miércoles, 21 de octubre de 2020

MENTALIST: Freedom Of Speech (Mentalist Records/ Pride & Joy Music, 2020) Alemania.

Por Jorge López Novales.

Peter Moog tuvo un sueño: un personaje llamado “El Mentalista” le obligó a fundar una banda. ¡Ojalá yo tuviera sueños tan productivos! Digamos que, el llamado Mentalista, se convirtió en la mascota de la banda sueca Mentalist. El diseño, la imagen, del mentalista es obra de Thomas Ewerhard (también autor de trabajos en Avantasia).

A primera vista lo más llamativo, lo más reconocible de este banda, es el lineup. A la batería tenemos a Thomen Stauch, el antiguo batería de Blind Guardian (hace quince años que abandonó la banda y aún tengo sus álbumes grabados a fuego) que ha pasado por bandas como Savage Circus o Serious Black. También encontramos al sobresaliente Rob Lundgren a la voz. Es la última incorporación a la banda, y, personalmente, opino que luce más en bandas como la que nos ocupa que en su faceta de youtuber de versiones. Tuve la suerte de poder disfrutar de su voz en directo junto al grupo, de base asturiana, Reveal. Completan la formación Peter, el de los sueños preocupantes, y Kai Stringer, quienes en 2018 fundaron Mentalist. Por último Florian Hertel al bajo (Dawn After Death, Dreadful Prophecy).

¿A qué suena Mentalist? Se autodenominan como una banda con un sonido de power metal melódico. A todos los efectos nos encontramos con un power comedido, donde no vamos a encontrar tempos desbocados de principio a fin, aunque cuenten con la materia prima para hacerlo. Hay algún amago puramente power, de lo más “avantastico”, como el comienzo de “Digital mind”, un tema que pronto cobra su propia personalidad e incluye un estribillo la mar de pegadizo. No renuncian al power pero consiguen que no empalague.

En Mentalist prima la melodía. Una melodía que no se priva de contundencia en composiciones complejas desgranadas en trece temas que llegan a los sesenta y siete minutos y que incluyen algún toque progresivo. A lo largo del disco se suceden temas que de media superan los cinco minutos llegando a sobrepasar los ocho en dos de los cortes. Tenemos riffs de guitarra que buscan no repetirse, al amparo de la batería de Thomas Stauch (es reconocible en algunos momentos la influencia de Blind Guardian en su instrumento); pasajes instrumentales majestuosos que me llevan a Iron Maiden, como es el caso de “Freedom of the press”, de gran complejidad y en el que la voz del vocalista se aproxima a los registros de Dickinson. La banda tiene el apoyo del teclado de Oliver Palotai (Kamelot) que interviene en todos los temas a excepción del último. La voz de Rob tiene el reto de sobresalir sobre el combo instrumental y lo hace con un gran despliegue de registros, lo que junto a los ya nombrados matices de Thomas, ayuda a dar un estilo reconocible a la banda. Su voz se conjuga con la de Daniel Heiman (Ex-Lost Horizon) en “Belief” con un buen resultado.

“Freedom of Speech” es muy ambicioso y necesité bastantes escuchas para ir asimilándolo. Hay temas que me han gustado mucho, como “Life”, “Belief”, “Whispering dreams”, “Digital mind”, “Price of Time” (con un estribillo de los que no olvidas) o “Run Benjamin”. “Freedom of the press” no me acabó de entrar a la primera, y me dejó bastante frío en un principio, tras algunas escuchas conseguí congraciarme con el tema. Me parece interesante la temática que se aborda, algo totalmente ajeno lo fantástico; trata de cómo funciona el tema de cómo dominan las grandes potencias a los medios de comunicación. Es raro encontrar una banda que con este estilo lo haga. Hay otros ejemplos como en “Life” (que habla de la vida como dice el título) una letra que me recordó en sensaciones a “Gift of life” de Insania Stockholm, aunque no tan deprimente. 

El único problema que encuentro en Mentalist es que, para mi gusto, no hay temas tan redondos como los que ya nombré más arriba y me cuesta reseñarlos, recordarlos, porque no acabo de interiorizarlos. En ese sentido me parece un poco desequilibrado. Hay demasiados temas para mantener un nivel tan elevado como el que quieren llegar a mostrar.

El trabajo se cierra con una versión orquestal de “Whispering dreams” (su tema más representativo). Aunque después de los dos últimos temas encuentro innecesario cualquier tipo de bonus y alargar más las cosas. “Run Benjamin” es ya un cierre perfecto y eleva el nivel del disco con buenas dosis de orquestaciones sinfónicas.

La portada nos presenta al mentalista con un periódico ardiendo a su espalda. A sus pies un montón de gente se manifiesta y tenemos varias estructuras, epicentros de poder, como son la Casa Blanca o el Kremlin. La portada ha salido de las manos del prolífico Andreas Marschall que ya lleva implícita la reivindicación.

La mezcla y masterización de este álbum corren a cargo de Christian "Moschus" Moos, en los alemanes Spacelab.

Mentalits no tienen videos musicales hasta la fecha, pero tienen unos lyrics muy interesantes.

Lo dicho, si queréis algo que no queráis despachar con dos escuchas, con matices que descubrir con la repetición de temas, este es vuestro disco, a mí encantaría verlos en directo.

Tracklist:
01. Metasphere
02. Freedom Of The Press
03. Life
04. Whispering Winds
05. Digital Mind
06. Belief
07. Your Throne
08. Isolation
09. The Deal
10. Devil's Game
11. Price Of Time
12. Run Benjamin
13. Whispering Winds (version orchestral)

Line-Up:
Peter Moog - Guitar
Thomen Stauch - Drums
Kai Stringer - Lead guitar
Florian hertel - Bass
Rob Lundgren -Vocals




© Diario de un Metalhead 2020.

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