Por Larry Runner.
Blood Fire Death nos hace llegar este “The Dualism”, nuevo trabajo de los catalanes de Tortosa SICKROOM, que ya llevan más de una década dedicada a la causa. Tras su demo “Screaming” de 2008 y su álbum debut “That Killing Silence” (2010, Noise Head Records), vuelven con este ep tras una buena temporada ausentes del mundo discográfico.
Siete años sin grabaciones son muchos, pero nunca es tarde si luego el retorno merece la pena. Grabado en los Estudios La Atlántida de Barcelona por Mario Patiño y Edgar Beltri, ha sido masterizado sensacionalmente por Brad Boatright en los Audiosiege Studios de Portland.
Y es que lo primero que llama la atención de este disco es lo extraordinariamente producido que suena. Limpio, casi diría que cristalino con todo colocado en su lugar. Perfecto, lo cual hace que puedas percibir con nitidez toda la fuerza y la dureza de la banda sin que se formen pelotas de ruido, sin amasijos de sonido que no conducen a nada.
Todo muy nítido, con la voz de Vila apoyándose en la música convirtiéndose en un instrumento más, jugando con diferentes tonalidades sobre esas guitarras melódicas y esa lluvia de platillos a la que Frances somete a su batería.
Sí, caña, velocidad muchas veces, riffs duros, pero sin perder en ningún momento el buen gusto por la melodía, lo cual hace que con las sucesivas escuchas el disco te vaya atrapando, tanto en inglés como en catalán, que son los dos idiomas que utilizan.
Seis son los cortes que se incluyen en este “The Dualism” en el que veo influencias de los grandes del género sin falta de sonar a copia. ¿Temas? Resaltaría el tercer corte “Taste My Flesh” por sus duelos guitarreros y sin duda también la siguiente “Taste My Flesh” con algunas partes más complicadas que dan al álbum aire de virtuosismo sin falta de aburrir.
Un buen disco muy recomendable para amantes del death melódico tipo The Black Dahlia Murder, aunque quizás SICKROOM le den un punto más de melodía, lo cual les puede colocar en el dial de aquellos poco acostumbrados a estos niveles de dureza.
© Diario de un Metalhead 2017.
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