martes, 10 de marzo de 2020

BRIDGE TO NOWHERE: Divine Tragedy (Rock Estatal Records, 2020)


Por Jorge López Novales.

Un viaje al infierno, pasando por el purgatorio, hasta llegar al paraíso. La banda madrileña Bridge to Nowhere ha dado un paso adelante dejado atrás la temática de ciencia ficción de “Wars of Alvameth” para sumergirnos en una de las obras más importantes de la literatura universal, “La Divina Comedia de Dante”.

De primeras nos encontramos una sobria portada. El logo de la banda y el título del disco en letras doradas sobre un fondo oscuro. No puedes usar tus prejuicios para aventurar a qué va a sonar lo que tienes entre las manos. El artwork del disco responde a la estética propia de la obra que se musicaliza, tanto en la gama de colores (negro con letras ocres y blancas, como en las propias ilustraciones que acompañan a las líricas. La primera ilustración que vemos es un retrato en grabado de Dante, obra de Paul Gustave Duré, que acompaña a la explicación del disco ante el que nos encontramos. Tanto este retrato como las otras tres ilustraciones que se nos muestran son los grabados que acompañaban al relato de Dante en su edición inglesa (The Divine Comedy, 1885) y es que el francés con su inquietante imaginación fue quien mejor supo materializar el universo del italiano en sus ilustraciones. Se nos presentan imágenes, una por cada reino, que anteceden a cada una de las secciones, aparecen en la página previa a cada uno de los primeros temas de cada sección, como si se tratase de la portada a cada capítulo. La primera es la ilustración es Inferno: noveno círculo, en la que vemos a Lucifer, rey del infierno inmerso en el hielo hasta la cintura, atrapado en la zona central del noveno círculo del Infierno. La segunda, Purgatorio: El gigante y la Ramera en el carro. Finalizan con El Empíreo, en la que Dante y Beatrize contemplan, desde el extremo del mundo físico, el Empíreo, las esferas de los ángeles del mundo espiritual y los tres círculos de la Trinidad divina.


En la ilustración final del libreto, encontramos un mapa de estos tres reinos de ultratumba, obra de Ana Rochas, vocalista de la banda. Este esquema de los reinos de ultratumba completa las ilustraciones del libreto y nos ayuda a comprender este viaje de Dante, guiado por Virgilio, en busca de la salvación o contemplación de Dios. 

Es muy importante contextualizar este trabajo. Sin ello no llegaríamos a entender la evolución que veremos en los nueve cortes que presentan las distintas escenas tras la introducción.

Si el artwork es cuidado no lo es menos la producción, realizada por Pablo Rouselon y Alex Cappa en The Metal Factory Studios. 

Bridge to Nowhere se autodefinen como dark melodic metal con influencias de bandas tan dispares como Pantera, Arch Enemy, Megadeth, Iron Maiden, Lamb of God, Paradise Lost… Yo no sabría decir qué papel juegan en cada uno de los temas de este trabajo, aunque vislumbro a Arch Enemy en los pasajes más duros y melódicos.

Siempre asociamos los trabajos conceptuales con un montón de músicos invitados, vocalistas interpretando personajes, interludios de pasajes instrumentales que dan forma a un disco con numerosos cortes. En ese sentido este trabajo se ha simplificado, tres temas para cada uno de los “escenarios”: Infierno, Purgatorio y Paraíso, en los que musicalizan una compleja obra literaria completa, la ya mencionada Divina Comedia. La única particularidad es que encontramos un bajista distinto para cada uno de esos pasajes.

El disco está planteado de la siguiente manera. Una introducción y tres episodios, “Inferno”, “Purgatorio” y “Paradiso”, que se corresponden con las tres cánticas en las que Dante estructura la que obra en la que se inspiran. Si en la Divina Comedia, Dante dedicada 33 cantos a cada parte, que sumados a los de la introducción sumaban 100, es decir, todo entrono al simbolismo del número 3, los madrileños mantienen esta evocación. Ya sea aludiendo a la Trinidad, al equilibrio, el silogismo o a la perfección del número, el disco tiene tres partes con tres canciones cada una. Mantienen estas alusiones al simbolismo del número, el conocimiento y el pensamiento, siguiendo la obra literaria original que narran las extensas letras. Tal vez sea esta inspiración en el poema, lo que hace que abunden los contrastes y mezclas, es decir: mezclan el idioma, el italiano original de la obra literaria con el inglés, lengua habitual de la banda madrileña; mezclan el estilo vocal, lo puramente lírico o voces claras con sonidos guturales. Ambas características son posibles por el amplio registro vocal de Ana Rochas, cantante a la que se entiende bien en ambos idiomas y cuyo timbre personal permite los cambios de voz.

“Nel mezzo del cammin dé nostra vita…” reza el comienzo del inquietante “The dark forest”, la intro que abre este trabajo. Es este el primer verso de La Divina Comedia.

Tras esta breve introducción llega el Infierno, que tiene los sonidos más oscuros, más contundentes hasta llegar al clímax de la sección con “The Devil’s Jaws”, tercera parte, donde se llega acentuar el death metal y aparece la primera orquestación, marcando que abandonamos el inframundo.

“Descent” es el primer corte del Inferno, en él se aluden a los tres primeros círculos del Infierno: Limbo, Lujuria y Gula. Se caracteriza por guitarras muy agresivas con una sonoridad que puede llegar a ser thrash pero que no rehúyen la melodía. Una voz agresiva lleva al gutural. Incluyen aquí pasajes en italiano extraídos del propio libro, en concreto los que pueden ser los versos más conocidos de la obra literaria, aquellos leídos por Dante en la entrada del Infierno:
Per me si va ne la città dolente,
per me si va ne l’etterno dolore,
per me si va tra la perduta gente.


Continúan los versos y Dante habla, regresando al inglés de partida,  con su maestro Virgilio con el que dialogará a lo largo de los distintos cortes, igual que hace en el poema. En su conjunto es un corte bastante atmosférico que nos transmite cierta angustia. El sólo es más heavy y rebaja la pesadez (elemento que se mantiene invariable a lo largo de los nueve temas). 

Continuamos el viaje por el inframundo con “Into the hell”, donde rebajamos un poco la intensidad de la caña. Este corte recoge los círculos cuarto (avaricia y prodigalidad), quinto (ira y pereza) y sexto (herejía). Es un engañoso descanso, donde todo parece ralentizarse, donde observamos el contraste de voces limpias y gutural, continuos cambios de tomo y ritmo. Todo el peso vocal se lo carga Ana Rochas a sus espaldas. Así encontramos pasajes que van desde el gutural hasta la lírica, que responden al diálogo entre maestro y discípulo, a los que se suma en ángel, Erinias y Plutus. Es muy complicado hacerlo creíble, eso dice mucho de la calidad que atesora Ana. Tampoco podría hacerse con composiciones instrumentales endebles que no llevasen a ninguna parte. Así pues, encontramos complejidad en ellas.  

Llega el clímax anteriormente comentado con “The Devil’s Jaws”, antes de llegar a una parte intermedia, el Purgatorio. En esta conclusión del Infierno las guitarras tienden a la melodía y se multiplica la unión de la voz gutural y lírica en melodía y coros. No encontramos saltos bruscos en la musicalidad, es un corte en el que no aparecen diálogos como tales y sólo en los dos últimos versos habla Virgilio. Aquí nos hablan de Lucifer y los tres últimos círculos; violencia y sus tres anillos, fraude y sus diez recintos y traición con sus cuatro rondas.

Nos adentramos en “Purgatorio” con “Regret”, un tema en el que destaca el gutural con gran agresividad. Este corte nos sitúa en el Ante Purgatorio. Un sonido fantasmagórico, con gran fuerza, como procedente de esa ultratumba de la que acabamos de salir. 

La banda poco a poco se va transformando en algo imbuido por metal sinfónico, que tras “Regret” llega claramente en “Seven”, donde se habla de los Siete pecados capitales (las siete Gradas en la obra de Dante). Alterna partes de gran energía con otras en las que el sonido tiende más a la melodía mediante la musicalidad que aportan las líneas del teclado. Este tema está salpicado por algo de power, aunque también podemos encontrar algo de groove metal. El tema finaliza con Virgilo susurrando unos versos en los que se despide de su alumno sin que éste llegue a oírlo. Nuestro paseo por el purgatorio, antes de ascender al Paraíso, concluye con “Rivers of Paradise”, el “Paraíso Terrenal” de la obra literaria. El tema parte de un sonido suave, muy tenue, que pronto recupera la energía. Nos vamos al tono menor para presentar a Beatrize, el gran amor del poeta a la que por fin encuentra, la única que es digna de conducirlo al Paraíso.

Llegamos por fin al Paraíso. “Ascent”, donde se musicalizan las siete primeras esferas (Luna-cambios y mutaciones, Mercurio-los ambiciosos, Venus-los amantes, Sol-los sabios, Marte-los guerreros de la Fe, Júpiter-buenos gobernantes, y Saturno-los contemplativos), recupera el sonido más rítmico, tanto en la base como en guitarras y voces. Aquí vemos claramente el juego de preguntas y respuestas que se había adelantado en temas anteriores, donde la voz lírica enuncia una frase que se ve contestada por guturales. Dante, libre de pecado habla con Beatrize y el Espíritu Santo en “Walking on the stars” tema que se desprende de parte de la agresividad anterior, con multitud de cambios de ritmo y orquestaciones que van ganando protagonismo hasta llegar a “Light”. Aquí nos narran la octava esfera (estrellas fijas) y el Primer móvil, Los ángeles (novena esfera). Reservan el último para hablar de El Empíreo y Dios, con un corte donde el registro vocal tiende a recordar al operístico -habla Beatrize como dadora de felicidad y beatificadora- característica reforzada por las instrumentaciones sinfónicas.

Es este “Divine Tragedy” una propuesta muy arriesgada. Somos muy vagos y habitualmente nos quedamos con lo primero que escuchamos, y ya si sumamos lo que nos gusta…. Seguro que si escuchamos “Light” decimos esto es muy suave o, en el caso de “The Devil’s Jaws”, un “esto es muy salvaje” puede determinar lo que creemos saber de la banda.

Este disco exige una escucha completa y ordenada, consciente de lo que tenemos ante nosotros. Normalmente somos nosotros los que exigimos a la música que nos transmita de inmediato. Pero merece la pena Bridge to Nowhere.

Temas
1. Intro: The Dark Forest 
2. Descent (Inferno)
3. Into The Hell (Inferno)
4. The Devil’s Jaws (Inferno)
5. Regret (Purgatorio)
6. Seven (Purgatorio)
7. Rivers Of Paradise (Purgatorio)
8. Ascent (Paradiso)
9. Walking On The Star (Paradiso)
10. Light (Paradiso)








© Diario de un Metalhead 2020.

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