miércoles, 8 de septiembre de 2021

IRON MAIDEN: Senjutsu - 戦術 (Parlophone, 2021) UK.

 

Por Larry Runner.

Por fin. Parecía que nunca iba a llegar, pero ya está aquí el disco más esperado del año. El álbum del que todos opinan incluso sin falta de escucharlo o como he llegado a leer, habiendo “aguantado un minuto con él puesto”.

Sólo hay una banda que supere a los “entendidos” en redes sociales cuando se trata de opinar sobre ellos incluso sin tener ni puñetera idea de lo que se habla. Sí, es Metallica, que con cada movimiento demuestran que juegan en otra liga como dicen los Lujuria “joda a quien joda”.

“Senjutsu” está en mis manos, en formato físico. En mi caso me decidí por el box digibook, aunque el álbum ha salido en tantos y tan distintos formatos como para volverse loco. Y eso que el de 500 euros exclusivo para la gente del fan club no ha tenido demasiada repercusión fuera del círculo de los más fanáticos. 

“The Writing On The Wall”, con música de Adrian Smith nos abrió el apetito. “Stratego”, el segundo, firmado por Harris, aumentó mi hambre. Si todo iba a ser así, “Senjutsu”  podía ser maravilloso. Al final, el resultado es bastante bueno, pero no, definitivamente no es un disco top de la discografía de Iron Maiden, aunque sí lo va a ser de entre todos los que salgan este año, porque un disco de The Irons es mucho más que un conjunto de canciones.

Y es que la banda cuida hasta el más mínimo detalle antes de sacar un producto a la calle. Nada se deja al azar, y con cada trabajo el grupo se inventa hasta una tipografía que a los que maquetamos y diseñamos cosas nos encanta guardar para utilizar más adelante con aquellos que viven en el mundo de la Arial. Aún no dispongo de la tipografía de “Senjutsu”, pero me encanta, y ya desde aquí le voy dando las gracias a Ruth Rowland por ello. Toda la vida ha diseñado para primeros artistas. Ahora a su currículum incluye también a una banda heavy metal. El nombre de Iron Maiden se suma al de artistas de la talla de James Blunt, Simple Minds, Donna Summer, UB40, Enya y hasta el mismísimo Elvis Presley. Lo dicho, nada se hace a la ligera cuando se trata de Iron Maiden. Detalles que pasan de largo cuando uno se piensa que la música es un cutre mp3 a 128k, algo que no se tiene en cuenta aunque luego uno se atreva a hablar de “mierda de producción”. ¿De qué producción te atreves a hablar escuchando un mp3 modo basura? En fin ...

La portada puede gustar más o menos. A mí me parece alucinante, teniendo en cuenta además que no viene sola, porque son muchos los diseños del Eddie japonés que aparecen en las distintas ediciones. Sobresaliente labor de Mark "The Tinkerer" Wilkinson y su colaborador Michael Knowland. A nivel de imagen todo lo que rodea a este disco, portada, diseño interior y demás parafernalia, supera a todo lo que vayas a encontrar en el mercado en los próximos años con creces. Compré la camiseta en cuanto la vi, antes incluso de haber escuchado el disco entero. Todo el rollo japonés me ha enamorado. No quiero pensar lo que puede significar para sus fans nipones. Tiene que ser la leche. Sólo ellos podrán superar algo así en el futuro. Ni Kiss ni leches. Seguro que alguno ya se ha tatuado la nueva versión de Eddie. ¿Ya tenéis la birra Senjutsu? Pues la hay. De momento sólo en UK. Maldita Sea.

 

Tras contar todos estos detalles que necesitaba recalcar, vamos con lo musical. 

Una vez más Iron Maiden ha trabajado en el parisino Studio Guillaume Tell trabajando codo con codo con Kevin Shirley a los mandos. Según ha contado Bruce Dickinson en varias entrevistas, se plantaron allí sin tener las canciones terminadas del todo, componiendo partes incluso en el mismo estudio. La fórmula fue empleada por Metallica en su día con “St. Anger”. El resultado ya lo sabéis. Pues bien, los de Londres han hecho lo mismo. Error. Y es que hay canciones en este disco a las que creo  sinceramente que les sobra minutaje y en las que el grupo llega a divagar con ideas instrumentales progresivas que se hacen bastante plomizas y repetitivas. No esperábamos un "The Trooper", desde luego que no, y estas alturas de la vida ya no me importa que las canciones sean largas, pero de serlo han de ser totalmente brillantes como casi todas las de “The Book of Souls”. Tras escuchar una y otra vez el álbum en buenas condiciones, tengo que decir que “Senjutsu” no supera a su predecesor, diga lo que diga Mr. Dickinson en sus entrevistas. No es verdad y no recularé en esta afirmación. 

Ojo, no critico que las canciones sean largas, digo que lo son sin necesidad, repitiendo ideas en exceso. Si fuera por canciones largas a ver quién es el guapo que se hubiese nunca tragado un álbum en vivo de Rainbow. Por otra parte, a pesar de la duración de algunos temas, no hay una sobrada como aquel “Empire Of The Clouds” de su anterior disco, tema que con el paso del tiempo me parece lo peor de la historia de la banda a pesar de que “The Book Of Souls” ha sido el disco de Maiden que más he escuchado desde su publicación.

“Senjutsu” no está musicalmente lejos de “The Book Of Souls”. Quizás sea un poco más progresivo en general, pero es casi una evolución natural de su predecesor. La misma “Senjutsu” recuerda al “Shadows of the Valley” con ese deje Purple de la época de “The Battle Rages On”. Y es que, ojito, The Irons han vuelto a tirar de teclas sin cortarse, algo que teniendo tres guitarras quizás no fuese tan necesario. Canciones como “Lost in the Lost World” o “The Time Machine” bien podrían ir en el anterior álbum. Por contra, temas como “Stratego” son más directos, más genuinos. “Death of the Celts” es distinta, pues es una descarada segunda parte de “The Clansman”, aunque es peor que aquella por ser menos directa y más progresiva.

Separaría y destacaría sin duda a “The Writing on the Wall”, con ese riff tan hardrockero, tan yankee que se ha currado Adrian Smith y que no puede ser más que fruto de sus vivencias por los Estados Unidos en compañía de Richie Kotzen, con quién publicó su maravilloso álbum conjunto. Señalaría como flojas y quizás un poco plomazos a la eterna “The Parchment”, la somnolente “Hell on Earth” y a “Darkest Hours” una canción en la línea de lo que hacía Dickinson en solitario antes de su retorno a Maiden y que estaría a la altura para un disco como “Accident of Birth”, pero no para un disco de Iron Maiden. Intros de las de Harris, bajos acústicos, y pocas guitarras dobladas de las de antes. Me faltan coros. Hace tiempo que borraron la forma de trabajarlos de antaño. 

En definitiva, Iron Maiden están por encima de lo que pueda decir la gente, críticos, etc. Hacen la música que les apetece y está en cada uno elegir disfrutarla o darles la espalda. Yo estaré entre los primeros, pero no pienso perder un segundo de energía en defenderlos, pues no les hace falta. Han vuelto a meter teclados, instrumentos acústicos y todo lo que les apetecía, pero en ese sentido, nada nuevo. Es lo que les pide el cuerpo hoy en día a unos músicos que superan los 60 años. No les exijas que hagan lo mismo que cuando tenían 20 años, porque si los conociste por entonces, fíjate en lo que eres hoy en día, que te queda de aquello, y seguro que muy poco. Su evolución creo que es bastante natural y su sonido en “Senjutsu” no difiere del de trabajos anteriores y no sólo de los de este siglo. Hay incluso estructuras que son increíblemente similares a las de canciones de años atrás. Dicen que los Judas Priest sacaron un álbum glorioso y es verdad. Pero si Iron Maiden saca ese disco les criticarían por repetirse. Fijo.

“Senjutsu” no me parece su mejor disco, por supuesto, pero tampoco el peor. Para eso tenemos “The Final Frontier” y el sobrevalorado “Fear of the Dark”, que son inferiores a los discos de la era Bayley de largo y peores que el injustamente denostado “No Prayer for the Dying”. Lo que sí tengo claro es que no supera a “The Book Of Souls”, que en contra de lo que muchos digan, era un discazo de impresión, salvo la citada chapa final de “Empire Of The Clouds”. De los dos discos (tengo la edición CD, las de vinilo me parecen una estafa) me quedo sin duda con el primero. El segundo probablemente se me vaya a quedar en el olvido con el tiempo. Soy de drogas musicales más intensas y movidas. Por eso me compre el "War Within Me" de Blaze Bayley, que es un disco perfecto de Heavy Metal y pura crema. Aunque muchos leerán esto y les dará igual porque crucificaron en su día al ex-Wolfsbane y jamás recularán. Allá ellos. 


Tracklist:
01 Senjutsu (Smith, Harris) 8:20
02 Stratego (Gers, Harris) 4:59
03 The Writing On The Wall (Smith, Dickinson) 6:13
04 Lost In A Lost World (Harris) 9:31
05 Days Of Future Past (Smith, Dickinson) 4:03
06 The Time Machine (Gers, Harris) 7:09
07 Darkest Hour  (Smith, Dickinson) 7:20
08 Death Of The Celts (Harris) 10:20
09 The Parchment (Harris) 12:39
10 Hell On Earth (Harris) 11:19

Line Up:
Steve Harris: Bass, Keyboards.
Bruce Dickinson: Vocals.
Nicko McBrain: Drums.
Adrian Smith, Dave Murray & Janick Gers: Guitars.

Producer: Kevin "Caveman" Shirley & Steve Harris.
Mixed by Kevin "Caveman" Shirley.
Mastered by Ade Emsley.





© Diario de un Metalhead 2021. 

2 comentarios:

Pergamino dijo...

Como se nota que eres otro de tantos fanáticos de Maiden que vive obsesionado con Bon Jovi. Dais penita.

Diario de un Metalhead dijo...

Sinceramente, no pillo lo que quieres decir con tu comentario. ¿Bon Jovi? Te invitaría a mi casa a que vieras la abundancia de material que hay de esa banda, con auténticas joyas en vinilo. A día de hoy, los sigo escuchando mucho.Si doy pena, será por otra cosa jajaja. Saludos y gracias por leer.