Fotos: Jorge López Novales
Les vi el pasado mes de julio en Alicante y titulé aquella crónica como "Difícil de Olvidar". Ahora, dos meses más tarde, Angelus Apatrida pisó por fin las cuencas mineras de Asturias y aunque fuera sentado, la sensación fue de tenerlos a la puerta de casa fue aún mejor. Si lo de Alicante va a ser difícil de olvidar, lo del viernes en Mieres será directamente inolvidable.
Y es que a estas alturas uno presiente que ya quedan pocos conciertos con las alas atadas. Pocas noches pegado a una butaca. Es hora de despegar, de que nos dejen respirar, porque para nosotros los conciertos son oxígeno. Hemos sido obedientes y pacientes como nunca hubiésemos pensado, pero ya está bien. No puede ser que nos hayan dicho que nos vacunemos para tener libertad y que ahora sigamos igual. Es hora de volver a la normalidad, no a la nueva normalidad, a la real, a nuestra puñetera VIDA. Lo de Mieres fue increíble, porque tener a ANGELUS APATRIDA en casa es algo que llevaba esperando muchos años, pero si no hubiésemos tenido que estar sentados creo que habría sido apoteósico.
Aforo restringido a 225 plazas que volaron. Vaya desde aquí nuestro eterno agradecimiento a la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Mieres, que no para de trabajar y de hacer que estos tiempos sean más fáciles de llevar. Tener a los de Albacete en casa ha sido un placer enorme, porque sabíamos que ellos iban a cumplir y presentíamos que la parroquia metalera astur esta vez no iba a fallar. La velada fue magnífica. Aguantarse en la butaca ... complicado.
Mucho metalhead veterano pero también caras nuevas. También mucho público roquero que no estamos acostumbrados a ver en los conciertos metaleros, pero de esa gente, la mayoría músicos, que saben reconocer lo bueno aunque ejecute thrash metal guillotinero. Sí, muchos músicos presentes en la sala. Ojalá siempre fuera así. Si los músicos van a los conciertos, siempre se llenarán.
Sobre las tablas cuatro fenómenos motivadísimos, aunque es verdad que jamás defraudan. Disfruté el bolo más que el de Alicante. De mano estaba sentado mucho más cerca del escenario, y aunque eso signifique una desventaja a la hora de percibir la música, lo de verles en una distancia más que corta lo compensa con creces. Cierto es que con tanta intensidad el señor Ian Álvarez lo sufrió en la mesa para hacer que el teatro sonara bien, pero el resultado al final fue bastante decente. Desde mi posición en los dos primeros temas echaba de menos algo de volumen en la guitarra de Davish G. Álvarez. A partir de "Bleed the Crown", la tercera de la noche, la cosa ya fue cambiando.
Salieron a matar con "Indoctrinate" y "One of Us", sonando como la máquina engrasada que son hoy en día, dando la sensación de llevar un mes de gira, aunque haya sido imposible coger ritmo tocando en fechas de fin de semana. "Violent Dawn" fue mortal con el solo de Davish a todo volumen. Ahora sí, me decía a mí mismo. Difícil no volverse loco cantando a pleno pulmón acompañando a los coros a Jose Izquierdo y Davish en "We Stand Alone".
La recuperada para esta gira "Clockwork", me traslada a aquel viaje a Barcelona en 2012 acompañando a Absentia. Recuerdo cómo vibrábamos con aquel disco pasando por las afueras de Logroño. Seguro que Ian, ahora en la mesa, también se acuerda bien de todo aquello. Las vueltas que da la vida...
Contó Guillermo Izquierdo que "Give'em War" fue compuesta un 10 de septiembre, en el año 2007 para más señas. 14 añitos tiene la criatura y no ha perdido un ápice de interés y de frescura. Sonó gloriosa. Tanto como para de la que sales al baño no poder evitar darte un empujón con el primero que te encuentres por el pasillo. Allí estaba el Rochu de la Otero Crew, colaborador de esta casa, para servir de víctima. La próxima vez será de verdad. Estoy seguro. Y acompañada de muchos abrazos.
El final, fue idéntico al del concierto de Alicante, como en realidad todo el repertorio. "Sharpen the Guillotine" fue la penúltima. Se ha convertido en una de mis favoritas sin duda alguna. La clásica "You Are Next" cerró definitivamente una noche llena de caras felices encima del escenario y también debajo. Y es que no puede ser menos con un grupo que se lo deja todo y que no tiene un mal gesto con nadie. Púas, firmas, fotos ... lo que haga falta.
A la salida, cola en el merchan con un Pepe que sin duda alguna se ha convertido en una pieza más de una maquinaria thrashera que concierto a concierto va dando golpes en la mesa, seguida de otras bandas de su generación que piden paso a toda hostia. Bandas que van empujando a viejas glorias que empiezan a dar más que hablar por excentricidades extramusicales que por nuevos éxitos en forma de canción. El metal de este país tiene un futuro alucinante, pues la mejor generación de músicos que hemos tenido nunca empieza a mandar. Ya era hora.
Gracias a la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Mieres y a las promotoras Franel Rock Producciones y Apaga y Vámonos por hacer que un viernes lluvioso acabase de forma gloriosa y por sus facilidades para permitirnos trabajar. Aquí queda la crónica para Diario de un Metalhead, de momento, porque lo de ayer nos dio para mucho más. Pronto lo iremos desvelando.
Indoctrinate
One of Us
Bleed the Crown
Vomitive
Of Men and Tyrants
Childhoods End
Downfall of the Nation
Violent Dawn
We Stand Alone
Clockwork
End Man
Serpents on Parade
Give’em War
Versus the World
Sharpen the Guillotine
You Are Next.
© Diario de un Metalhead 2021.
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