📝 📷 Jorge López Novales.
Fin de semana intenso en Gijón. El sábado 21 era el último día del Tsunami Xixón, y la organización quiso dedicar una jornada más orientada al heavy/rock, tras dos días con una programación que no saciaría la sed de los visitantes de esta página web.
El plato fuerte era, evidentemente, Scorpions, pero se quiso extender la duración del día con una sesión vermut, en la que se dio la oportunidad de brillar a dos bandas locales. Fue algo de última hora. Y, a pesar de que se hizo en La Laboral, mucha gente se pasó por aquí.
Leather Boys o Drunken Buddha hubieran brillado mucho más siendo teloneros de Scorpions. Drunken Buddha tiene más costumbre de lidiar en plazas grandes, y Leather Boys, seguro, acabarían engatusando a más de uno con su desparpajo.
Sobre las 12:30 arrancamos en un ambiente familiar con DB. Vamos de cabeza al sonido de las grandes bandas de los 70; un sonido lleno de contundente hard rock. Suena “March To Dementia”. Su vocalista Michael Arthur Long estudió el terreno para sus habituales fechorías, saltos y demás; no estaba muy convencido porque el escenario estaba integrado en la estructura de la laboral. Teníamos un techo bajo y vallas a poca distancia del escenario. Eso no impediría que ejecutara dos arriesgados saltos en el tramo final.
Los demás no necesitan competir en protagonismo con Michael Arthur Long. En algún momento dado, acaparan miradas en interpretaciones frenéticas. Sí, una de las fortalezas de la banda es el directo. Uno no sabe donde mirar, o por dónde le van a salir si eres un neófito en sus conciertos.
“Sea of Madness” es abordada de forma impecable. Diego Riesgo, con su guitarra, acapara protagonismo sin histrionismo, ofreciendo un sonido natural que embelesa a la concurrencia.
Mario Herrero, siempre presente, tiene su máxima expresión en la interpretación con el teclado en “Hang´em High”.
Kai estaba a la sombra, alejado del protagonismo, pero se sentía cada uno de sus golpes a la batería. En conjunto, una maquinaría bien engrasada.
Hubo tiempo de rematar con su versión de Deep Purple “Highway Star”, que nunca desentona con lo que la banda ofrece.
Turno para Leather Boys. Tenían que resarcirse del Valadouro y ofrecer una versión extendida de su setlist.
Los avilesinos son conscientes de sus carencias. Es más, explotan este factor para magnificar su espectáculo. ¿Carencias? ¿No queda un poco feo? Ellos lo admiten sin ningún pudor. Pero, ¿hasta que punto es verdad que no ensayan? Porque, si es así, suplen de sobra eso con complicidad en el escenario. Tampoco esperes virtuosismo, sino diversión.
Había novedades en la banda. Álvaro, Leather Salvation, (siempre es bueno contar con un buen banquillo) vino a echar una mano a la banda. Chema Bretón, “Leather Pig Rocket”, se despedía tras finalizar la excedencia por paternidad de Leather Dirty Duke. En el pequeño escenario teníamos a tres guitarristas.
Leather Sex convirtió una sesión familiar en una sesión elevada de tono con sus consignas. No podíamos esperar otra cosa.
Hubo momentos para ponerse serios como con “Fly free (Blacksmith)” dedicada a la memoria del padre de Leather Sex.
Llega el caos final "R´N´R Blojob". Apartan las vallas y derriban las fronteras con el público. Llega el cuerpo a cuerpo de Luismi y Paul.
Los que no conocían a ninguna de las dos bandas se fueron contentos. Para muchos, el día no había hecho más que empezar, y lo hacían con merch de Drunken Buddha y Leather Boys bajo el brazo.
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