sábado, 19 de junio de 2021

¿Sacada de polla o una mierda? ¿En qué quedamos?


Por Larry Runner. 

Hellfest 2022. ¿Sacada de polla o una mierda? ¿En qué quedamos? 

Llevo un par de días dándole vueltas a la cabeza con el anuncio del bestial cartel del Hellfest y las comparativas inevitables que hace la gente con respecto al cartel de Wacken. 

Si lo analizamos objetivamente y basándonos únicamente en el listado de bandas, es normal entender lo de la “sacada de polla”, grosera expresión que no paro de ver una y otra vez por todas partes pero que expresa muy a las claras lo que la gente opina de un billing tan sumamente espectacular. Pero es aquí donde uno observa contradicciones que le hacen estallar de la risa.

Metallica y Guns N’ Roses son la parte espectacular del cartel de Hellfest. Son los grandes nombres, los que nunca estarían presentes en Wacken Open Air por la filosofía mostrada por los alemanes a lo largo de más de 30 años. El festival está por encima de los nombres y no al revés, cosa que por desgracia no sucede en el evento de Clisson, donde la organización ya se ha visto ninguneada por alguna banda en el pasado, cosa que puede volver a suceder el próximo año. Recordemos el desagradable incidente con Manowar. Eso en Wacken no pasa. 

Por otra parte, si hay bandas criticadas en los mentideros de internet, esas son precisamente Guns N’ Roses y Metallica. Ambas han recibido y reciben palos de continuo. De las dos se han dicho y se dicen auténticas barbaridades, cebándose la gente sobre todo en la segunda, de la que muchos se niegan a escuchar un disco que no forme parte de los cuatro álbumes de los 80. Es increíble el odio que se muestra por la banda de Ulrich y hacia su persona. Respecto a Guns N’ Roses pasa parecido, aunque la intensidad es menor. Aunque en ese caso ganado a pulso por los muchos desplantes recibidos por la gente en muchos de sus conciertos. Precios caros y esperas infinitas. Y es que cuando uno va a ver a Axl Rose y compañía se arriesga a que suceda cualquier barbaridad. Tenerlos en un cartel de un festival es jugar a la ruleta rusa. Además, viven de rentas. Musicalmente llevan sin hacer nada decente hace 30 años. Eso es algo reconocido por todos salvo por los fans más acérrimos que se comprarían hasta un bootleg de los pedos tirados en las grabaciones del "The Spaghetti Incident?".

Por otra parte Slipknot y Judas Priest son bandas veneradas y respetadas. Pocas palabras encuentras en contra de ambas formaciones que son idolatradas y defendidas por todas partes, recogiendo elogios en todo momento por todos sus trabajos, incluso los más recientes.

Si atendemos al cartel, Wacken lleva a dos bandas amadas como estrellas del mismo y Hellfest a dos de las más odiadas. Entonces ¿por qué celebra tanto la gente la presencia de los dos monstruos americanos en el festival francés? ¿En qué quedamos? Hay que ser consecuente y si dices que Guns N’ Roses y Metallica son basura tienes que decir que Hellfest entonces también lo es. No se puede caer en la contradicción.

Sobre el resto del cartel, simplemente nada que objetar. Prácticamente todas las bandas presentes en Hellfest ya han estado en Wacken en el pasado o lo van a estar. Así sucede en al menos un 95% del cartel. Por otra parte, el festival alemán no se cansa en seguir dando cabida a nuevos talentos, apostando cada año por nuevas formaciones, reservando para ellas al menos 50 slots. Wacken es el mejor festival para descubrir nuevos talentos. Donde verás a aquellos grupos por los que algunos van a suspirar en 2-3 años. Siempre han ido por delante en ese sentido. Bandas que en 2022 serán ignoradas por muchos al verlas en su cartel serán idolatradas en el Hellfest de 2024 o en el Resurrection Fest de 2025. Ha sucedido siempre y eso no va a cambiar. ¿En qué quedamos? ¿Se nos llena la boca con lo de las bandas nuevas y luego aplaudimos el cartel donde el más nuevo lleva casi 15 años de trayectoria? ¿Es que ahora Faith No More o Alice in Chains son bandas nuevas? Seamos consecuentes con lo que escribimos en redes sociales.

Por otra parte, bien es verdad que pocas bandas de los 90 se han pasado por el festival alemán, pero la presencia de Slipknot en lo más alto del cartel denota que los alemanes van a ir cambiando poco a poco esa premisa, sobre todo sabiendo que los grupos de los 80 van desapareciendo por edad o simplemente porque a sus músicos les está dando por morirse. Uno ya no puede tirar más de Lemmy y Dio. Y lo que les sucedió a ellos les va a pasar al resto porque eso ya no hay quien lo pare. Van entrando grupos de los 90 de forma tenue. Que no haya presencia punk, salvo en muy contadas excepciones, solo tiene que ver con que Wacken es un festival de metal, no un Viñarock con pedigree. No todo vale.

Así que ya sabéis, en 2022 a ver “la sacada de polla con la mierda de Guns N’ Roses y Metallica” que dicen algunos o simplemente ir a ver a Slipknot en Wacken con un show que jamás hayan ofrecido ni vayan a ofrecer nunca los de Iowa. Sea cual sea tu elección, no caigas en la contradicción.

© Diario de un Metalhead 2021..

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Conozco ambos festivales, y me quedo con Wacken, Es verdad que hellfest está bien, no tienes el problema del barro el cartel es una brutalidad, pero Wacken es algo único, de echo siempre he dicho que el cartel es lo de menos.

Anónimo dijo...

Lo mas coherente que he leido desde la aparicion del cartel del hellfest-