jueves, 15 de junio de 2017

ELBERETH: Karma (2017- Basque Metal Country)


Por Larry Runner.

ELBERETH Entraron en mi vida de forma rápida, pero también fugaz. Fue en aquella primera Metal Battle celebrada hace años en Turón, en Asturias a escasos 500 metros de mi casa. Me alucinaron, me ganaron, como a todos aquella noche en la que el juzgado las pasó canutas para escoger a sólo tres bandas para la final.

Pero igual que llegaron, desaparecieron y desde entonces, poco he sabido de ellos. He visto en la distancia que tocaban por su Euskadi del alma, pero poco más. Evidentemente cantando en su idioma siempre lo tendrán un poco más complicado para exportarse al resto del estado, no sé si influye o no, pero más que nada por tratar de buscar una explicación a que aún no sean una banda conocida a lo grande.

Los de Legazpi llegan con “Karma” un álbum de ocho canciones más una introducción cantadas como digo en Euskera, a excepción de la final “Will Remain”. En el libreto desplegable no viene traducción alguna ni a castellano ni a ningún otro idioma y es por ello que no puedo hablar sobre las letras, aunque Basque Metal Country hace las cosas bien y junto con el cd han enviado una hoja de prensa en la que nos cuenta un poco de qué va la película.


La primera parte del álbum es una trilogía que narra la vida de tres verdugos o torturadores españoles, a saber: Nicomedes Méndez, Gregorio Mayoral y Casimiro Municio son esos protagonistas. En el resto del disco historias sobre la guerra de Siria, los cerdos que utilizan las redes sociales para fastidiar la vida a los demás, el libro “Brave New World” y el poder de internet.

Ciñéndonos a lo musical, la música de ELBERETH navega entre el heavy metal, el thrash y el death metal, con carga de agresividad, algo que es constante, pero sin perder en ningún momento el gusto por la melodía.

“Karma” transpira crudeza, mala hostia, mucha rabia, con guitarras muy contundentes en ocasiones agresiones “panterianas” realmente evidentes como en “Patu Beltza”, aunque si hubiese que dar una referencia, buscar una similitud para tener perspectiva, quizás el nombre a dar sería el de Gojira, pero no me hagáis mucho caso. Y lo digo porque ojo, no todas las canciones son así, la banda tiene mucha personalidad y respecto a eso mis favoritas son las que suenan más a original, más a propio. Es ahí donde me gustaría resaltar algunos temas.

De primeras casi citaría “P.S.”, que me tiene bastante pillado, pero como con otros muchos discos, las preferencias podrían variar en el futuro tras las sucesivas escuchas, porque este no es un disco de una sola escucha, es un álbum de largo recorrido, de los que quedan para el futuro. Creo que esto viene dado por el alucinante trabajo a la guitarra, porque si algo bueno tiene ELBERETH es eso, las guitarras, que para eso tienen tres, y en vivo ofrecen un show alucinante. En el disco hay momentos con combinaciones a las que uno no está acostumbrado. Quizás la segunda que más pillado me tiene es “Segi Itxoiten”, con un rollo muy melódico que me maravilla y que me hace dudar si no será ésta la favorita y no “P.S.”. “Usainik Ez Inguruan” con ese comienzo “Sad But True” es especial. Y la segunda de las de los hijos de puta: "Nikomedes", que es hasta pegadiza. "Doinu Ilunak" es también una burrada, y no sigo porque las acabaría diciendo todas.


Grabado en los estudios AME de Mutriku, en Gipuzkoa, por Axular Arizmendi entre febrero y marzo de este año, ha sido masterizado por Estanis Elorza en Doctor Master de Donostia. El envoltorio de este disco, que hace el cuarto, ha sido diseñado por Beñat Olea, todo queda en casa. Gran trabajo con una duración que se me antoja ideal, 35 minutos.

Que cierren con un tema en inglés, quizás no signifique nada, o quizás, quién sabe, sea un síntoma de apertura futuro para intentar logros mayores. En Euskadi ya son los amos, toca salir a conquistar. Personalmente, celebro muchísimo que estén de vuelta. En mi casa dejaron huella.







© Diario de un Metalhead 2017.

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