Por Larry Runner.
Lo dije en la crónica de la final de la W:O:A Metal Battle y no me avergüenza para nada repetirlo. En España ya tenemos Big 4 thrashero.
Hasta ahora creo que todos más o menos teníamos claros a los tres primeros, o al menos los tiene la gente aficionada al estilo con la que comparto charlas habitualmente. Esos tres son Angelus Apatrida, Trallery y Crisix. Póngales ustedes el orden como prefieran, porque hay debate, por supuesto que sí. El caso es que esos tres en el momento de escribir estas líneas andan girando por Europa, y el resto no. Será por algo. Faltaba la cuarta pata de la mesa. Personalmente, yo ya la he encontrado.
Son de A Coruña, son los subcampeones de la W:O:A Metal Battle 2018 estatal, se llaman STRIKEBACK y han parido “The Plague”. Un disco superior, de thrash metal serio, bien ejecutado, con un elevadísimo nivel en la composición y con muy buenos temas, algo imprescindible para que una banda sea tenida en cuenta.
Y es que salen muchos, muchísimos disco de thrash metal y algunos realmente interesantes, pero con el paso del tiempo a pocos de esos muchos discos que me llegan les vuelvo luego a meter mano. Con “The Plague” es distinto, hasta el punto de ser uno de los álbumes que más he escuchado en los últimos meses sin duda alguna.
Desde el primer instante, con ese comienzo de “Wall of Silence” quedé atrapado. Ese tema con el que en uno de sus conciertos al comenzar hubo alguien que gritó bien alto “mecagoendios”. No es para menos. Es un puto hit, una hostia en la mesa, una canción casi perfecta con un final sublime.
Quizás le hubiese dado un punto más de contundencia a la batería para calificarle de disco perfecto, sólo eso. Y es que como buen disco de thrash de nivel, en el tema de sonidos guitarreros es realmente “IM - PRESIONANTE” que diría aquel torturador recogebragas del sur. Quizás no inventen nada, no me hace falta. El thrash metal ha de ser eso, y si recoges de algún otro lado para la causa, has de intentar que no se note, como hacen las grandes bandas del estilo.
El trabajo en las rítmicas es realmente sobresaliente, con la melodía presente en todo momento sin que por ello las canciones pierdan contundencia. Los solos parecen entrar en el momento preciso y siempre fluyendo de forma natural, sin que en ningún momento parezcan metidos con calzador.
Sobre ello el trabajo de Adrián Beltrán, algo más que un vocalista, un frontman que a poco que se trabaje un poco más los speech en vivo será uno de los cantantes top de nuestro país como lo es ya sin duda su banda.
“The Plague” es un discazo, bien trabajado, con un muy alto nivel en las composiciones y con un buen puñado de hits en su interior. Y es que “New Order” lo es. “Until Dawn” también y “B.H.S.” si no lo es a la primera pasada lo es a la segunda. Así con todas.
© Diario de un Metalhead 2018.
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