miércoles, 14 de junio de 2017

ICED EARTH: Incorruptible (2017- Century Media) USA.


Por Larry Runner.

Tres años hemos tenido que esperar para tener una nueva obra, de ICED EARTH. Desde su anterior “Plagues of Babylon” que en mi casa entró en formato de cofre de lujo con un montón de sacramentos de complemento en una de esas ediciones que guardas con cariño en un punto especial de la estantería.

A pesar de que en el pasado hemos idolatrado a Matt Barlow como a ninguno, y tenemos que reconocer que ante su huida para currárselo de policía la entrada de Ripper Owens fue algo que también nos la puso dura en su momento, Stu Black, quinto de los vocalistas de la banda, creo que poco o nada tiene que envidiar a sus dos predecesores. Menos aún tras este disco.


Y es que por él empezaré hablando en esta reseña sobre el nuevo álbum, tercero con Stu a la voz. Impresionante, crece disco a disco desde su entrada con aquel genial “Dystopia”. Stu Block se me antoja como la persona perfecta para ocupar el puesto en esta banda. Capaz de llevar los tonos de la era Barlow sin ningún tipo de problema por lo similar del tono de su voz con la del pelirrojo, llega a los agudos cuando la canción lo precisa sin forzar demasiado, unos agudos que, precisamente, me recuerdan a los de Ripper Owens y a veces hasta al mismísimo Eric Adams. Así que tenemos dos en uno y podemos disfrutar de un vocalista de menos renombre pero quizás más completo que los otros dos máquinas aunque, de momento, sin tanta fama.

La novedad en el line-up la protagoniza el culo de mal asiento Jake Dreyer (White Wizzard, DeadRingers Guild, Kobra and the Lotus, Witherfall...), nuevo guitarra solista, -dice Schaffer que lo escogió tras haber escuchado a más de 500- algo que no puede extrañar en esta banda por la que contándolo a él ya han pasado 32 componentes distintos, siendo él, la octava de las parejas que ha tenido Jon Schaffer a la guitarra. Completan la alineación Brent Smedley, que vive su cuarta época en la banda tras varias idas y venidas en el pasado y Luke Appleton al bajo.

Schaffer deja de lado la historia y la política hasta el final para hablar en estas nuevas canciones de temas personales a los que mezcla en historias ficticias, intentando dar un mensaje de positividad y de mantenerse fuerte, íntegro, incorrupto, ante los males de la humanidad.


¿Qué nos encontramos musicalmente?

Coros masculinos y tambores protagonizan la introducción de un “Incorruptible”, 12º de su ya larga carrera de más de tres décadas. Coros apropiados para lo que se viene después “Great Heathen Army”, tema basado en los vikingos y que nos recibe de forma acelerada, pero sin pasarse, entrando a la primera y haciendo que te enganches al disco, que es lo que importa, con un Stu Block espectacular a la voz ya desde el comienzo.

“Black Flag”, temazo, te traslada a navegar a un barco pirata. Comienza con un medio tiempo que abandonan para tomar velocidad después y que suena tan bien que casi te da pena que cambien el ritmo. Las rítmicas son lo mejor de la canción, y es que si hay un tipo que se lo haga bien en ese sentido, es Schaffer, un fenómeno para transmitir la esencia del heavy metal en sus canciones. Los amantes del género tienen, tenemos, en ICED EARTH una fantástica muestra para decir: así somos, esta es nuestra música y estamos orgullosos de ello

“Raven Wing”, tercer corte del álbum, es el primero de los medios tiempos típicos de ICED EARTH que aparecen en este disco. Ya sabes, contundencia a base de un riff pegadizo con unos teclados muy al fondo para tapar huecos introducidos con enorme sutileza. El ritmo cambia al aproximarse al fantástico solo y detrás de él viene una parte que bien podría haberla firmado Michael Weikath. Enorme.


“The Veil” es otro medio tiempo con espíritu de balada que crece en los estribillos con una melodiosidad asombrosa que en todo momento se mantiene “Incorruptible” ante la ñoñería. En esta canción tiran de unas ligeras orquestaciones para completar otro tema redondo. Tiene un toque Blind Guardian en varias partes.

“Seven Headed Whore” viene justo detrás. Es el más directo de los temas, sólo dura tres minutos y lleva unas rítmicas muy Metallica, abusa del doble bombo y Stu se ve exigido como en ningún otro momento del disco en una canción que bien podía haber firmado alguna que otra buena banda de Thrash Metal. Le cambias la voz por la de Chuck Billy y ahí tienes un tema de Testament, aunque Stu se pone muy thrasher. Me encanta con esos agudos a lo Halford. Directa y contundente.



“The Relic (Part 1)” -es curioso, no hay segunda parte- es uno de los temas más melódicos del álbum, en el que la guitarra solista juega un papel fundamental para otorgarle una nueva dimensión, distinta al resto del disco. ¿La mejor del disco? Si no es así, cerca andará. Sensacional y muy bien cantada con una buena incorporación de orquestaciones al fondo que al final cumplen un papel fundamental.

“Ghost Dance (Awaken The Ancestors)”, te traslada a las llanuras del oeste americano, a la tierra de indios y búfalos que hicieron desaparecer o recluyeron en impresentables reservas. Un maravilloso tema instrumental compuesta con gusto exquisito.

Nos vamos acercando al final del álbum, ya estamos en el octavo de los diez cortes que componen “Incorruptible”, toca hablar de “Brothers”. Otro medio tiempo “made in Schaffer” que te agradará y con un gran solo, de lo mejor del disco, en otra canción donde la guitarra solista adquiere un papel fundamental, quizás en el tema que más, firmando al final una de las mejores canciones del disco con esas guitarras dobladas ya al final. Temazo y así en estos primeros días de innumerables escuchas -el disco nos llegó ya hace una semana- mi favorita.

“Defiance” sube las revoluciones en un tema muy Judas Priest que le habría venido como anillo al dedo al bueno de Ripper, aunque Stu está sobresaliente.


“Incorruptible” se cierra con la épica de “Clear The Way (December 13th, 1862)”. Al final, Schaffer no puede evitarlo y dedica una canción a su tema favorito, la guerra civil americana. En este caso a la Batalla de Fredericksburg, en la que participaron cerca de 200.000 efectivos y de la que salió airoso el ejército confederado, que era bastante menos numeroso aquel día y aún así le zurró la badana al ejército de la Unión. Más de nueve minutos con largas cabalgadas nos trasladan al campo de Virginia. Gritos de batalla y gaitas se incorporan a lo que bien podría ser banda sonora de una película. Un espectacular broche final para un álbum que como decía al principio, te hace sentir orgulloso de ser un metalhead.

El disco fue grabado en Indiana, en el estudio de Schaffer que hizo de productor trabajando codo con codo con el ingeniero Christopher “Zeuss” Harris (Santuary, Queensryche ...), gran trabajo, suena cristalino. Un álbum más para disfrutar con unos buenos auriculares y sentarse a dejarlo fluir que para fliparlo mucho en vivo.

Siempre que los escucho, pienso que lo hago demasiado poco y que casi no debería escuchar otra cosa por lo grandísimos que son.

“Incorruptible” sale pasado mañana a la venta, vía Century Media con diferentes ediciones. Un disco que todo fan de ICED EARTH tiene que tener, tenemos que tener.









Diario de un Metalhead 2017.

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