jueves, 30 de mayo de 2019

Y con tu espíritu. TRALLERY + UNEXPECTANCE + TYRANT. Oviedo 17.05.2019. Crónica y fotos.


Texto: Larry Runner.
Fotos: Jorge López Novales.

Trallery regresaban a Asturias y es por ello que era obligado pasarse por Lata de Zinc. Es mucho lo que nos une a la banda y teníamos que estar. Así que acudimos al garito para intentar disfrutar de la noche metalera y agradeciendo a la banda y a Factory Rock la invitación que nos hicieron llegar.

La Lata nos recibió con mejoras. Hacía tiempo que no acudía al local. La última vez el sonido había dejado bastante que mejorar y el calor fue demasiado intenso. La sensación de ahogo que produce en mí el sótano hace que no disfrute de todo con los conciertos. Sé que no soy el único. Hay gente que me comenta que directamente no va por la sensación de claustrofobia. En honor a la verdad tengo que decir que han mejorado dentro de lo que cabe el local, abajo se estaba bien, sin sofocos y no había sensación de falta de ventilación. El equipo de sonido es mucho mejor y únicamente las luces son lo que se necesita mejorar. Ahora además cuenta con una barra al fondo que hace que no te tengas que perder ningún detalle si quieres ir a la barra y te evitas las escaleras. Lo de arriba sigue igual.


Abrieron la noche Tyrant, una banda que está en esa primera fase de formación y de comenzar a atreverse a subir a un escenario. Aún les falta, pero apuntan maneras y al menos lograron mover a muchos colegas para apoyarles. No les faltó ímpetu y entrega y acabaron regalando camisetas con un lanzapatatas. Buen debut en Oviedo de un grupo que aún está algo verde pero que tendremos que vigilar de cerca. A buen seguro que nos los volveremos a cruzar y que será mejor porque lo de Oviedo tuvo que ser un buen subidón para seguir trabajando con ganas.


Unexpectance, que están más activos que nunca, fueron los segundos en discordia. Emparedados entre dos bandas de thrash, difícil lo iban a tener. El mundo del metal está cada vez más dividido y pocos son los que comen de todo y se dejan llevar por un estilo cuando van de abanderados de otros. Venían de actuar el día antes en Piedras Blancas dentro de la Semifinal de Festiamas donde una vez más vieron como el Hard Rock más accesible de Drunken Buddha les dejaba fuera del concurso.

Abrieron con “Entropía” de su fantástico y ya quemado “La Metástasis de la Desesperanza” y continuaron con “El Fin de los Días”. Cuando pensábamos que iba a ser más de lo mismo, llegó la sorpresa. Presentaron un tema nuevo de lo que será al fin el nuevo disco. “El Altar del Olvido” no me disgustó como tampoco lo hizo la siguiente de la noche, otro estreno titulado “Deus Ex Machina”, en latín, como ya hicieran en su debut discográfico con “Liberate Me Ex Inferis”. A ver si va a ser una tradición ...


Tras los dos bombazos nuevos se ganaron mejor mi atención (que me perdonen, he perdido la cuenta de las veces que les he visto) y disfruté de “Lágrimas en la Tormenta” antes de que hicieran una pequeña pausa para cambiar afinaciones y despedirse con otro par de estrenos. Hay ganas de nuevo disco. Pinta bien, aunque así de primeras con solo una escucha de garito no me parece que vayan a cambiar mucho.


Y llegó el momento que todos esperaban, muchos de ellos en el exterior, el de la actuación de Trallery, que según ellos actuaban por octava vez en Asturias, aunque a mí no me salían las cuentas. Avilés, OteroOtero otra vez, Unirock, Pravia, Lata de Zinc y esta. En mis cuentas son 7, la octava sería al día siguiente en Gijón. En todas salvo en la de Pravia, que me pilló a mil kilómetros, estuve presente, teniendo un recuerdo más que especial de la primera en Avilés, en el Malecón. Pero bueno, en total, echando cuentas para mí era la número once, pues a las seis de Asturias he de sumarles dos en Barcelona, la de Wacken, una en Madrid y otra en León. No está mal para ser una banda que no lo tiene fácil para viajar, pues como bien sabéis son de Mallorca y no es meterse en un coche y ya.


El concierto del trío fue casi el mismo que pudimos disfrutar en los shows del pasado año, cuando su visita norteña pasó también por Oviedo además de por León. Cumplieron de lo lindo, volvieron a gustar y comprobaron una vez más que en Asturias tienen ya una pequeña nube de seguidores fieles que les acompañan siempre que tocan fruto también de su cercanía y de su facilidad para hacerse querer.

Tengo que decir que al grupo se le ve tremendamente feliz en Asturias, mucho más que cuando les he visto fuera de nuestra región. Saben que aquí tienen su segunda casa y lo saben agradecer siempre que vienen. No faltó su dedicatoria en “Disease” para la Otero Crew y para Diario de un Metalhead.


En el repertorio canciones mezcladas de su debut “Catalepsy” y su continuación “Spiritless”. Son ya tres años de actuaciones presentando su segundo álbum y es necesario que su tercer disco vea ya la luz. Me consta que están trabajando en ello con el tema de distribución, pues lleva tiempo grabado. A ver si algún sello decente se digna a editarlo. Es increíble que le pase algo así a una de las mejores bandas del país. 

Una vez más dieron una lección a nivel instrumental, con ese Biel a la guitarra que tanto nos hace disfrutar por esa mezcla deslumbrante que ejecuta en cada canción pasando de la caña a la absoluta sensibilidad en los solos. Agradezco que los toque tal y como vienen en el disco, que sea respetuoso con las canciones. Odio a los guitarristas que son incapaces de tocar el mismo solo dos veces, para mí es cargarse la canción. Tócalo en vivo como lo hiciste en el disco. Biel lo hace y eternamente agradecido con él por ello.


Al micro Humberto soltaba tacos sin parar. Quizás fuese porque al día siguiente en Gijón con su concierto dedicado a los pequeños se iba a tener que cortar. Sí, el domingo por la tarde iban a actuar en la Sala Memphis de Gijón con el título de “Kids & Rock” tocando canciones de Metallica. A nosotros nos regalaron “Blackened”, que sonó rara con el bajo a tanto volumen y con una batería tan bien tocada y con tanta potencia como la que le da Sebas. Todo Dios critica a Metallica, pero suena un tema suyo y la sala patas arriba.

En definitiva un concierto más de Trallery, al contrario que el título del disco, con espíritu, a buen nivel, aunque el show pide temas nuevos. Ojalá los disfrutemos pronto, nosotros y ellos, que seguro que están que muerden por poder tocarlos en vivo.

 © Diario de un Metalhead 2019.