Por Larry Runner.
Increíble que una banda de aquí, española, sevillana para más señas, celebre su décimo aniversario y yo no haya oído hablar nunca de ella que yo recuerde. Vale que yo no soy una persona que se dedique a escuchar folk-metal o folk-rock de forma habitual, pero diez años son demasiados.
Todo ha cambiado de repente gracias a que On Fire me ha hecho llegar este “Catorce. Una década”. Ahora ya puedo hacerme un juicio sobre la música de ARS NOVA XIV e ir encontrando una explicación a mi ignorancia.
Dos cd’s componen esta obra. El primero de ellos es un pequeño recopilatorio que sirve de buena muestra para lo que ARS NOVA XIV es capaz de ofrecer. Según me cuentan en la hoja de prensa que acompaña el box, se trata de un pequeño “grandes éxitos” por así decir, repasando la carrera de la banda. El segundo, incluye su álbum “Catorce”, reeditado para la ocasión y que había sido publicado originalmente en 2014.
Rock, blues, sinfónico y folk, a veces con raiz andaluza, se ven fusionados en la música de estos elegantes sevillanos a los que tras escuchar detenidamente, creo que el tiempo ha maltratado.
Y es que a pesar de no ser yo de ritmos tan tranquilos, sí que sé valorar el buen gusto, el buen hacer, la buena música y agradezco enormemente a On Fire haberme descubierto a esta banda porque es sinceramente muy buena. Y digo “es” no “me parece”, lo quiero recalcar. Necio sería el que no lo reconociese.
Su música es muy rica en matices. Acostumbrado a escuchar bastante grupo mediocre que se piensa que cuanto más duro mejor, que llegue un álbum con tanta calidad musical, tanta finura, tan bien creado, con una música que encierra tanta pasión, es una sensación difícil de explicar.
Sonidos nítidos, con todo tipo de influencias y lejos de estridencias, cargado de piano, con flautas traveseras, violines y elegantes arreglos orquestales sin falta de abusar. ¿Guitarras? También hay, y que conste que se nota en según qué momentos. Ahí tienes “Sumergido en el Tiempo” para que lo sientas. Hay mucho y muy bueno en todas las canciones, esta banda es genial, pero de todos ellos me quedo con el piano de Elena. Me ha ganado con su suavidad, con su "estar sin estar". In love con ella. Uno tuvo en el pasado sus años de conservatorio y de piano y cuando escucha a alguien así, siente algo de pelusilla. Es genial.
Canciones en inglés, en castellano e instrumentales. Composiciones basadas en el buen gusto, creadas con delicadeza, elegantes y con un toque Jethro Tull que en según qué temas se refleja de forma pronunciada, algo que no parecen negar ni mucho menos, pues a la leyenda folk-rock la homenajean con la versión del “We Used to Know”.
En definitiva un manual del buen gusto musical y de la composición en una banda que en contra de lo que desgraciadamente es habitual en el rock y en la música en general, hay dos chicas. Si bien me ha gustado toda la obra en su conjunto, me quedo con los temas en castellano. Puestos a escoger, me gustan más que los cantados en inglés. ¿Mi favorita? No es fácil, pero creo que me quedo con “Mother Moon”. Sí, definitivamente. Tiene hasta un punto metalero que me encajará en la radio, donde a buen seguro la voy a pinchar.
Que en los siguientes diez años recojan lo que han ido sembrando en estos diez primeros. Algo tan bueno no puede quedarse en el olvido.
© Diario de un Metalhead 2017.
Más reseñas de discos aquí.
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