📝📷 Jorge López Novales.
Poco antes de partir hacia Alemania, teníamos alguna fecha reseñable. Hoy toca hablar del regreso de Sküld a Carving Surf de San Esteban. El concierto del año pasado casi rompe, literalmente, con todo. Por suerte, nos dejaron volver.
Algo debió sentarme mal durante la comida (la celebración de un cumpleaños). Llegué algo mareado a San Esteban, pero debió ser por la conducción de Rheme (mi chófer en este día).
Teníamos una buena jornada por delante. Fue una buena excusa para los reencuentros en un buen ambiente. La lluvia hizo acto de presencia, tras la actuación de la banda. Así que no hubo retrasos.
Esta vez el escenario se pegó al establecimiento del Carving por lo que estaban amparados por un toldo.
Arrancamos con una buena presencia de público. “Love Machine” de W.A.S.P. no falla para arrancar. Las versiones están tan “Skullizadas” que un profano no sabría diferenciarlas de temas propios.
Llegamos con un tema propio “Lágrimas de Freya”… Pero, un segundo, ¿quiénes son Sküld? Es una banda de heavy/rock afincada en Puerto de Vega que alternan temas propios y versiones que han pasado por un tamiz eléctrico. Donde quiera que vayan son embajadores del Unirock (un festival del que hablaremos largo y tendido en su momento).
La primera “Perversión” al uso tardó un poco en llegar, “Wonderful Life”, que encadenaron con “Zombie”. Han incorporado la versión de Abba que presentaron en el Perversiones de este año “The winner takes it all”, que ha venido para quedarse.
La energía que desprenden es contagiosa. Los fanáticos de la banda repiten una y otra vez. Y se ven nuevas caras que acaban cayendo en la trampa.
Empujados por el carisma de Lorena, Sküld afrontó uno de sus setlist largos. Jugaron un poco con el orden habitual de los temas. No se dejaron nada en la recamara: “Last in Line”, “Poison”, “Ace of Spades”, “Toxicity”…
Pronto la barrera con el público se hizo inexistente. Hasta llegué a ver mosh con sillas, a Lorena sobre una silla, a los dueños de este establecimiento cantando…
¿Fallos? No sería yo el que los apreciase ese día.
Tuvimos a Pedro Pravia colaborando con ellos en “Flight of the Icarus” (Iron Maiden). Lo veo como uno más, no como una colaboración.
Todo finalizó con el caos de “No hay tregua”, y tocaba recoger todo bajo la lluvia.
No acabaría la noche: tendríamos que celebrar el cumpleaños de Chinky (guitarra) y Pedro como se merecía, aunque ellos no se lo esperaban.
Creo que fue uno de los conciertos de Sküld que más he disfrutado y quiero que se pongan con el segundo disco de una puñetera vez,
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