viernes, 4 de mayo de 2018

Mi vida. De la delincuencia al Heavy Metal.


Por Larry Runner.

Quizá el título suene fuerte, pero bien es verdad que a pesar de no ser una anciana sí es verdad que por lo que nos narra Elisa C. Martin ha pasado por muchas fases en su vida. Quizá esas dos épocas de delincuencia antes y de Heavy Metal después han sido las que más han marcado la vida de la protagonista y autora del libro y es de ley que se utilicen en portada, además de que obviamente tienen un mayor tirón comercial.


En “Mi vida. De la Delincuencia al Heavy Metal” nuestra protagonista da un repaso a sus experiencias desde su más tierna infancia hasta la actualidad, intentando llevar un orden que no siempre consigue y que a veces cae en la repetición, vislumbrando así que no es una periodista ni una escritora profesional, algo que gracias a lo interesante de la historia pasa totalmente a un segundo plano. Vale, se puede contar mejor y un profesional de las letras probablemente lo hubiese escrito mejor, pero cuando acabas el libro, que si eres un buen lector será en un periquete, no te importará para nada que el orden no sea el más correcto.

A lo largo de once capítulos, la vocalista a la que la mayoría descubrimos con Dark Moor y que hoy  ejerce como profesora de canto, nos cuenta lo dura y arriesgada que ha sido su vida, siendo casi un milagro haber llegado a nuestros días sin haber pisado una cárcel o habiendo librado de acabar enganchada a las drogas, algo que sucede al 90% de la gente que se cría en un ambiente como en el que vivió la carabanchelera.

Me ha encantado su historia, pues muchas veces me veo reflejado en ella. Yo también me crié dentro de un ambiente de drogas, aunque quizás por personalidad supe dejarlas de lado. Obviamente para mí fue más fácil, nunca anduve con gentuza, los que eran toxicómanos eran buena gente también, salvo algún cabrón al que di de lado. Además hay un aspecto que yo nunca podría sufrir como ella, y es por eso que nací con ventaja, pues nací hombre y heterosexual, justamente todo lo contrario a la autora, que a buen seguro tuvo que sufrir el calvario que describe o aún peor, porque probablemente se quede corta para no regodearse en la desgracia o no recordar todo. Todos sabemos bien el país en el que vivimos y vemos que estamos rodeados de fulanos que parecen haber salido de un huevo en vez de haber sido paridos por una mujer.


El libro es entretenido, creíble y al final busca servir de ayuda al lector. Se lo haría llegar a todos los adolescentes despistados que hay por los barrios para que vean que hay esperanza y no se abandonen, algo muy corriente a esas edades cuando en casa no saben mostrarte lo mucho que te quieren y tú te crees el rey del mundo y el más antisocial.

El prólogo es de Mariano Muniesa y al final del libro cuenta con una pequeña galería fotográfica muy interesante, con algunas fotos muy míticas que merecen mucho la pena.

Personalmente, os lo recomiendo. Toca ahora intentar hablar con Elisa C. Martin. Tras leer su biografía me parece una personaje aún más interesante. Me encantaría conocerla en persona algún día. Sólo la he podido ver de cerca una vez, tocando con Dark Moor en Oviedo hace muchos años, y no me atreví a acercarme a ella por el carisma que había desprendido desde el escenario. Si a día de hoy me cuesta dirigirme a algunos músicos cuando me parecen enormes sobre un escenario, casi ídolos, imaginad cuando Dark Moor eran una banda que giraba con Elisa al frente. Quién sabe, quizás algún día.

Lo edita la editorial Garage y se puede comprar aquí.

© Diario de un Metalhead 2018.