jueves, 8 de agosto de 2024

Entrevista a Richard de la Uz, vocalista de ARGION.

📝  📷 Jorge López Novales.

El occidente asturiano ha parido un montón de buenos músicos. Hoy vamos a entrevistar al vocalista Richard de la Uz, que se ha forjado en infinidad de escenarios, y es conocido por su versatilidad a la hora de abordar cualquier estilo.


Hoy no pretendemos sacar ningún spoiler de la banda Argion en donde ha tomado el relevo de Pany como vocalista, sino que vamos a ahondar en su carrera. Por sus “antecedentes” seguro que tiene muchas cosas interesantes de contar.

- Richard, con unos minutos de conversación con tu padre, Quintín, el otro día en Luarca me han bastado para saber de dónde viene toda esa pasión por la música.

¿Qué me puedes contar de él? ¿En qué bandas militó? ¿Cuál fue la primera vez que lo viste en un escenario?

- Pues mi padre cantaba en un grupo llamado Pirámide cuando yo nací en 1982, después por motivos laborales dejó la banda y años más tarde comenzó una andadura de la que tengo mejor recuerdo y fue donde empecé a conocer la escena, diría que mis primeros conciertos, y que en aquel momento llenaban las salas y las plazas de los pueblos. Aquella formación se llamaba Mauser, y formaban parte de ella algunos miembros de la banda luarquesa Sin Nombre que serían los ganadores del concurso 40 Principales en el 92. Yo tenía 10 años y recuerdo muy claramente aquellos conciertos que luego escuchaba en casa en las grabaciones del directo desde la mesa de sonido. 

Después formó parte de Motín, otro grupo de los 90 y que a pesar de no haber grabado ningún disco hacían como suyos varios temas compuestos por Willy Vijande y que han sido reformados para ver la luz, esta vez sonando por Los Ribanos que formaron parte de Motín junto con mi padre. 

Mas tarde él empezó a tocar con la charanga El Compango de Luarca y yo seguí con el legado de los escenarios con mi primer grupo, Exkalibur.

- ¿Cuáles fueron los primeros grupos que escuchaste? ¿Qué grupos había en aquella época en Luarca?

- Empecé a escuchar música por mi padre desde que nací, recuerdo que tenía una grabación (perdida por desgracia) en la que cantaba la canción “Barón Rojo“ de Barón sin apenas saber pronunciar correctamente. Después con 4 años nos regalaron a mi hermano y a mí un radiocassette-grabador con micrófono que se convirtió en mi primer contacto con las grabaciones. Recuerdo que aún estando dormida toda la familia me levantaba a grabar canciones, desde “el barquito chiquitito” hasta “dragones y mazmorras”, a capella por supuesto. 

Ya en la adolescencia o acercándome a ella con 12 o 13 años empecé a escuchar mis primeros cassettes en aquel walkman que no ganaba para pilas. Tenía uno favorito, aquel “Balas Blancas” de Barricada fue un verdadero castigo para mis compañeros de viaje porque no había opción a escuchar otro disco en el autobús de las excursiones del cole. De hecho mi primer contacto con el público fue en un “concierto” en 6º de EGB donde hacíamos un playback de “Blanco y negro”.

Pero mi primer contacto fuerte con el heavy metal diría que fue el primer disco de Saratoga, aquello me voló la cabeza, allá por el 95 tenía 13 años y aquellos temas no dejaron de sonar hasta que los tenía aburridos. 

Luego llegaron los Maiden, Manowar, Baron, Obús, Hamlet, Ángeles del infierno, Helloween e incluso algún coqueteo con el Punk Rock como The Offspring o Green Day… y así empecé con Exkalibur haciendo covers de todas esas bandas y alguna rareza como Dover, por ejemplo, además de algún tema propio.

En Luarca y alrededores hacia finales de los 90 había una gran cantidad de grupos en aquella época, Réplica, de la que formaban parte Abel y Borja de Aneuma, Xplosive Joint de Navia, Alma Mater de Luarca, Calcio 20 de Luarca o Requiem… Luarca siempre fue tierra de músicos y sigue siendo pero lo de aquella época era algo espectacular.

- ¿Cómo empezaste a formarte como músico? ¿Eres autodidacta?

- Estudié piano en el Conservatorio de Luarca pero antes de entrar en el Conservatorio había recibido clases de una profesora maravillosa de piano, Trini, que tenía muchísima paciencia con aquellos pequeños de apenas 7 años.

A los 20 empecé mi formación en Barcelona con profesores particulares de canto, desde Lucas Groppo, hasta Charles Dos Santos, Jordi Homs, Ross Gala o Hellen Rowson quien me abrió una nueva visión acerca del canto. 

También estudié guitarra eléctrica en la Escuela de Música de Llanera durante dos años de la mano de Alberto Rionda. 

Poco después comencé a estudiar la mención musical en el Grado de Maestro en Educación Primaria y a partir de ahí comencé a impartir clase en Derrame Rock School donde estuve 6 años hasta que por motivos musicales tuve que abandonar la tierrina. Después de la pandemia me volví a Asturias y desde entonces imparto clase en la Academia Vanesa Iglesias de Gijón que compagino con la docencia de Llingua Asturiana y los diferentes proyectos musicales.

- Es muy complicado enumerar todas las bandas en las que has participado ¿Empezaste con Exkalibur en el 97?

- Por suerte he colaborado y participado con diferentes bandas, como fijo o colaborador.

La primera de todas fue como dices Exkalibur en el 97, luego grabé una demo con Edén titulada “Sueños” en 2006, después grabamos un disco con Jívaro, que se podría decir que éramos Exkalibur en versión reducida, llamado “Finos Licores” en 2010. Luego ya empecé en las orquestas y como es imposible compaginar con otros proyectos musicales abandoné unos años la escena. Pasé por Taxi, Dominó, Panama Band y llegué a un grupo de Pontevedra llamado Claxxon donde pude hacer un repertorio que se acercaba más a mis gustos musicales. 

Es cierto que para desintoxicar de la verbena en 2013 montamos un grupo de covers llamado Highway 66 y con el que grabamos un single titulado “Pretérito Imperfecto”, que más tarde se convirtió en DeLorean y con el que seguimos haciendo nuestros acústicos.

Luego en 2016 me enrolé con Bras Rodrigo y su Imperio Celta con el que ya llevo 3 discos y 3 giras a lo largo de España y Portugal.

Entre las colaboraciones puedo destacar los coros en “Malefic Time” de Avalanch, o en “Ángel caído XV Aniversario”, además de participar en el directo “Hacia la luz” con un “Pies de barro” junto a Isra Ramos que aún a día de hoy lo recuerdo como un momento  muy especial, al igual que cuando pude cantar junto a Jorge Berceo en la sala Son en Galicia en el formato acústico, o también junto a Isra en Alquimia. 

Fuera de la escena he tenido la posibilidad de cantar junto a la Banda de Música de Luarca, Avilés, Suances o Pravia, algo que es realmente emocionante, tener a 30 o 40 músicos acompañándote es muy impresionante.

Así llegamos a 2019 donde se pusieron en contacto conmigo un grupo que lanzaba su primer disco y quería que yo fuera uno de los colaboradores, con ese “Melina” que alguna vez tuve la oportunidad de volver a cantar en directo, sí, Argion. A través de Pany, empezamos a fraguar esa relación con la banda con la que además pude colaborar en “Lux Umbra” grabando los coros.

Y creo que no me dejo a nadie por el camino… si lo hago espero me disculpen pero con tanta trashumancia al final alguna oveja se me pierde.

- ¿Qué sientes cuando te subes a un escenario? ¿Con qué estilo te sientes más cómodo?

El momento de subir a un escenario es una mezcla de nervios, emoción, alegría, éxtasis… es como estar sumido en una especie de hipnosis. A modo de curiosidad te puedo contar que hay días en los que te sientes derrotado, cansado, con la moral por los suelos, incluso enfermo pero nada más que suena el primer acorde se te pasan todos los males. Puedo contarte cuando rompí el ligamento cruzado anterior, los dos meniscos y la meseta tibial en un salto actuando, y al día siguiente tenía que actuar, y sí! actué. Esa y otras 24 veces más antes de la operación, porque había que acabar la temporada y no podía dejar colgados a mis compañeros. Así que llegaba en muletas a las actuaciones y la gente no se creía que pudiera ser el que luego estaba bailando y saltando en el escenario.

El escenario es mi vida y así lo siento y lo respeto, porque además de eso para mí es sagrado. Como diría David Palau, “al escenario se sale a brillar”, y si no lo respetas difícilmente vas a conseguir brillar en el escenario.

Mi estilo favorito es el heavy metal en castellano, pero luego hay otros estilos que se me dan especialmente bien, por ejemplo la balada o la copla. El haber estado trabajando en orquestas hace que tengas que ser muy versátil y eso me ha hecho tener que explorar muchos campos, en los que, por sorpresa, me sentía especialmente cómodo.

- ¿En qué orquestas trabajaste? ¿Qué piden a un cantante de orquesta? ¿Es tan distinto a trabajar con una banda de metal?

- Pues estaba trabajando como técnico de sonido en un estudio de doblaje en Barcelona cuando me llamó mi querido amigo Jorge Rodríguez, que vosotros conocéis bien, para preguntarme si me gustaría formar parte de una orquesta en la que él estaba trabajando, Grupo Taxi, porque se habían quedado sin cantante. Así que les envié unas grabaciones y decidieron contratarme. Me lié la manta a la cabeza, dejé mi trabajo fijo, la ciudad condal y volví a la tierrina después de 6 años de aventura catalana. Luego ya vinieron la Orquesta Dominó, Orquesta Panama Band y el Grupo Claxxon.

Como te comentaba anteriormente lo más importante en un cantante de orquesta es la versatilidad, y yo en ese sentido me muevo como pez en el agua, podía cantar desde Antonio Molina hasta Metallica, pasando por Shakira o Marc Anthony. Así que tuve que acostumbrarme a ser el chico para todo, tanto por registro como por morro, porque eso sí, a echado para adelante no me gana nadie, no tengo un “no” por respuesta en cuanto a retos musicales.

La principal diferencia es a la hora del descanso. En agosto una orquesta puede tener uno o dos días de descanso, eso teniendo en cuenta que las actuaciones duran 3 horas y si le sumas las horas de viaje viene a ser difícil de llevar física y anímicamente. No me imagino a Metallica, Avenged Sevenfold… haciendo 23 o 24 días seguidos sin descanso y estando en todos al mismo nivel. Por ponerte un ejemplo Gojira en su gira por EEUU tiene dos actuaciones y un descanso. Porque es inviable. Así que aprendes a dosificar, algo que no contemplo en el metal. Cuando sales a tocar te vas a dejar la piel y eso a mí se me da especialmente bien, lo de dosificar no lo llevaba ni con la orquesta. 

También he de decir que a nivel vocal está bastante bien repartido porque siendo 5, 6 o 7 cantantes puedes tener más tiempo de descanso en la actuación y menos desgaste.

En cuanto a los ensayos son muy parecidos, cuando uno sale de gira se prepara un setlist y las orquestas hacen lo mismo. Ha cambiado mucho el sistema. Yo cuando entré en Dominó había 500 temas en el repertorio que podían caer en cualquier momento, ahora los repertorios son cerrados, primero por una cuestión de agilidad a la hora de montar todo, y por otro lado que los apoyos que llevan la mayoría de las formaciones, en algunos casos obscenos, hacen que no puedan salirse del guión establecido.

- ¿Cómo conociste a Manuel Ramil?  ¿Cómo fue trabajar con él?

- A Manu lo conocí en el camerino de La Riviera. Estábamos esperando para salir a actuar con Avalanch y nos juntamos en el camerino de Avalanch mi amigo Jorge Rodríguez, Manu Ramil y yo, porque en el camerino de invitados nos sentíamos extraños entre tanta cara conocida para la mayoría, Carlitos de Mago, Leo Jiménez, Angel de Tierra Santa, Tete Novoa, Zeta… y así empezamos a hablar y desde el primer momento hubo conexión. Ahí nos dimos cuenta que prácticamente éramos vecinos, vivíamos a 4 km, así que empecé a trabajar con él en un proyecto de canciones por encargo donde yo era una de las voces en cartera. Lo cierto es que poco o nada tenía que ver con el metal, pero lo pasamos muy bien haciendo cosas diferentes y además es muy fácil trabajar con Manu. 

Lo que sí me quedé con ganas de grabar algo en Tercera Planta Estudios… quien sabe si ahora en esta nueva etapa habrá oportunidad.


- Tuviste un papel en la grabación del dvd en directo en Avalanch, con “Pies de barro” y, también, te hemos visto con la banda en Sir Lauren´s participando como invitado en su acústico. ¿Cómo surgieron esas colaboraciones?

- Siempre he sido muy fan de Avalanch, es una de las bandas que marcó mi adolescencia y mi primera incursión en el power metal. Tuve la suerte de conocer a Alberto Rionda porque Roberto Junquera, ex-teclista de la banda era uno de mis jefes en Grupo Taxi, y así le propusimos colaborar en un tema del disco de Jíbaro que aceptó sin dudar. En él también colabora Ramón Lage. Luego me apunté a clases de guitarra eléctrica en Llanera que impartía Alberto y ahí empecé a tener una relación más cercana con él. 

Luego me ofreció formar parte del equipo docente en la escuela que él dirigía en Oviedo, como profesor de canto, y acepté. Y así seguimos hasta hoy día trabajando juntos. De hecho, está colaborando en las composiciones de mi primer trabajo en solitario. 

Esta relación tan cercana con Alberto me ha llevado a cantar en directo con Alquimia, y con Avalanch, a grabar coros en algunos discos, e incluso formé parte de sus invitados cuando tenía el polémico canal de Youtube.

- ¿Opinas que el “Ángel Caído” es de lo mejor que ha parido el metal estatal en las últimas décadas?

- Sé que me va a caer la del pulpo pero le tengo tanto cariño a “Llanto de un héroe” como a “ El Ángel Caído”, pero sí he de reconocer que la primera vez que escuché aquel disco en el local de ensayo de Exkalibur fue algo que no se me olvidará jamás. Casi recuerdo hasta el olor del momento… ja, ja, ja… 

Era la combinación perfecta, soy muy fan de Víctor, yo fui de los que me enfadé cuando escuché por primera vez aquel radio edit de "Lucero" con Ramón presentándose. Luego he de reconocer que me fue ganando poco a poco y reconozco que cada uno tiene su personalidad y los dos son unos cantantes geniales.

- Vemos que parte de tu carrera ha estado ligada a la presencia de Jorge Rodríguez (batería de Aneuma). ¿Cuándo os conocisteis? 

- Pues con Jorge me une que nos criamos juntos, jugamos juntos, vivimos nuestro primer grupo juntos, salimos de juerga por primera vez juntos, puede decirse que es de mis mejores amigos, luego la distancia hace que pierdas el contacto, pero sabemos que si levantamos el teléfono ahí estaremos. 

La de aventuras que habremos vivido juntos… Y siempre que nos distanciamos un tiempo la vida nos vuelve a juntar. 

Ahora estoy muy contento por él porque está teniendo un momento dulce en lo musical con Aneuma, Sound of Silence y ahora volverá con Escuela de Odio cuando Pirri, al que aprovecho para mandar un fuerte abrazo y deseando volver a verlo en los escenarios, esté de vuelta. Además, compartimos escenario con Bras Rodrigo y su Imperio Celta.

- Hemos visto que las Jam Sessions 2.0 de Small Dreams (Oviedo) se ha convertido en algo más que un punto de encuentro de músicos. De este espacio surgen proyectos, acuden ojeadores para buscar músicos para sus bandas. ¿Cómo nació aquí el proyecto Aeternal Queen en el que te metes en el papel de Freddie Mercury? ¿Tendrá continuidad?

- Pues aunque no está todavía publicado te puedo ofrecer en primicia que en diciembre visitaremos Gijón. Estamos preparando lanzamiento de redes sociales y demás historias para empezar con la promoción. Así que la respuesta a la segunda pregunta ahí la tienes.

Y en relación a cómo nace el proyecto, pues en una de las Jam tuve el honor de compartir escenario con Angel Miguel, que es para mí el descubrimiento del 2024. Y haciendo "Hammer to Fall" nos miramos y fue como si nos leyéramos la mente. Hubo conexión desde el minuto 1. Ese mismo día me preguntó qué me parecería hacer una noche homenaje a Queen y de ahí empezó a crecer la bola, “¿Qué tal si hacemos el setlist de Magic Tour?”, ¿qué tal si en lugar de hacer una noche entre todos lo hacemos con un grupo?”, “¿qué tal si lo hacemos en la sala Gong?”, y de pronto el proyecto que parecía de corto recorrido ahora se pone interesante.

- Tengo curiosidad por saber si participas en el Tributo Rock de Luarca, o si de alguna manera formas parte de la organización. ¿Qué me puedes contar?

- El Tributo Rock de Luarca comenzó allá por 2012 como un homenaje a todas esas bandas de Rock en español que nos marcaron la infancia y que gracias a ellos amamos esta música. 

Durante estos años la fiesta, que empezó siendo organizada por varios amigos todos relacionados con la escena de la zona, evolucionó de tal manera que ahora ya tiene una asociación que se encarga de trabajar para que cada año pueda realizarse sin necesidad de depender de un capital a aportar por un agente externo. 

Mi padre forma parte de esta asociación y se puede decir que es el veterano en la materia porque participó en todos los Tributos, si no en la organización, desde el escenario. 

Ese día en Luarca huele a Rockanroll desde la hora del vermut donde otros años tuve el honor de abrir con DeLorean, y es una fecha ideal para visitar Luarca y vivir una jornada con toda la familia donde se puede ver desde grupos de niños hasta los más veteranos como mi padre encima del escenario. 


- ¿Te veremos este año en el Unirock? 

- Por supuesto. Por desgracia con el trabajo en la orquesta me perdía eventos no solo familiares sino también de otro tipo como Unirock o el Tributo en Luarca. Ahora tengo mas tiempo para poder disfrutar no solo de la vida sino de la música, así que eventos como Unirock son para no fallar.


- ¿Qué esperas aportar a Argion? Aparte de toda esa experiencia que atesoras.

- Pany y yo tenemos un registro diferente, es obvio que algo vamos a modificar las canciones en ese aspecto pero tratando de mantener la esencia y respetando al máximo los temas. En todo lo demás lo que puedo aportar es la ilusión de estar en el proyecto de mis sueños. En algo grande que vi crecer desde la distancia y ahora seguiré viendo crecer desde dentro ayudando y aportando todo lo que sé para que Argion esté en lo más alto.

Tenemos muchos retos por delante. Pero hay que tener siempre los pies en el suelo para poder seguir creciendo y para seguir aprendiendo, algo que con los años te das cuenta. Que cuanto más sabes menos inteligente te crees… y nunca dejamos de aprender. Así que tocará seguir aprendiendo y estoy seguro que se va a reflejar en los directos de la segunda parte de la gira de "Lux Umbra".

- ¿Habrías esperado un escenario más ideal, en Luarca nada menos, tu casa, para ser presentado en Argion?

- La vida, a veces, tiene estas cosas. Como curiosidad te diré que la lesión que tuve actuando fue en Luarca. En Dominó mi querido Ruku me decía “la voz de Luarca”, llevo Luarca por bandera allá donde voy así que te puedes imaginar cuando me dijeron que la despedida y presentación sería en mi pueblo.

Delante de mi familia, mis amigos, mi gente… no se puede pedir más. 

Es una señal, estoy seguro que Argion vamos a vivir cosas muy grandes.


- ¿Qué grupos sueles escuchar en casa?

- Soy muy de clásicos, pero te puedo decir que lo último que estoy escuchando más a menudo es Falling in Reverse, Ghost o Gojira. Me gusta el metalcore, el rock progresivo, el power metal… He de reconocer que no tengo un grupo favorito desde hace muchos años. Ahora puedo escuchar desde clásicos hasta lo último de mis colegas gallegos Hour Glass… todo me sirve. De todo aprendo un poco y a eso hemos venido.


- ¿Cómo ves la “escena” musical asturiana?

- Si te soy sincero soy de los que ven el vaso medio lleno. ¿Qué quiere decir esto? Pues que podría estar mucho peor, pero creo que poco a poco vamos volviendo a poner las guitarras eléctricas en el lugar que les corresponde y no es, precisamente, guardadas en su funda. El público que ves en las salas es mayoritariamente mayor pero ya estamos viendo más gente joven de la que veíamos. Creo que todo en la vida es cíclico y está llegando el momento de darle la vuelta a esto para que vuelva a ser lo que era. 


Muchas gracias por contestar. Esperamos verte pronto sobre un escenario.

© Diario de un Metalhead 2024.

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