Belén Fernández.
Ya teníamos ganas de hacer que DIARIO DE UN METALHEAD regresara a uno de los festivales metaleros de más prestigio de Portugal, pues desde 2017 que nadie de esta casa había podido volver.
Un festival que desde finales de la década pasada viene registrando unas buenas asistencias de público, con unos carteles muy interesantes y unos precios realmente asequibles, si lo comparamos con los del resto de la península. El festival tiene capacidad para 7.000 personas por día y en los últimos años venía registrando unos buenos números de asistencia, pero este año, con un cartel un poco más reducido que otros años a mi entender, se quedó un poco más flojo de público. Sea como fuere esto no le importa a un público fiel y muy identificado con el festival, que ve cómo puede disfrutar cómodamente de grandes bandas como Overkill, Epica o Blind Guardian de una manera que difícilmente podría en un festival de gran formato. En las otras dos siguientes partes de la crónica os revelaré más curiosidades sobre el festival.
VIERNES.
Comenzamos con MEGGERA, grupo brasileño que se apoya en los brazos de la tradición más pura de su país, con sonidos thrash por el que asoman sonidos más alternativos, como si una mezcla de los sepultura pre y post roots se entrelazara con los Ratos de Porao, en un sonido con mucha distorsión y mucha energía. No los conocía y me causaron una gran impresión en directo. El sonido fue mejorando desde el inicio y terminó teniendo una gran pegada. Solo tienen un disco y varios sencillos, pero creo que darán que hablar en el futuro.
Antes de seguir quiero comentar que el festival ha pasado de dos escenarios a uno, y eso está bien si no quieres rellenar por rellenar con bandas innecesarias, pero es cierto que te deja un poco frío entre concierto y concierto, con quince o veinte minutos de cambio en algunos casos y más con los cabezas de cartel. Sobre todo cuando en vez de poner música para entretener al personal suena en bucle un video publicitario de la región de VAGOS, que de cara al espectador no es atractivo; pero si al final entra dinero de los estamentos públicos gracias a eso bienvenido sea.
Era la hora de TOXIKULL, grupo portugués de heavy metal en activo desde 2016 y que basó su concierto en sus dos discos, "Cursed and Punished" y "Under the southern light". Divertidos y con tablas dieron un muy buen show, heavy clásico con ramalazos cañeros que quieren asomarse al thrash por momentos, y con elementos tradicionales que te trasladan desde los JUDAS más ochenteros a grandes del metal europeo como ACCEPT. No ofrecen nada que no hayamos visto ya, pero sin duda están trabajados y te hacen mover el cuerpo. Como curiosidad, antes de acabar nos fuimos a la furgoneta a hacer un descanso, y me pareció desde la lejanía que sonaba una versión de "Iron fist" de Motörhead.
Nos saltamos a NERVOCHAOS y entramos directamente para ver a los italianos ELVENKING y su folk-power metal. Primera que vez que veía a la banda que está a punto de cumplir 25 años de la edición de su primer disco, casi nada. Por una parte me parecieron un grupo sólido, profesional, en el que se notan los años de experiencia y tener un proyecto bien definido, por otro es un estilo en el que me he quedado atrás, me cuesta aceptar power metal de este siglo, lo reconozco. El violín no es un elemento que me disguste, todo lo contrario, pero cuando lo tienes en el escenario y tiene tan poco peso en el sonido, una de dos, o es un fallo técnico de la mesa o es que al final lo quieren tener en el escenario más por apariencia que otra cosa. Como no los he visto más veces no puedo opinar al respecto, pero creo que es una pena que las melodías de ese instrumento queden tan relegadas. Aun así la recepción del público fue muy buena, se ve que tienen una buena legión de fans, y estuvieron cantando y bailando todo el concierto. Les doy un bien alto, buena banda.
Primera sorpresa realmente grande del festival, DYNAZTY, banda de heavy metal más cercana al hard rock que otra cosa y suecos; asunto que suele implicar que juegan a otro deporte completamente distinto del resto del continente. Que pedazo de banda, musicazos de un nivel increíble, haciendo demostración de ello durante toda su actuación, ritmos pegadizos con sonido de banda cabeza de cartel, y por si fuera poco el cantante Nils Molin, que es un auténtico animal, tirando registros arriba y abajo, sin fallar ni una nota, ni medio semitono y con un carisma como front man que hizo que tardara media canción en meterse a cerca de 3000 personas en el bolsillo. Con ocho discos a sus espaldas la selección del set list hizo recuerdo a sus últimos cuatro discos, poniendo más énfasis en su "Final Advent" de 2022, con temas como "Power of will", "Natural born killer", "Yours", "The human paradox" o "Heartless Madness". No les pasó factura ni la ausencia de su bajista habitual, baja cubierta por Joakim Agnemyr como si un miembro de pleno derecho de la banda se tratase. No olvidéis a esta banda si tenéis ocasión de verla.
Llegaba uno de los momentos esperados del fin de semana, INSOMNIUM (foto superior), histórica banda de death metal melódico finlandesa, y que todavía no tenía el placer de haber visto en directo hasta la fecha. Cabe reseñar que Ville Friman no pudo acudir al concierto, lo cual fue una pena, pero su sustituto cumplió a la perfección. El inicio fue un poco decepcionante, Insomnium es una banda donde a parte de sus dotes técnicas lucen sus atmósferas, sus melodías casi melancólicas, y en ese momento no tuvimos el sonido necesario como para meternos en ambiente. Decidimos avanzar unas cuantas filas nada más que terminó la primera canción, que fue "1696" de su último disco. Acierto total, el cambio de sitio acompañado de que el técnico de sonido empezaba a dar con la tecla, hizo que empezáramos a recibir lo que esperábamos, sonidos oscuros, melodías que te envolvían y te hacían viajar por sus historias. La voz de Niilo Sevanen es un auténtico prodigio, que graves y que profundidad, y a la vez que sonido más limpio; poco a poco nos dejábamos llevar por esos sonidos hasta quedar con los ojos cerrados, moviéndonos casi con ligero el aire que soplaba en el recinto. Sonaron de su último disco "White Christ", "Lilian", "The witch hunter", y un buen recital de clásicos, como "One for sorrow", "Mortal share", "The Primeval Dark" o "While we Sleep". El cierre de concierto fue para una canción de su anterior disco "Heart like a grave", en la que nos metieron directamente en la tumba, en un viaje de sensaciones increíble, una pena que tuviera que terminarse el concierto. No sé si la gente echó de menos algo más de velocidad en el final, pero nosotros lo gozamos a lo grande.
Descanso, cerveza y a prepararnos para ver una vez más al gran Bobby “Blitz” y sus OVERKILL (foto de portada). Este animal escénico con el que no pudieron ni el cáncer ni los infartos ni las neumonías, es uno de esos seres que destilan autenticidad por los cuatro costados, tanto él como su fiel compañero “D.D Verni” al bajo. Está claro que la voz estridente de Blitz, lo es cada vez más, pero no pierde un ápice de fuerza ni de energía. Vi a la banda a un gran nivel, y si me apuras a mejor nivel que hace unos pocos años, con un gran sonido, con empaque y profesionalidad, y lo mejor de todo sin perder el estilo, siendo fiel a sí mismos y siendo estandartes del auténtico thrash metal, como TESTAMENT o EXODUS, sin convertirse en la parodia que se han convertido otros. Es evidente que Bobby ya no puede tener la misma electricidad que antes, y que a sus años ya no va a volver a ser el torbellino que era, pero asumiendo eso y poniéndolo en la balanza solo se puede decir que la banda regala un show repleto de emoción, de energía y que te hacen recordar los años más grandes de la banda. El mejor resumen lo dice el propio Blitz en directo: “vais a estar cagando balas toda la semana”, más claro agua. Los de New Jersey hicieron un set list que recorría toda su discografía, con tres temas de su último disco "Scorched", "Wicked place" y "The surgeon". Qué decir del resto de temas, lágrima tras lágrima, "Bring me the Night", "Electric rattlesnake", "Hello from the gutter", "Coma", "Horrorscope", "Long time dyin’", "Ironbound", "Elimination", y para terminar dos pepinazos, "Hammerhead" y "Rotten to the core". Una maravilla de set que hizo las delicias de todo el público asistente. Por cierto, el de Vagos fue el último concierto de Jason Bittner a la batería, del cual esperamos un buen reemplazo, y no será fácil. Muy buen sabor de boca el que nos dejó el grupo en Portugal.
Para terminar faltaba el remate de la noche, con UADA, la banda de black metal de Oregon, que a pesar de tener solo tres discos y llevar en la escena apenas diez años ha escalado posiciones entrando en casi todos los festivales del mundo y teniendo gran repercusión. Tienen una estética muy cuidada, a la vez que muy minimalista; ya los había disfrutado dos veces, y puedo decir comparando que no se salen del guión. Tanto el sonido como la puesta en escena son evocadores, y te hacen entrar en trance con sus riffs machacones y sus distorsiones. Tuvieron un inicio donde el sonido no comenzó como se esperaba, pero una vez calentaron el concierto fue notable. No soy especialmente fan del género, pero sí que me gustan los grupos que son capaces de generar unas buenas atmósferas que van más allá de las melodías, los solos, o las capacidades técnicas, y UADA en eso son muy buenos. Temas largos donde se concatenan múltiples estructuras, como mini historias dentro de una misma canción, y donde su pose también ayuda a que te creas lo que te venden. Sin duda una de las mejores bandas del genero actualmente. El set list fue "Snakes & Vultures", "Djinn", "In the absence of matter", "Retraversing the Void", "Cult of a dying Sun" y "Black autumn", "White spring", haciendo un pequeño repaso a su corta trayectoria. Fieles a su estilo llegaron, contagiaron, y se fueron casi sin decir ni gracias, así son y así han llegado hasta aquí.
Con esto terminamos el primer día del VAGOS METAL FEST, continuará…
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