martes, 19 de enero de 2021

ADVENTUS: Morir y Renacer (Duque Producciones, 2021).


Por Larry Runner.

Esta es una de esas reseñas trampa. De las arriesgadas. Y es que no es fácil escribir sobre el trabajo de unos músicos a los que quieres y admiras. Es complicado dar tu opinión de forma sincera y no herir sensibilidades. Pero Duque Producciones nos ha enviado el disco de ADVENTUS para que cumplamos con nuestro trabajo y no valen excusas. Así que ahí vamos.

Tras el abandono de los escenarios por parte de Warcry no fueron pocas las voces que clamaron al cielo por el regreso de sus músicos a la palestra cuanto antes. En Asturias era un secreto a voces de que algo se estaba cocinando con la figura de Víctor García involucrada en un proyecto donde Manuel Ramil parecía llevar la voz cantante. Meses más tarde los rumores se hacían realidad, los secretos se desvelaban. Adventus se daba a conocer, y no, no eran Warcry con otro nombre, pero viendo la alineación de la banda, es verdad que mucho de Warcry sí que había.

Tras darse a conocer con “Más fuerte que el dolor”, todo un acierto de hit, por fin llega a nuestras manos “Morir y Renacer”, el debut álbum de la nueva formación en la que encontramos hasta a cuatro músicos que forman o han formado parte de Warcry. 

Manuel Ramil a las teclas y composición, Víctor García a la voz, Alberto Ardines a la batería, Fernando Mon a la guitarra y Luis Melero -el único que no ha formado parte de Warcry- al bajo. Ellos son Adventus.

“Morir y Renacer” se abre con la épica introducción “Némesis”, donde escuchamos la voz de Jordi Boixaderas, actor de doblaje y la voz del "GladiaTor" Russel Crowe. Introducción épica  que invita al despiste, pues tras tal intro piensas en un disco de Power Metal al uso, y no, “Morir y Renacer” no es un álbum de esos, aunque algo hay, es mucho más.

“Dame una Razón” es la primera de las once canciones del álbum, temas que vienen todos firmados por el teclista Manuel Ramil, padre de la idea y que como persona inteligente que es ha sabido rodearse bien para sacar adelante un proyecto que por la calidad que aglutina no puede ser más que el resultado de años de trabajo. Ramil nos muestra en "Morir y Renacer" toda clase de suertes a los teclados, se queda más que a gusto, tocando de muy diversas formas y dando casi a cada canción una personalidad propia con su trabajo. A veces se muestra como solista y otras hace de colchón, pero jamás cae en la repetitividad, algo que se agradece. Y es que en "Morir y Renacer" no todo suena igual, lo cual hace que sea un álbum divertido de escuchar. Se lo debemos a Manuel Ramil. Bombástico cuando lo pide la canción, sensible cuando es necesario. Enorme trabajo el suyo.

Si alguien estaba esperando por un disco en onda Warcry, que se olvide. No es que no te vayas a acordar de la banda de Víctor García, estando él es imposible, pero musicalmente la música es bien distinta en prácticamente todo el disco.

Y es que al escuchar Adventus vienen a mí referencias escandinavas una y otra vez. Probablemente no sea algo hecho de forma consciente, pero eso está ahí, aunque Ramil baja la velocidad, y con ello la banda se convierte en única y enmascara un tanto ese sonido. Que la voz sea en castellano y que las canciones no vengan pasadas de revoluciones, algo de lo que suelen pecar los nórdicos, ayuda a que todo esté bien y suene más original.

No son pocos los nombres de las gélidas tierras del norte de Europa que vienen a mi memoria al escuchar las canciones de “Morir y Renacer”. Los Stratovarius post-Tolkki están en “Dame una Razón”. La magia de Alexi Laiho está viva en “Sólo uno más”, Los bombásticos Nightwish en “Dónde diga el Corazón” ... la lista sería larga. Eso sí, a diferencia de todos los citados nombres, Adventus no abusa de la velocidad. No ocurre nunca. Llevan todo a su terreno. 

“Agua en el Desierto” viene épica y exigiendo “a Víctor García un poco más. “Parte de tu vida” es un baladón de esos que emociona. La verdad es que las letras me parecen buenísimas, y si alguna te llega al fondo y hace que la sientas en primera persona, estás jodido. Puede ser muy cruel como lo es esta balada, que tras un largo pasaje de piano y voz explota con el resto de la banda entrando intensos apoyados en una buena orquestación producida por los teclados.

“Mas fuerte que el dolor” es directa. Sin duda alguna elegirla como single fue todo un acierto. Pegadiza, con una letra que enseguida recordarás, tiene una parte Helloween por medio que me encanta. “Luces y sombras” lleva un rollo más progresivo y quizás sea la que menos me gusta del disco, aunque el comienzo orquestal es la caña. Pero quizás si el álbum fuese todo en esta onda no me gustase tanto.

No veo la hora de poder verles en vivo para corear “No pudo ser mejor”, con Fernando Mon en plan estrella, deslumbrando en el solo en un tema Hard Rock que va un poco por libre. Temazo con un Víctor García inmenso sin falta de despeinarse.

Viene ahora la parte del disco que quizás más recuerde a Warcry. “A corazón abierto” transcurre a medio tiempo con una canción cantada tal y como reza el título, a corazón abierto. Para acabar “Sin Miedo” y “Trozos de Hielo” -con esas teclas a lo Jens Johansson- dejan por fin brotar el Power Metal que a buen seguro muchos esperarían aunque no en mi caso. Puede que con el paso del tiempo el disco acabe para mí en el décimo corte.

Tener a una voz tan enormemente carismática es salir a jugar sabiendo que vas a ganar. Víctor García es una apuesta segura, todos sabíamos que iba a funcionar. Sus seguidores rinden auténtico culto. Es lo que tiene poseer una voz única, que nos encanta desde los primeros tiempos y que forma parte de nuestras vidas y de la banda sonora de la mayoría de los metalheads que hoy en día van a festivales y conciertos en este país. El cantante toma unas líneas vocales mucho más relajadas que en Warcry, que exigen menos esfuerzo. Evidentemente se le ve cómodo, como a buen seguro estará cuando “Morir y Renacer” llegue al directo, si es que algún día la pandemia se va de nuestras vidas y esto llega a ser posible.

Definitivamente no es Warcry. Evidentemente a tu mente vendrá la banda de Víctor García por el tema de la voz, es inevitable, pero Adventus tiene un sonido muy europeo y desde luego más heavy. Personalmente me recuerda por momentos a algunas bandas ya citadas unas líneas atrás, pero también a otros como Ayreon o los mismísimos Symphony X. Sin duda el bagaje musical es enorme y Ramil se ha trabajado unas magníficas canciones con unas armonías preciosas y un gusto exquisito.

La portada es de Dani Alonso, el logo es de Gustavo Sazes y toda la responsabilidad a nivel de composición, producción, mezcla y masterización es cosa de Manuel Ramil, que fijo que cuando tuvo el disco en sus manos sintió una enorme felicidad. Y es que a buen seguro que esto es trabajo de muchos años y tenerlo terminado tuvo que ser realmente grande. Desde aquí enviarle nuestra más sincera enhorabuena y darle las gracias porque seguro que “Morir y Renacer” pasará a formar parte de la banda sonora de nuestras vidas. Y eso, amigo mío, es lo más a lo que un músico puede aspirar.

Grandes.

Line Up:
Manuel Ramil - Teclados y composición
Víctor García - Voz
Fenando Mon - Guitarra
Luis Melero - Bajo
Alberto Ardines - Batería

Tracklist:
1. Némesis (intro)
2. Dame una razón
3. Sólo uno más
4. Donde diga el corazón
5. Agua en el desierto
6. Parte de tu vida
7. Más fuerte que el dolor
8. Luces y sombras
9. No puedo ser mejor
10. A corazón abierto
11. Sin miedo
12. Trozos de hielo





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