Por Simón García López.
Las portadas de los discos son la primera impresión del trabajo de una banda. Gracias a ellas podemos intuir el estilo de música, las intenciones del grupo en cuanto a endurecimiento o cambio de estilo o etapa, etc.
Algunas de ellas se han convertido en auténticos iconos de la música y el arte, imágenes icónicas de una generación. Han pasado a formar parte de nuestra vida, representado un momento imborrable, una sensación inolvidable. Quién no se ha quedado embelesado mirándolas mientras escuchaba atento la música que escondían; quién no se ha fijado en el pequeño detalle del dibujo; quién no se ha metido dentro de ellas pasando a formar parte del dibujo mismo.
Las portadas son pequeñas obras de arte en muchos casos hechas por artistas o ilustradores que se dedican a ello de manera profesional o que en un momento determinado, llamados por determinados grupos, enfocaron una parte de su carrera artística en ese sentido. Los ejemplos son numerosos y muchos de ellos a los largo de estos años han conseguido una fama y repercusión más que merecida.
Pero hay casos en los que las portadas de los discos son verdaderas obras de arte. Lienzos, ilustraciones, piezas universales que ciertos grupos decidieron utilizar para poner cara a su música pidiendo permiso a museos o artistas concretos. Numerosos son los casos en la historia de la música y el metal no ha sido ajeno a ello.
El motivo de este artículo está en la profunda impresión que algunas de estas portadas relacionadas con el arte me generaron en su momento. Portadas como la del “Blessed are the sick” de Morbid Angel, obra de Jean Delville, pintor y escritor ocultista titulada “The treasures of satan”; la del “The silent enigma” de Anathema, detalle de la obra "Lady in Milton's Comus" de Joseph Wright o la del “Greatest hits” de Black Sabbath, obra del artista Pieter Brueghel (el viejo) titulada “El triunfo de la muerte”, me llevaron a hacer un artículo sobre el tema.
Sobre todo ésta última, obra que siempre despertó en mí una gran atracción y fascinación, llevándome a interesarme más profundamente por la obra del pintor flamenco y sus coetáneos. Hay algo fascinante en las obras del pintores como él, el Bosco, Van Eyck o Patinir, en sus representaciones de la muerte, el cielo o el infierno, pintores muchos de ellos que fueron usados como veremos por diferentes grupos musicales de metal, sobre todo en los inicios de los géneros más extremos.
Está claro que las portadas son una forma más de marcar influencia, estilo e intención como decía, pero cuando comencé a recopilar portadas de grupos de metal que habían decidido utilizar este tipo de obras, me di cuenta y esto sí que no lo esperaba, de que había un nexo de unión entre todas ellas. No era un conjunto de discos y bandas sin relación. Había una línea temporal y de influencia muy marcada. Se podía observar y sacar en conclusión el motivo por el cual ciertos grupos, herederos como todos de un pasado influyente, habían decidido utilizar estas imágenes para ponerle cara a sus trabajos. Estos motivos se resumen en dos: el nacimiento de un nuevo espectro musical marcado por una generación de bandas centradas en el desarrollo del metal hacia la oscuridad e intensidad creciente y la influencia que los antecesores marcaron en cada una de las bandas y trabajos que iban apareciendo.
He rescatado 10 portadas para este artículo, y las he ordenado cronológicamente, de más antiguas a más modernas, para ver de manera más clara una evolución que coincide con el nacimiento y las bases del metal extremo. Aquí aparecen bandas como Deep purple y Black Sabbath, posteriormente se da el salto a Celtic frost, Candlemass, Bathory y por último Morbid angel. Todas herederas de las anteriores. Todas pioneras de estilos de música que eclosionarían poco después, todas dentro de una línea evolutiva dentro del metal que cualquier melómano conoce. ¿Casualidad que este tipo de portadas, al igual que la música o las letras, sean un vínculo de unión en todas ellas?
1 – Deep Purple, “Deep Purple” (1969).
Detalle en blanco y negro de la tabla dedicada al infierno de “El jardín de las delicias” (1503-1515), obra del pintor flamenco Jheronimus Bosch “El Bosco”.
Un año antes del primer disco de Black Sabbath y de su exitoso “In rock” y disco con el que descubrieron la verdadera personalidad de la banda, Deep purple editó su tercer disco aún dentro del rock más progresivo eligiendo para la portada un detalle de la obra del Bosco donde se representan las calamidades del infierno. Como si en medio de un rito de invocación con elementos de percusión muy al estilo de “Sympathy for the devil” de los Rolling Stones, canción aparecida un año antes y por la que fueron acusados de satanistas, comienza el tercer disco de una de las bandas más determinantes a la hora de definir el futuro musical del Heavy. El diablo, su simbología e imaginería empezaba a ser un reclamo y una forma de atraer público.
La obra del Bosco se encuentra en el Museo del Prado de Madrid.
2 – Black Sabbath, “Greatest Hits” (1977).
Obra titulada “El triunfo de la muerte” (1562) del pintor flamenco Pieter Brueghel “el viejo”.
Black Sabbath fue el primer grupo en explotar de manera seria y consciente la imaginería diabólica y mística. Lo aplicaron desde sus inicios y a lo largo de toda su carrera coquetearon con ella, cosa que llamó la atención de público y crítica para bien y para mal. En este “Greatest hits” recogieron unos cuantos de sus éxitos y mejores composiciones en la época cumbre de la banda con Ozzy y para mostrar al mundo su éxito, que mejor que mostrar acompañarla del triunfo absoluto de la muerte. Su propio triunfo. La obra de Brueghel también está en el Museo del Prado de Madrid. Si os acercáis no podéis dejar de visitarla.
3 – Celtic Frost, “To mega therion” (1985).
Obra titulada “Satan I” (1977) del artista suizo Hans Rüdi Giger.
Celtic Frost son una de las bandas pioneras en el desarrollo del metal extremo y desde el inicio su temática estuvo relacionada con el ocultismo y la muerte. La obra de Giger en general representaba a la perfección la estética que el grupo quería para sí y con la imagen ya histórica en el mundo del metal de Satanás usando a Jesucristo de tirachinas revolucionaron todo lo conocido hasta la fecha. Una de las mejores portadas de todos los tiempos.
Tom G. Warrior ha utilizado siempre dibujos de Giger para las portadas de Triptykon, grupo que representa la continuación natural del “Monotheist” de Celtic Frost, último disco completo de la banda.
4 – Celtic Frost, “Into the Pandemonium” (1987).
Detalle de la tabla dedicada a la representación del infierno, de “El jardín de las delicias” (1503-1515) obra del pintor flamenco Jheronimus Bosch “El Bosco”.
Dos años más tarde Celtic Frost sacaban su segundo disco y utilizaban como Deep purple 8 años antes, un detalle de la misma obra que los ingleses habían utilizado de El Bosco. Purple había usado la parte de abajo de la tablilla del infierno y Celtic Frost usó la de arriba. La imagen como el título del disco ejemplifica la reunión de los demonios en un escenario apocalíptico de destrucción absoluta. El demonio había triunfado definitivamente.
5 – Candlemass, “Nightfall” (1987).
Detalle de la obra titulada “The voyage of life, old age” (1842), del artista británico Thomas Cole.
Los suecos Candlemass son otra de esas bandas pioneras en la evolución del metal extremo, en este caso del Doom y Marcolin su icónico cantante en los inicios y en diferentes momentos a lo largo de la existencia del grupo, el responsable de que la portadas de su segundo fuese obra de Thomas Cole, algo que se repetiría en su tercer disco en su intención de unir temáticamente todos los trabajos del grupo. La inclinación de este tipo de bandas oscuras de los inicios a la hora de elegir obras de artistas clásicos era en este momento clara.
6 - Bathory – “Blood Fire Death” (1988).
Obra titulada “Åsgårdsreien” (La Cacería Salvaje) (1872), del pintor noruego Peter Nicolai Arbo.
Bathory, grupo sueco pionero como todos los vistos en el desarrollo del metal extremo, en su vertiente más Black en este caso, eligió con uno de sus discos más clásicos utilizar un lienzo del pintor Nicolai Arbo, especialista a lo largo de su vida en la temática mitológica noruega. Vikernes tomó la obra de este mismo artista titulada “Metamorphoses” para la portada de su “Umskiptar” en 2012. Después de abandonar su temática satanista, Quorthon se adentró en la mitología nórdica, siendo pionero también del Black Viking, llevándolo en su cuarto disco de estudio a su máximo exponente.
7 - Candlemass – “Ancient Dreams” (1988).
“Journey of Life, youth” (1842), del artista británico Thomas Cole.
Tercer disco de Candlemass y continuación de la temática y el artista. El viaje en barca continuaba. Uniendo la serie de lienzos dedicadas al paso de la vida, a las portadas y la música.
8 – Candlemass – “Tales of Creation” (1989).
Detalle con el color modificado de la obra “The creation of light” (1866), del artista francés Gustave Doré.
En su siguiente disco y a pesar de que Leif Edling quería continuar con Cole, al final la banda usó un detalle de la obra mencionada de Doré, artista utilizado por otras bandas de metal como Emperor quienes tomaron partes de las ilustraciones de “La Divina Comedia” para montar la portada de su “IX equilibrium”, portada además editada utilizando un color homogéneo muy parecido al de la portada de Candlemass.
9 - Bathory – “Hammerheart” (1990).
Detalle de la obra titulada “The funeral of a Viking” (1893) del pintor inglés Sir Frank Dicksee.
El siguiente disco de Bathory mantuvo la temática vikinga y la explotó en todos los sentidos de manera explícita. La épica estaba en este momento absolutamente presente en su música y todo iba relacionado, una épica vikinga que grupos como Amon Amarth posteriormente la han explotado visual y comercialmente hasta el extremo, alejándolo del carácter más místico y mitológico de Bathory. El Viking se ha convertido a día de hoy en un estilo musical muy desarrollado en los países nórdicos, sobre todo en Noruega, donde el Black desde los inicios de los 90 ha tenido una presencia predominante.
10 - Morbid Angel – “Bleesed are the Sick” (1991).
Obra titulada “The treasures of Satan” (1895) del pintor, escritor y ocultista Belga Jean Delville.
Morbid Angel, pioneros del Death metal de Florida siempre estuvieron marcados por una temática ocultista y satánica. La obra de Dealville es un lienzo absolutamente impresionante que sirvió para dotar de imagen su concepto extremo de la música y relacionarlo además con el blasfemo mensaje de la banda.
© Diario de un Metalhead 2018.
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