sábado, 22 de julio de 2017

RESURRECTION FEST 2017. Crónica y Fotos. Parte 2/4.


Texto: Sonia Mostazo.
Colaboran también: Simón García López y Diego Rodríguez Liébanas.
Fotos: Unai Calleja.

Día 1 oficial. Día 2 para mí. La cosa empezó de lujo el miércoles con la fiesta de presentación, aunque ya pudimos comprobar que la organización se vio desbordada ante la avalancha de gente sobre todo en tema baños donde se formaron unas colas y colapsos considerables así como en barra y en el propio merchan oficial. 

Tras amanecer con un día nublado y un viento bastante agradable fuimos al pueblo donde nos juntamos toda la tropa pamplonica para celebrar el chupinazo en un bar llamado La Quinta donde nos trataron de lujo y donde volvimos cada mañana para desayunar. Hicimos bien de ruido, brindamos y celebramos el comienzo de los San Fermines lejos de nuestra tierra. Tras ello la mayoría se quedó metiéndose un almuerzo de órdago que una servidora no estaba preparada para digerir así que, tranquilamente, nos dirigimos a primera hora al recinto. 

Comenzamos con los jovencísimos vascos LATE TO SCREAM en el Ritual Stage. Tenía muchas ganas de verlos ya que estoy leyendo muy buenas críticas sobre ellos y la verdad es que animaron el cotarro desde primera hora con unos cuantos muy enchufados en el pit. Me gustaron. Prometedores. 


Un poco de relax dando un breve paseo por el recinto entre el merchan oficial y el Metal Market y a comer. Nos cogimos un arroz con verduras y pollo la mar de rico y nos sentamos a degustarlo mientras THE WAX nos amenizaba la estancia. Su propuesta era rara, me sonó a una mezcla de screamo con progresivo que me hizo levantar las cejas en más de una ocasión. Luego nos dimos una vuelta por BLAZE OUT y nos cruzamos con el compañero Jose A. Ruiz que lo estaba dando ya todo ahí en primera fila. Mientras BLAZE OUT hacían temblar el Desert Stage volví al Metal Market y sucumbí comprándome unos cuantos discos. Me podía el ansia. 

EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO fueron acogidos con muy buen ambiente en el Desert Stage donde sorprendieron a la mayoría que no los conociera por sus pintas con las túnicas y capirotes blancos. Ya tuve el placer de verles en Pamplona, en mi ciudad, hace ya unos años en el Infernu Taberna. Contaron con un sonido increíble. Es un grupo que te transmite un montón de sensaciones con su particular metal instrumental atmosférico. De noche habría sido aún más apabullante. Simplemente perfectos.


El viento nos llevó a la carpa donde BROTHERS TILL WE DIE incendiaron el Ritual Stage desde el primer segundo. Los de Madrid, quienes presentaban su flamante "The thin line between death and immortality", han subido como la espuma y bien lo afirmaba la gran afluencia y motivación de la gente en el mosh. Un ambientazo que animaba muchísimo así como el nivel que demostró la banda sobre las tablas con un sonido muy bueno. Muy gordos. Incluso lanzaron una tabla de skate.

Descanso y relax tras semejante descarga y de vuelta al Desert Stage para ver a BALA, dúo de chicas, batería y guitarra que petaron aquello. A pesar de contar con un sonido que no acabó de convencerme hasta pasada la mitad de su actuación, las gallegas causaron sensación. Brutales se queda corto. El sol no daba tregua así como estas intrépidas chicas que demostraron una gran compenetración sobre las tablas. Para repetir. Muy grandes. Mucha más actitud y pasión que otras cosas que he visto. Otros deberían aprender...


MALEVOLENCE eran mi siguiente parada en el Ritual Stage. Con un sol de justicia me refugié delante de la mesa de sonido y desde ahí pude disfrutar de un señor concierto de los ingleses presentando su recién estrenado "Self Supremacy". Me encantó su mezcla de hardcore metalizado con esos toques a lo Down de Phil Anselmo. Muy tochos. Ambiente increíble en la carpa con toda la gente súper entregada. No era para menos. 

Por su parte, el compañero Simón disfrutó en el Chaos Stage de los franceses BENIGHTED. Nos lo cuenta:
La propuesta probablemente más extrema del festival. En poco más de media hora y con el sol de frente pegando duramente descargaron un set compuesto en su mayoría por canciones de sus tres últimos discos. El sonido no fue todo lo bueno que debe de ser para su extrema y rápida música, pero la descarga de energía fue total. Buena puesta en escena conectando con el público, notándose las tablas que dan los años y la experiencia del grupo en estos menesteres. Buen concierto, sonido mejorable, pero siempre un placer ver grupos tan extremos en este tipo de festivales.

Y llegó uno de los platos fuertes en el Main Stage. Los primeros con los que pisé dicho escenario. AIRBOURNE. Simplemente brutales. Y eso que el sonido de la batería me chirrió en todo el concierto. Pero madre mía, qué temazos, qué energía. Qué sensaciones de estar viendo algo épico y grande que a buen seguro dentro de unos años va a salir más caro. Ya que a AC/DC no los veré nunca seguramente, soy más que feliz con sus dignos sucesores. 


Mientras yo salivaba con AIRBOURNE, el compañero Diego hacía lo propio con GUERRERA. Nos lo cuenta:
Si coges Rock Psicodélico, Stoner, Blues, Progresivo y lo mezclas a la manera GUERRERA puede resultar un cóctel realmente explosivo. Desde el principio fue fácil darse cuenta de que los gallegos están viviendo un momento musical dulce. Confiados, cómodos y experimentados siguen presentando su excelente disco homónimo que vio la luz hace un año. Con un muy buen sonido a su disposición, la sección rítmica, formada por Luis Casanova y Álvaro Gallego, funcionó como una plataforma perfecta sobre la que Alejandro Canoura y Hugo Santeiro acometieron su variada colección de riffs, solos y distorsiones como quedó patente en “Montaña y Fuego”, de su segundo LP Mauna Loa. Gran concierto. Ahora mismo están en su punto y no se puede saber a ciencia cierta si disfrutaron más ellos o nosotros.

Aquí paré un poco la maquinaria y vi a COMEBACK KID petando la carpa con razón. Mientras me relajaba, disfruté de unos cuantos temas de los canadienses así como de la colaboración con Mimi de WE RIDE en uno de los temas.


Por su parte Simón  se quedó en el Chaos Stage para ver a DESERT FEAR, de los que os habla a continuación:
Acudí con curiosidad por ver el Death metal que eran capaces de desplegar en directo sin conocerles y la verdad que no me defraudaron en absoluto. Buen sonido, buena imagen del grupo sobre el escenario, Death metal a la antigua usanza, lento, pesado y melódico en ciertas partes recordándome a los Hypocrisy más lentos o a Hail of Bullets en ese punto de Death bélico. Si bien su concierto fue bueno y cualquier amante del Death lo disfrutó a buen seguro, no conectaron totalmente con el público aunque ellos disfrutaron desde el primer minuto. Buen concierto y banda a seguir y tener en cuenta para el futuro. Eso sí, grupos como ellos deberían de cuidar más lo que los rodea. En el escenario no había ni una lona en la parte trasera ni atrezzo que indicase quién tocaba. Alguien sin horarios en la mano no sabría quiénes eran. En un festival grande con tantas bandas esas cosas son fundamentales. La imagen cuenta, que se lo digan a RAMMSTEIN.

Ya recargadas mis pilas y con el recinto a rebosar fueras donde fueras, tocaba el turno para hacer doblete con SUICIDAL TENDENCIES ya que a finales de Junio los pude ver en sala en la Jimmy Jazz de Vitoria aunque apenas me pude mover. Aquí no fue así ya que pude hacerlo a mi antojo y ver mucho más. Para mi gusto el volumen estuvo muy bajo a pesar de esos golpes endemoniados del compañero Dave Lombardo a los parches. Setlist esperado cargado de himnos. Para mi gusto el público estuvo un poco frío. 

A continuación, tocaban THE BLACK DALHIA MURDER en el Chaos Stage y ahí que se plantó Simón. Nos lo cuenta:
Como siempre, salieron al escenario y arrasaron. Sonido casi perfecto para un festival al aire libre, limpio, claro y potente. Tercera vez que los veía y aunque siempre puede haber un día malo y tienes el miedo de que sea el que estás a punto de disfrutar, no fue el caso. El mercado los puede poner más arriba o más abajo, pueden gustarte más o menos, pero en directo siempre son una apisonadora a pesar de los cambios de formación. Solo Trevor, rey de la fiesta cada vez que se sube al escenario con su gracia y carisma, y Brian quedan de la formación original. Siempre bien rodeados hacen de sus conciertos un espectáculo perfecto de música extrema y demoledora. Son un ejemplo para cualquier grupo. Así hay que comportarse, así hay que tocar y sonar. El público se entregó con ellos como no podía ser de otra manera. Repasaron temas de toda su discografía con especial presencia de los de su disco “Nocturnal”, quizás el más representativo y conocido del grupo, el que los catapultó definitivamente. Un seguro de vida. Era de esperar. Enormes.


Por mi parte me fui a la carpa a ver a SNAPCASE, quienes me defraudaron un poco. Me esperaba más, que sonara mejor y que además tuvieran un sonido más cortante y gordo. No fue así. Eché en falta unas guitarras muchísimo más crujientes y aniquiladoras, con más rabia. Me quedó descafeinado.

ANTHRAX me esperaban también por segunda vez en poco tiempo y es que como ya os comenté, pude verlos el martes en mi ciudad. Verlos de nuevo fue un gusto. Prácticamente repitieron el mismo set quitando alguna canción del nuevo disco pero contaron con muy buen sonido a mi parecer y me encantaron. Belladona mola un montón, qué grande es ese hombre en el escenario. El aspecto del recinto a esas horas ya era sencillamente espectacular.

Mi siguiente elección fueron ELUVEITIE. A última hora cambié de parecer por la incorporación de su nueva vocalista femenina, Fabienne Erni. El sonido dejó bastante que desear, pero a pesar de ello disfruté de nuevo reencontrándome con temas que cantaba Anna Murphy y ahora defiende Fabienne, muy bien por cierto. Eché en falta más temas cañeros aunque no me quejo del set. Pero para como podía haber sonado y lo que podría haber sido aquello, me quedé a medias. 

Mientras tanto Diego estaba por el Desert Stage viendo a KARMA TO BURN y ahora nos lo cuenta:
Llegamos a la zona del Desert Stage con el concierto de Anthrax en la boca. Que si Anthrax esto, que si Belladona lo otro, que si tocaron este tema… El típico blablabeo post concierto que se vio interrumpido de cuajo con las primeras notas Stoner Metal con las que nos agredieron Devine, Clutter y Mecum. ¡Que tremenda grosería, por favor! Y lo digo por el gordor de un sonido apabullante que quizá estaba un poco desmadrado de volumen. Era la tercera vez que veía a la banda, tercera formación diferente, y, si bien siempre dan conciertazos y son por ello conocidos, este fue el más bruto que yo haya presenciado. Sonaron las típicas: La 8, la 19, la 20… ¡Pero de qué manera! Como Atila y los Hunos. Arrase total.

Una servidora por su parte decidió disfrutar de DROPKICK MURPHYS en plan tranquilo en la parte de atrás, sentada en la hierba y con buena perspectiva tanto de escenario como de las pantallas. Sonaron fantásticos y la verdad es que me gustaron bastante. Muy animados y fiesteros, las primeras filas estaban que no paraban. Todo aquello podía verlo desde la pantalla con mi hermoso bocadillo de tortilla de patata tamaño XL. Quizás a la 1 de la mañana no es lo más recomendable pero no pude resistirme. 



Y finiquité la jornada huyendo de KORPIKLAANI. Banda que me encantaba hace años y que fue una broma en el Chaos Stage tanto en sonido como en escena. No sé, me decepcionó mucho. Y dije, basta. Además, ya eran más de las dos de la madrugada y hacía frío. Preferí quedarme con aquel grato recuerdo cuando vinieron a Pamplona en 2010 junto a ELUVEITIE. 

Por su parte el compañero Diego cerró su jornada con RED FANG en el Desert Stage. Lo cuenta a continuación:
Tenía muchas ganas de ver a RED FANG ya que por una cosa o por otra era mi primera vez y tengo que reconocer que, si bien defraudar tampoco es la palabra que mejor define mis sensaciones del concierto, tampoco es que se hayan ganado mi corazón. Tocaron temazos como “Blood Like Cream”, “Wires” y, por supuesto, “Prehistoric Dog”, que sonaron bien, correctos. Sonido correcto. Actitud correcta. Concierto correcto. Todo correcto. Pero cuando vienes de presenciar actuaciones que no bajan del notable alto, correcto no es suficiente. Otra vez será.

Continuará...


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