jueves, 26 de enero de 2017

Diario de un Metalhead. Capítulo XXVIII: Angelus Apatrida.


Por Larry Runner.

Conocí a Angelus Apatrida muy tarde, al menos tarde con respecto a otra gente. Fue con “Give’ Em War”. Aluciné de inmediato, pues me transportaron a tiempo atrás. Fue como música celestial para mis oidos y cuando me enteré que eran de Albacete, no podía creérmelo. Me hice fan al instante y tuve el disco en cd original poco después.
Luego tuve la oportunidad de verles en vivo la primera vez que vinieron a Asturias, en su primera visita al Luarca Metal Fest. Esa noche me vine con mis primeras fotos con ellos. Pude intercambiar unas palabras y me ganaron también en lo personal.

Con el paso del tiempo les he visto un montón de veces tanto en Asturias como fuera de la región, siendo la más especial aquella vez que “engañé” a tres amigos para bajar a verles tocar en Albacete, en enero de 2011. Aquella noche compartían escenario con Crisix, cerraban gira y  nos dedicaron una canción. Fue inolvidable. Probablemente uno de los mejores conciertos de mi vida.

Cada vez que se pasan por Asturias no me los pierdo y procuro al menos saludarles y si puedo charlar un rato con ellos, pues mejor. Afortunados los que tenemos la licencia de compartir conversación con nuestros ídolos, pues para mi lo son.

Tras todos estos años, me hecho muy fan del grupo, de hasta comprarme los singles de vinilo en  la tienda on-line de Century Media. Me he convertido en un incondicional, contando con varias camisetas suyas y llevando siempre al menos una muñequera con su logo. Sí, lo reconozco, me encantan.

Si bien musicalmente son muy grandes, porque además de tener muy buena técnica son una fábrica de hits, en apenas una década se han transformado además en una banda de referencia de la escena metalera española. Lo han hecho sin buscarlo, sin proponérselo, pero es que los buenos acaban haciendo que otros les sigan o les imiten, y quieran o no, se han convertido en abanderados de lo que yo llamaría la tercera generación del metal español.

Sí, la primera generación fue la de Obús, Barón y Ángeles del Infierno. La segunda la de Mago de Oz, Avalanch y Warcry. La tercera es la actual y Angelus Apatrida la encabezan con Crisix pegados a su culo y con unas cuantas bandas que vienen pujando fuerte por detrás de las que destacaría a [In Mute] y Trallery, que están a punto de colarse ahí.

Sí, a día de hoy son una referencia y un grupo en el que se pueden mirar futuras generaciones, como antes pasó con otros. Estoy seguro de que estos conciertos de enero en los que van a grabar su primer DVD en directo van a ser un éxito, algo inolvidable. No me cabe la menor duda. Van a salir triunfadores por su música y por ser buena gente. Porque se lo merecen. Y yo me siento tremendamente afortunado de haberles conocido.


Nota.- Este texto fue escrito originalmente a petición del compañero David Aresté de Metal Symphony con motivo de los conciertos que Angelus Apatrida ofrecerá mañana y pasado mañana en Madrid y Barcelona para la grabación del DVD en vivo. Tras haber cumplido con su función, he querido compartirlo con los lectores de Diario de un Metalhead, pues creo que era de justicia hacerlo llegar también a nuestra gente a modo de capítulo, como el Diario de un Metalhead original. Espero que os haya gustado.

La publicación original en la web de Metal Symphony se puede ver aquí.

© Diario de un Metalhead 2016.