miércoles, 18 de marzo de 2020

Las últimas migas de metal. LUJURIA + SKULD. Oviedo, 07.03.2020. Crónica y fotos.


Por Jorge López Novales.

Lo primero que hice al finiquitar la reseña del último disco “Somos Belial” de Lujuria fue preguntarme cuándo tendría la oportunidad de ver a la banda en directo. Al final fue Desván Management y FnR Promotora quien los trajo y nos puso sobre la mesa una noche de heavy metal, en la que los segovianos estarían acompañados de la buena gente de Skuld. Una propuesta de gran calidad que no tuvo la respuesta que debería, hemos de hablar en esta ocasión de una mediana respuesta del público. Algunos dirán que superar el centenar de personas en una sala ya es toda una proeza en estos tiempos. No deberíamos conformamos con eso y deberíamos haber dado un aspecto más presentable a la Sala Sir Lauren´s que tiene capacidad para unas seiscientas personas.


Skuld fue el refuerzo local. La banda ya cuenta con unos peligrosos incondicionales entre los que me cuento. Chinky, guitarrista de Skuld, me contó que estaban muy contentos de cómo sonaba la sala, yo jocoso repuse que quizá era porque habían ensayado o que ya afinaban en los conciertos. Fuera bromas, Chinky no exageraba.


La noche no empezó mal. Pude compartir un rato con José Carlos, bajista de Skuld, en el bar de enfrente, aunque definitivamente, lo de pedir desde la distancia no resulta y mi intención de tomar una coca cola cero me acabó convirtiendo en poseedor de una estrella de Galicia cero. Agradecido, aunque con el estómago revuelto por la cerveza –uno que ya no está para experimentos-, me dirigí a Sir Lauren´s en cuanto abrieron puertas (tengo un TOC en cuanto a puntualidad al acudir a conciertos). 


He tenido la oportunidad de ver a la banda de Puerto de Vega unas cuantas veces en los últimos meses. Skuld ya no es un grupo de versiones como tal, como he apuntado en otras ocasiones. Pronto sacarán el que será su primer trabajo discográfico con temas propios. El sábado pudimos disfrutar nuevamente de “Odín”, “Lágrimas de Freya”, “Tombuctú” o “The rumor”. En una noche como esta no podían faltar las perversiones, como así denominan a las versiones en las que llevan a su terreno las canciones de otros grupos y estilos. 


Puede que no sea de los que asuma la presencia de grupos de versiones en este planeta, pero lo cierto es que Skuld es una de mis contadas excepciones. La banda ha ido creciendo en seguridad y, como decía, suenan cada vez más compactos y cómodos. Con el nivel que nos están mostrando puedo perdonar el pequeño jaleo que hubo en “Toxicity” (System of a Down), algo anecdótico viendo el discurrir del resto de su set. Para ganarme ya del todo tocaron uno de mis temas favoritos, “Heaven can wait” (Gamma Ray).


Su presencia, su repertorio, se va consolidando en cada concierto. Esta noche crecieron en un escenario grande… Eso no impidió que José Carlos se llevara por delante a Lorena, la vocalista, en alguna ocasión. 

1. Intro
2. Odín
3. Lágrimas de Freya
4. Wonderful life
5. La xana
6. Heaven can Wait
7. Huye
8. Tombuctú
9. Al alba
10. The rumor
11. Cheesecake??
12. Hallelujah
13. Toxicity
14. Ace of spades

Tras la descarga de Skuld, y con el público ya bastante animado (el que más su fan número uno, nuestro buen amigo René), estábamos listos para Lujuria.


Treinta años llevan Óscar y Chepas tirando de la banda hacia delante (Maikel a la batería y Ricardo Mínguez a los teclados ya llevan más de una década), a día de hoy lo hacen con el monstruo a la guitarra que es Nacho de Carlos (Ars Amandi, Silver Fist, Hebrea, Ñu, Bethooven R…), digamos el nuevo y que sería la nueva incorporación desde la última fecha en Asturias, Gijón, hace cinco años y Santiago Hernández al bajo que lleva un poco más en la banda.

“Nikkal” empezó a sonar. Esta música a la que la humanidad dio forma hace miles de años sirvió como base musical para que los músicos fueran tomando posiciones. Oscar tardaría un poco más en salir encapuchado.


Arrancó “Somos Belial” y enseguida uno cae en la cuenta porqué Óscar es el frontman definitivo. Óscar no pretende ser el mejor vocalista del mundo, pero no se puede entender Lujuria sin su característica voz y sin su presencia en el escenario. Seguro que había presentes que hubieran preferido un concierto a saco con los temas, sin apenas interacción. Señores, esto es Lujuria. Óscar lleva a su terreno al público y puede estar un buen rato arrancando su aplauso, mientras Nacho de Carlos se pone a solucionar un problemilla de su guitarra. Mide perfectamente los tiempos y estos speech no sobran, forman parte de Lujuria. Si no entendemos el heavy metal como un medio reivindicativo, este no es vuestro concierto. Por supuesto habló del Día Internacional de la Mujer.


En “Dejad que los niños se acerquen a mi” Óscar nos recordó que los acusaron de promocionar la pederastia, cuando lo que se hacía era denunciar la actitud pasiva de la iglesia católica con este asunto. Y diez años después se descubrió la verdadera dimensión del problema. ¿No se puede hablar en primera persona en un libro o una canción? Desde fuera es muy fácil juzgar a la banda, ya sólo con el título de sus temas. Entienden que no hay nada más. Incluso dentro de la “escena” no verán más que un grupo de cachondeo y lo atacarán sólo por existir.


De lo que no se puede acusar a Sancho es de mala memoria y olvidarse de los momentos que ha vivido. Así se dirigió a Tino Hevia (Reveal), presente en la sala, para recordar que habían compartido escenario en los tiempos de su anterior banda, Darksun; incluso tuvo palabras para Monasthyr, recordando su colaboración en Madrid, cuando se subió al escenario con la banda para versionar a Nino Bravo. Y, por supuesto, tuvo buenas palabras para la banda invitada Skuld (Lujuria siempre ha buscado dar protagonismo a las bandas nóveles) a la que ofreció subir a cantar “Corazón de heavy metal”, tema con el que cerraron el set. Dicho sea de paso fue como ver a unos niños felices el día de Reyes. 


Vale cojonudo, diréis… ¿qué pasa con los demás miembros de Lujuria? ¿y la música? Toda la profundidad temática está a la altura de lo que escucharéis en un show de la banda. Lujuria funciona a otro nivel y en parte es gracias a la presencia de Nacho de Carlos a la guitarra. Canciones como “Mozart y Salieri” suenan muy distintas al disco y lo hacen dando empaque a las líneas instrumentales con una buena ración de “virtuosismo”. En conjunto Lujuria funciona como una apisonadora.

Como curiosidad, Óscar se saltó el segundo tema, “No soy carne de cañón”. Adujo un problema de visión al ver el set, y se convirtió en el penúltimo tema.


Nos ofrecieron trece temas, cuatro de su último trabajo. Tuvimos una buena ración de clásicos, un buen recorrido que nació desde “Estrella del porno” pasando por “Jekill y Mss. Hyde” o “Traidores y criminales”. Sin olvidar himnos como “Joda a quien joda”, “Sin parar de pecar” y la nueva “Como puta por rastrojo”, que ya funciona a ese nivel, tema que no creo que falte en ninguno de sus futuros conciertos.

Si podéis, acercaros a un concierto de Lujuria y dad una oportunidad a las bandas invitadas.

La responsabilidad del buen sonido de las dos bandas de esta noche fue de Sergio Saavedra (Siapro).

Gracias Iván, gracias Fon.

Ojalá nos veamos pronto en otro concierto.

1. Nikkal 
2. Somos Belial
3. Sin parar de pecar
4. Jekill y Mss. Hyde
5. El amor está en el aire
6. Traidores y criminales
7. Mozart y Salieri
8. Migas de paz
9. Dejad que los niños se acerquen a mí
10. Estrella del porno
11. Joda a quien joda
12. Como puta por rastrojo
13. No soy carne de cañón
14. Corazón de heavy metal


© Diario de un Metalhead 2020.

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