Stage y había que estar. Ni qué decir tiene que nos perdimos a unos cuantos grandes nombres en el Infield a lo largo de la jornada de los que seguro te hablarán en otros muchos medios que no habrán estado comiendo el polvo y el barro que nosotros nos metimos en este 2024.
Mayhem |
Antes de Mayhem llegaba el anuncio del cartel 2025, que no negaremos nos ha dejado un poco fríos con el primer anuncio a pesar de mostrar ya más de 30 nombres. Se esperan bandas más gordas, pero Wacken suele dar pocas sorpresas al respecto. De momento Machine Head y Gojira figuran como cabezas de cartel y eso, sí, es demasiado poco. Lo que sí se trabajaron bien fue la presentación tirando de drones como si no hubiera mañana y de un buen espectáculo pirotécnico con unos artistas en el Infield que no logré identificar desde la lejanía, pues estaba preparado para ver el show de Mayhem, cuya salida se retrasó más de la cuenta hasta el final del dichoso anuncio.
El festival agonizaba, muchos ya habían ido abandonando el recinto e incluso algunos campistas iban desmontando y comenzando su viaje de regreso. El chaparrón de la tarde pasó factura y algunos se asustaron temiéndose una aventura similar a la del año anterior. Nada más lejos de la realidad. Nuestro coche estaba en una densa pradera y hora y media más tarde salimos sin dificultad alguna.
Mayhem |
Mayhem presentó un show audiovisual realmente impactante que dejó lo musical casi en anécdota. Toda la trasera del escenario era una gran pantalla que proyectaba unos visuales a los que el grupo dotaba de banda sonora, como si de una película del antiguo cine mudo se tratase. Un gran show, impactante sin duda, pero que poco tiene que ver con el espíritu del Black Metal de siempre. Hubo que esperar al final para lo realmente especial, la interpretación de “Deathcrush”, “Necrolust” y “Pure Fucking Armageddon” con la incorporación e Messiah y Manheim. Demasiado poco y personalmente, un tanto decepcionante, aunque a decir verdad, no sé qué se podía esperar. Nada es como fue.
Y con esa dosis de Black Metal nos despedimos. Salimos sin muchas penas y sin mirar a atrás. Sin duda pensando en que está en nuestra mano el volver y repetir experiencia. ¿Tú que harías?
Saludos especiales a todos los amigos con los que pudimos compartir un rato. A toda la gente de Méjico y en especial a Jimmy de Jet Jaguar. A Rocío, Paulo, Dominique -fan de esta casa-, Jara, Shiro, Yotam, Nitsam, Dima, Yaron, Raúl García, Jose de Noche de Rock, Kacchang, Johnny Lorca, Crisix, Ankor, Crystal Viper, y por supuesto a mi familia acompañante en Alemania: Maitane, Jorge, Sergio, Íñigo y Jose. ¡Wackeeeen!
© Diario de un Metalhead 2024.
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