domingo, 20 de mayo de 2018

OTRA CARA: El Valor del Tiempo (2018, Warner Music).


Por Larry Runner.

OTRA CARA tienen una larga trayectoria, pues comenzaron en esto con el siglo. No son por tanto ningunos críos y evidentemente se saben muy bien lo que se hacen.

Me sorprendió la recepción del disco. El nombre ni me sonaba - y mira que llevan tiempo en esto-  y no sabía lo que me iba a encontrar. Al ver el nombre, en español, algo muy raro hoy en día, la verdad, bien pensé que iba a ser otro disco punkarra para dar a mi compañero de emisora Ferre y que lo explotara en su programa como hace con todos los que me llegan de ese estilo. Pero antes de descartarlo y dárselo, me lo puse. Por si acaso.

De mano la portada no me daba pistas a pensar tampoco a que fuera algo punk, más bien me hizo pensar que fuesen un grupo de progresivo, pero lo del castellano en sus títulos me despistaba un poco. Al ver la discográfica, no había que pensarlo más. Quizás hoy en día sellos como Warner no ayuden mucho a los grupos, pero cuando una marca así se incrusta en tu contraportada, es por algo.


Así que me pincho este “El Valor del Tiempo” y voy buscando info, pues ni una triste hoja de prensa me ha llegado y me entero de que es ya el tercero de sus álbumes. De mano te encuentras con que la producción es cristalina, es realmente impresionante, suena a gloria. Está muy bien grabado y excelentemente mezclado y masterizado. No sé quién lo ha pagado ni quien no, aunque imagino que la banda, el caso es que en ese sentido ni una sola queja. La producción ha corrido a cargo de Pablo Domínguez y la mezcla es de Álex Cappa y fue masterizado en Rogue Planet por Mike Kalajian. Eso lo explica todo.

Son de Torrejón de Ardoz y sí, tienen un rollo que probablemente te pueda recordar a Sôber, hay algo de eso, aunque en favor de OTRA CARA tengo que decir que su sonido es también acaramelado, dulzón, pero las guitarras son más fuertes, su música es mucho más contundente, intensa y qué cojones, me gustan más. Es metal, puto metal moderno, y si te va este estilo lo disfrutarás de lo lindo, porque a diferencia que el 99% de los grupos modernos del país lo hacen en español, con lo cual los temas te entrarán mejor y puede que hasta te llegues a enganchar a ellos. 

Sí, son modernos, pero nada de metalcore ni movidas de esas. Nada de bombeos para mover el hombro, ni cansinos cambios de voz limpia a gutural. No hay rudezas, son elegantes, pero no por ello deja de haber pérdida de fuerza. Lo que sí hay es un puto cantante que canta de cojones, fantásticamente bien y cuyo registro se adapta a la perfección a lo que piden las canciones.


A nivel compositivo estos tíos son pero que muy buenos, y los temas son tan melódicos como intensos, logran un equilibrio que no todo el mundo es capaz de conseguir. La batería es creíble, las guitarras tienen fuerza, los riffs son potentes y como digo, la voz de Jesús Pina es sensacional, con un trabajo en las líneas vocales sobresaliente.

Una más que agradable sorpresa. Su estilo puede gustarte más o menos, personalmente no soy yo mucho de este palo, pero hay que reconocer que estos tíos son cojonudos. No le doy el top de puntuación porque si no se lo van a creer y no me gusta que estos modernetes se nos suban a las barbas a los heavies de toda la vida. 😝

“Debes evolucionar, puedes evolucionar” cantan en “Retroevolución”. Puede que algún día me apetezca gracias a grupos como ellos. De momento tengo que preservar mi reputación de "talibán del metal", que me ha costado muchos años llegar a ello y no voy a tirarlo por la borda así de repente.

Tremendos.






© Diario de un Metalhead 2018.