Por Sonia M.
Zaragoza representando, como diría aquel. Nos sumergimos en sonidos de principio de milenio, y nos ponemos en situación. SWIM TO DROWN continúan su saga musical tras su ep presentación de 2016. Aquí, como es natural, encontramos a la banda más asentada y madura en comparación con aquel material. Sonido atronador y las intenciones bien claras. Si no te movió ni un pelo del flequillo el movimiento de finales de los 90 y principios de los 2000 en torno al denostado “Nu metal” ni te acerques, más que nada porque aquí no hay experimentaciones de ningún tipo. Aquí es homenaje tras homenaje a aquella época. Sin liarse la manta a la cabeza.
En esta nueva entrega encontraras guiños a todos los grandes nombres que impulsaron y mantuvieron el género en alto. Los rapeos marca de la casa de Jonathan Davis de KORN, los de Fred de LIMP BIZKIT o el particular registro de Chester de LINKIN PARK y demás. Pero también encontramos breakdowns más habituales en el metalcore más típico.
Empieza fuerte con “The truth nobody knows”, tema que sirve a la perfección para calentar pero que personalmente me deja a medias. Y es que cuando realmente siento que me enchufo a Fortress es con el curioso interludio bautizado como “Cl0th3sl1n3”, su magnífica continuación “Headless”(me encanta lo loco que se vuelve aquí Tony) y con el TEMAZO “Heroes”, mi favorito de todo el redondo con la aportación estelar de Doblezero lanzando unos fraseos. Un gusto. Es una canción súper conseguida y me flipa.
No sé qué tiene la segunda parte del trabajo pero me vuela directamente la cabeza, cuando normalmente acostumbra a ser al revés y los discos suelen ir desinflándose a partir de un inicio arrollador. Eso no quiere decir que los primeros temas no tengan su miga, por ejemplo “Nightingale floor” tiene un guiño a la electrónica más radiofónica del momento, haciendo de break. Es curioso y reconozco que la primera vez que lo oí me chocó bastante.
Añadiré que este trabajo no sería lo mismo sin Xus a los platos quien da mucha personalidad a los temas. Electrónica bien lanzada, sin saturar y dejando huella aunque, si os soy sincera me hubiese gustado que se desmelenase aún más, aquí hay potencial. Por otra parte, con Tony al micro tengo una mezcla de sensaciones. A veces me flipa y otras no acabo de pillarle el rollo. Los melódicos en “Eclipse”, los compro. La locura en “Headless” me flipa y el rollo a Chester en “Heroes”, bestial. También es cierto que abarca tantos registros que quizás sea eso lo que me cuesta al principio. Un diez para los guitarrazos de Juank y Niko, y esa línea de bajo de Juan, como me gusta su presencia destacada en “Party crusher” o "Headless”, por nombrar algunas.
Muy buenos argumentos los que tienen SWIM TO DROWN. Si te gusta este género o no tienes pudor en oír de todo, te los recomiendo. Me encanta que estando ya “fuera de la ola actual”, aún siga habiendo gente que se anime a abordar estos estilos, como los que siguen haciendo thrash metal, power metal...
¡Viva los inconformistas!
© Diario de un Metalhead 2019.
