domingo, 26 de mayo de 2019

Kids & Rock. TRALLERY (Tributo a Metallica). Gijón 19.05.2019. Crónica y fotos.


Por Jorge López Novales.

Hace unos días Marina, mi hija de cinco años, me preguntó: ¿papá por qué somos de rock? Si me lo hubiera preguntado ayer, hubiera contestado que por cosas como la que vivimos el pasado domingo 19 de mayo en  Kids & Rock.

Vamos por partes.


Uno no puede evitar echar un vistazo a los dos últimos fines de semana y creer que las cosas van bien, que la escena metalera asturiana goza de buena salud y que al resto del mundo le debe ir igual de bien. Esbozas una sonrisa que te va a durar hasta el próximo concierto en el que encuentres una deserción masiva de público. 

Unos dirán que es fácil organizar un concierto, teniendo como cabezas de cartel a bandas como Angelus Apatrida o Trallery y no lo es, es mucho trabajo y, aún así, nadie te garantiza cubrir gastos, es el maldito trabajo que nadie reconoce de los promotores, de quienes la mayor parte de gente sólo se acuerda cuando las cosas se tuercen. No obstante, no podemos hablar sólo de estas bandas “punteras” ya que sería obviar el esfuerzo de las bandas invitadas que los acompañaron -pretendo desterrar la palabra “telonera” de mi vocabulario-, como Strikeback, Totengott, Tyrant o Unexpectance. 

Pero toca hablar de la octava visita de Trallery a Asturias, curiosamente la séptima había tenido lugar el día anterior en Oviedo. ¿Dos fechas seguidas en Asturias para un grupo de Thrash metal de fuera? Inaudito. Unexpectance hizo algo parecido el viernes y sábado.


Antes que nada decir que para que una escena crezca hay que ser original, es un esfuerzo de todos. Un promotor no necesita arriesgar con propuestas imposibles y acabar comiéndose un marrón, a veces un planteamiento sencillo puede ser la solución. Y con todo esto nos encontramos con la primera edición del Kids & Rock, una idea llevada a cabo por Factory Rock Artist Agency.

El planteamiento de Kids & Rock es que los padres puedan ir al concierto acompañados por sus pequeños. Cuando se ha optado por tener hijos, se busca tener experiencias en familia, a los que nos gusta el metal envejecemos y queremos inculcar ciertos valores, ciertos gustos… o al menos que nuestras criaturas tengan la opción de escoger. Pero sólo podemos limitarnos a poner música en casa porque las salas de conciertos suelen ser muy intransigentes con el tema la entrada de menores y no todos los fines de semana tenemos un Unirock en el que podemos disfrutar en familia. No es culpa suya, es la ley. 


Kids & Rock no fue una experiencia excluyente, obviamente. Estaba abierto a todo el mundo, mucha gente sin hijos vino a ver el concierto.

¿Qué atractivo tiene una banda de versiones? La verdad es que no soy muy partidario de las bandas de versiones pero no me molestan y no tengo necesidad de atacarlas por sólo existir. Tengo mi propia excepción a la que desde ayer sumo otra.


¿Cuál es la diferencia entre Trallery interpretando temas de Metallica y un concierto de los Metallica de verdad? Siempre he creído que el contexto de un concierto es casi tan importante como el grupo que toque esa noche. Si conoces a la banda, si vas con la gente adecuada… Ver a un grande puede llegar a ser muy incómodo y puede pasar que no cumplan con tus expectativas. No digo que el metal tenga que estar recluido en garitos y que no pueda ser un fenómeno de masas, pero sí que se pueda disfrutar de otras maneras.

Me dan a elegir entre un concierto en compañía de mi mujer y mi hija Marina y que toque Metallica al lado de mi casa, y no tendría la menor duda con lo qué escogería. Puede que exagere…


Iñaki organizó un fin de semana muy completo para Trallery. Viernes Santander, sábado Oviedo pero en palabras de Humberto sobre el escenario: “salía bastante mejor volver a casa el lunes en vez del domingo”. ¿Por qué no organizar algo un domingo? Iñaki sabía que la Sala Memphis en Gijón, permitía el acceso a menores. Y así se echó a rodar el asunto.

La pequeña Marina preguntó qué íbamos a ver el domingo. Bromeé diciendo que a Metallica y ello repuso: ¿alguien más aparte de Metallica?. Si hubiera respondido “sí, a Ghost”. Es muy probable que no hubiera querido ir.

Y un domingo a las 7 de la tarde llegamos a la Sala Memphis. Vimos muchos niños ataviados con la indumentaria “rockera” y a numerosos amigos. Los pequeños tomaron las primeras filas, los demás ocupamos un segundo plano. El protagonismo era para ellos.


“Le he dicho a mi madre que hoy no voy a decir tacos o como dice ella, improperios” dijo el bajista/vocalista Humberto Pol. Puede que al final se escapara algún joder.

Humberto tomó su habitual figura de frontman, adaptada a la especial naturaleza del concierto. Junto con Biel y Sebas buscaron constantemente la complicidad de los niños. Y no sólo a los pequeños, Humberto manejó sin problemas a todos, incluyendo padres y un espontáneo borracho que quería dar su propia visión de Metallica y contarnos que también tenía un hijo, que por suerte no estaba presente. 

El concierto tubo un planteamiento didáctico. Antes de cada canción se hacía una pausa para interaccionar con los niños. Humberto decía qué tema de Metallica iban a tocar y más concretamente de qué disco. Se habló, por ejemplo, de cómo comportarse en un concierto. Y nos contó que Trallery son un grupo de amigos que se conocen desde hace mucho tiempo (él y Biel desde que tenían cuatro años) y lo que hacen no es sólo trabajo, aunque su música tiene un planteamiento profesional. También dijeron que Metallica había sido siempre una gran influencia para la banda y que habían empezado interpretando canciones de ellos, aunque luego empezaran a desarrollar su propio material. La mejor inversión de unos padres es la música, instrumentos, remarcó, no sin razón, en varias ocasiones. Si los chavales se interesan por ella, acabarán gastando dinero en clases y en mejorar su equipamiento y no en drogas, “Las drogas son malas, en eso no hay bromas”, llegó a decir.

Al venir de Mallorca, Trallery no pudo traer consigo todo su equipo. Así que agradecieron que Tyrant cediera sus equipos de amplificación y que Unexpectance aportara su batería en estas dos jornadas. Allí estaban los miembros de los dos grupos entre el público.


Trallery abrió con “Enter sandman”. Tocar para niños no significa rebajar la energía de un concierto, sino acercarles un concierto de verdad. Siendo tres músicos abordaron los temas con fidelidad, alguno de los presentes osó decir que mejor que los originales pero yo nunca he visto al grupo en directo y no me atrevería a tanto.

No hubo un set al uso. En algún momento parecía que el público sugería un tema y ellos empezaban a tocar con la seguridad de que cualquier tema de Metallica se les quedaba pequeño.

La caña iba en aumento. Sólo tuvimos tregua con “Nothing else matters”.

En “Seek and destroy” Daniel Larriet (Unexpectance), canto junto a Trallery dejando su impronta en el tema. Fue el momento del circle pit. Mi hija se metió en medio pero no se esperaba que hubiera algún empujón y salió llorando. Daniel estaba flipando, había tenido una respuesta mucho más entusiasta de la juventud que de muchos de los que estábamos viendo el concierto de su grupo el día anterior.


Biel repartió una púa a cada uno de los niños del público y los tres músicos firmaron discos y se hicieron fotos con los pequeños, sin duda, sus nuevos fans. Un recuerdo de una noche que no olvidarán. Y la pequeña Marina volvió a su casa con algo que iba a contar a su profe y a todos sus amigos en el colegio, enseñando “el tattoo que me puso Iñaki en la mano para entrar” como el mayor tesoro.

Enter sandman
Bells
Master of puppets
Fade to Black
Sad But true
Blacken
Nothing else matters
Motorbreath
Seek and destroy 
Creeping death 
One

© Diario de un Metalhead 2019.