miércoles, 16 de agosto de 2017

VAGOS METAL FEST. 11-13.08.2017. Crónica y fotos. Parte 1/2.


Por Larry Runner.

Vagos Metal Fest crece. La 2017 era la segunda edición para el nuevo crew, una vez que el original partiera rumbo al sur para establecerse en Lisboa y llevar allí la anterior marca. Vagos, un lugar precioso, no podía quedarse sin su festival.

Enclavado en un paraje realmente fascinante, pegado a la ría de Aveiro, a orillas del Atlántico, sin duda el más bonito en el que yo haya estado en un festival, el Vagos Metal Fest tiene aún capacidad de crecimiento. A pesar de que la nueva dirección aún lleva poco tiempo enfrentándose a todo lo que supone un evento de estas características, tienen poco que envidiar a algunos festivales españoles.


Un paraje verde con dos opciones de acampada para un público privilegiado. O bien en la zona pegada a la ría o en la parte alta de recinto, dentro de un pinar . No estuvimos acampados, pero sí que pudimos observar y nos dio la sensación de que no faltaban servicios para los campistas. En ese aspecto, tuvimos suerte, aún no me explico cómo pudimos conseguir alojamiento en la vecina Aveiro, un lugar tan turístico donde sales a la calle y parece que paseas por París. El turismo francés manda en la zona y está omnipresente en calles, bares y restaurantes. Ya en el viaje de ida observamos ese detalle, pues veíamos más coches con la F que con la P. Ríete tú de lo de los alemanes en Mallorca. A pesar de lo que cuento, nunca tuvimos problemas para aparcar la lado del festival, con la policía local haciendo la vista gorda y permitiendo dejar los coches en zonas no aptas siempre que no interrumpiesen una salida o un paso. Sí, vimos coches subidos en las aceras sin ningún problema. En España se habrían puesto las botas a multazos.



En lo fundamental, no fallan. Sí, a día de hoy sólo cuentan con un escenario, pero suena bien. Los hay que tiene varios y suenan todos mal. Eso, sin queja. Los cambios fueron siempre muy rápidos, de entre 20 y 30’ salvo en un par de casos y hasta los grupos de más abajo del cartel sonaron bien. Lástima no tuviesen un telón para cubrir el escenario entre banda y banda para ofrecer una mejor imagen. 

Sufrimos una pequeña confusión con el tema de acreditaciones al llegar, pero hubo voluntad de solucionarlo y en 20’ estábamos dentro. Al menos, nos ayudaron con ello. En España he tenido experiencias en situaciones así y nos dejaron tirados del todo, teniendo que buscarnos las castañas tirando de teléfono porque “no estáis en la lista y punto”, sin atender a razones. La diferencia, la voluntad por solucionar los problemas y no pasar de la gente como si fueran basura. Hace años trabajé en el Derrame Rock llevando esos temas y cuando había algún problema, se trataba de buscar solución no se le decía a la gente “aquí no estás, hasta luego que yo no sé nada”. En fin ...


Respecto a la zona de restauración, sin queja. Precios muy económicos, creo que no había nada de papeo que pasara de 3-4€ y las cervezas, Super Bock, a 1,50€. Sangría y agua a 1€.Un beer garden con abundantes mesas y sillas para poder sentarse a comer y beber y una muy amplia zona verde se convirtió en el mejor lugar del mundo para que las esperas entre bandas se hicieran tan cortas y cómodas que en ocasiones fastidiaba tener que levantarse y acercarse a la parte delantera del recinto. Sobre todo si estabas cargando la batería de tu móvil en el punto habilitado para ello. Y eso que acostumbrado a otros lugares, las distancias aquí eran ridículas. También algún puesto de discos y ropa, pero en ese sentido todo está mucho menos explotado. Nos llamó especialmente la atención la falta de merchandising de la marca Vagos, creo que en eso aún pueden crecer mucho. Sólo había un modelo de camiseta. 



VIERNES.

El viernes nos incorporamos un poco tarde por culpa de la confusión en la entrada. Nos perdimos a la primera de las bandas Tales for the Spoken. Para una vez que llegamos a tiempo ... Nos incorporamos ya con los alemanes de Aachen And Then She Came empezados, con quienes coincidimos en el hotel a la llegada. No nos conquistaron. Ji-Hin Cho tiene una voz demasiado poco heavy para mi gusto. Me sonaron a grupo de metal con cantante pop, no entendí bien su apuesta musical, no me cautivó, la verdad. Una mezcla de metal moderno, con industrial, con rock ... demasiado mestizaje. No despertaron a la masa.

And Then She Came

Con Revolution Within todo cambió. De repente el Vagos Metal Fest pareció espabilar. Está claro que son profetas en su tierra. Su thrash metal me gustó desde el inicio, y es que son pura actitud, una banda de verdad, que ama lo que hace y que siente el metal en sus venas. Eso no se ensaya, se tiene o no se tiene y los portugueses lo tienen y azotan sin piedad. Este grupo es muy grande y a día de hoy creo que en toda España sólo se han dado cuenta en Galicia. Habituales de la escena de aquella región, espero que pronto nos invadan y se hagan un nombre también por aquí.

Revolution Within

En Portugal hay bandas muy buenas y a este lado de la virtual frontera, donde sólo sabemos mirarnos nuestro pijo, no nos enteramos de la mitad, pensando además que somos el centro del universo. Modestos como pocos he visto sobre un escenario y también abajo, no pararon de agradecer su participación en el festival. Rui Alves no cesó de dar las gracias, convincente a la hora de expresar su mensaje, pidiendo a los presentes que al llegar a casa lo comentásemos con los amigos y en las redes sociales. Que hiciéramos funcionar el boca a boca porque sacar adelante un festival no es fácil y “si no miramos por esto, lo perderemos”. No faltaron los clásicos wall of death y el circle fue constante. También apareció el crowdsurfing, algo que por aquí he visto reprimir allí es de lo más normal, como si estuvieses en Alemania. Funcionó durante los tres días y la gente se lo pasó en grande. Marco Fresco de Tales for the Unspoken ejerció de invitado.

Revolution Within

Ahora mismo me montaría un festival thrash y ellos estarían en el cartel como también lo estarían los siguientes, los dementes de Gama Bomb.

 Gama Bomb

No es que musicalmente el concierto de los irlandeses fuera una bomba, pero nos lo hicieron pasar más que bien. Conectaron casi desde el principio con el público. Era la primera vez que les veía en directo y una de las razones para acercarse hasta Vagos era precisamente esa, ver a muchas bandas a las que no había visto hasta ahora en vivo. Philly Byrne salió ataviado con un traje de chaqueta de color amarillo chillón, sorprendiendo a todos y demostrando ya de salida que los suyo es el cachondeo.

 Gama Bomb

El vocalista no paró de interactuar con el público y gastar bromas mientras sonaban temas como “Hammer Slammer” o “Musolini Mosh”. Convirtieron el clásico wall of death en wall of love, invitando a la gente a abrazarse en el momento del encontronazo, aunque me temo que en eso no le hicieron mucho caso al bueno de Philly. Se lo pasaron en grande y divirtieron a la parroquia alabando lo bueno del lugar y de su omnipresente Super Bock. “Zombie Blood Nightmare” sirvió de despedida.

Rhapsody

Rhapsody llegaba a Vagos con su 20th Anniversary Farewell Tour. Sin Alex Staropoli, tiraron de samplers para cubrir su ausencia y a decir verdad, no noté diferencia alguna de las veces anteriores en las que sí estaba. Con un Fabio Lione sensacional a la voz, un Luca Turilli perfecto a la guitarra y un repertorio de ensueño, era imposible no pasárselo bien. Fue una actuación que recordó tiempos mejores del power metal y que personalmente me hizo vibrar. La salida con “Emerald Sword” y “Wisdom of the Kings” me puso la carne de gallina, con eso lo digo todo. La emoción hacía temblar mi dedo sobre el botón de la cámara. Tratar de hacer fotos mientras tiemblas de agitación no es nada fácil. Pusieron Vagos patas arriba y hasta los más duros se unieron a la fiesta. La gente se sabía los himnos, que no canciones. Hasta al final -cerraron con “Holy Thunderforce”- no dejaron de hacernos vibrar. Una pena que su show empezara tarde y su set-list se viese recortado. Aún así, inolvidable.

Rhapsody

Era indiscutiblemente la noche de Arch Enemy. Están en su mejor momento y llegaron a Vagos para demostrar que así es. Atacaron apostando fuerte con el nuevo hit “The World Is Yours”, el primer single adelanto del que será su nuevo disco “"Will To Power"” que como bien nos recordó un rato más tarde Alissa White Gluz saldrá el próximo 8 de septiembre. “Ravenous” fue la segunda de la noche. Vagos ya estaba entregado y aún no habían sonado los auténticos éxitos que han aupado a la banda hasta lo más grande del panorama metalero mundial.

Arch Enemy

Sonaron, sinceramente, perfectos. Ver al dúo Michael Amott/Jeff Loomis es percibir la sensación de que no hay pareja igual en este momento. Puestos a buscar tachas, quizás debiéramos decir que la interacción entre miembros sobre el escenario es casi inexistente. Es complicado verlos juntos, aunque sí que hay momentos en los que ves a ambos guitarristas juntos o a Alissa acercándose a alguno de ellos, pero la imagen que transmiten en ese sentido se me antoja un tanto fría. Pero eso ya es por ponerse a buscar tachas a una banda que musicalmente estuvo muy por encima de todas las del día con la frontwoman del momento y a la que le empiezan a salir clones de todas partes porque sin duda alguna la ahora menos peliazul, marca tendencia y vence en popularidad gracias a su imagen y a su desgarradora voz.

Tenían mucho ganado, y es que algo que nos llamó la atención a lo largo de los tres días del Vagos fue que la media de edad del público era muy baja, Mucho veinteañero y muy pocos pelos blancos o calvas. Sí, la media de edad del público me pareció bastante más baja que a la que estoy acostumbrado a ver en los festivales de aquí, Resurrection incluido. Muchos chavales, mucha cantera que tiene claro cuales son sus héroes. Está claro que como grupo del momento Arch Enemy estaba entre los favoritos de la gente.

Arch Enemy

Set-list:
The World Is Yours
Ravenous
Stolen Life
War Eternal
My Apocalypse
You Will Know My Name
Under Black Flags We March
As the Pages Burn
Dead Eyes See No Future
Avalanche
We Will Rise
Snow Bound
Nemesis

Fue la noche de Arch Enemy indiscutiblemente. Su repertorio, cargado de hits coreables hasta en sus partes instrumentales volvió loca a la entregada y numerosa audiencia que una vez terminada su actuación se vio bastante reducida. Y es que no fueron pocos los que abandonaron el recinto una vez terminada la actuación del grupo del momento. Y es que nos acercamos hasta el coche a coger algo de ropa de abrigo y vimos que había colas para abandonar Aveiro a pesar de que aún faltaban tres bandas por actuar. Inigualables.


Wintersun vinieron detrás, tardaron creo que algo más de la cuenta en salir y no lo tuvieron fácil por hacerlo justo tras Arch Enemy y con mucha gente abandonando el recinto. Antes hablaba de Rhapsody a los que se les ha criticado mucho en años pasados hablando de sus samplers. Pues bien Wintersun lo llevan tanto o más lejos que los italianos. Su show va apoyado de continuo sobre una base artificial, lo que hace que llegue un momento en el que parezca que no están tocando en vivo, aunque no es así. Esa fue la sensación transmitida desde la inicial “Awaken From The Dark Slumber (Spring)”.

Therion y su show operístico comenzaron a arrancar bostezos a los aún presentes en el recinto. Las piernas y el calor sufrido por la tarde comenzaban a pesar sobre el público. Quizás un show más movido a esas horas habría servido para mantener a la gente más activa. Tras una tarde en la que habíamos visto gran actividad en el pit, vimos como aquello se aplatanaba. No era el momento para tanto coro pregrabado y tanta floritura orquestal.


Grunt lograron al final poner patas arriba el Vagos aunque el público ya era más reducido. Grind y disfraces para hacer disfrutar a los amantes del ruido más extremo y despedir la primera de las noches. La verdad es que a mí me hicieron salir escopetado una vez satisfecha mi curiosidad “bacalogrind”.

La noche acabó en un pub de Aveiro tomando cervezas con Gama Bomb. Aquello sí que fue un espectáculo.



SÁBADO.

Implore abrieron la jornada del sábado rodeados de muchas camisetas en el pit. Eran tan sólo las cuatro de la tarde y treinta eran los grados con los que el Sol castigaba la explanada del Vagos, pero no fue óbice para que los más valientes acudiesen a la intensa descarga de la banda multinacional originaria de Hamburgo. Energía extrema expresada en una gran actuación de una formación que a buen seguro escalará puestos en los carteles de todos los festivales en los próximos años.

Brutality Will Prevail

Brutality Will Prevail venían justo detrás y con sólo 30 minutos en su repertorio. No conocía a los galeses de nada y me parecieron una banda bastante interesante, entre otras cosas porque creo que tienen un rollo muy personal. Muy intensos, tirando de muchos ritmos lentos e inmundos no me disgustaron para nada. No eran ni las cinco de la tarde y en el pit había hostias como panes. El crowdsurfing empezó a funcionar. Si bien Vagos es un festival de aspecto muy heavy, donde se ven pocas gorras y dilataciones, bien es verdad que durante la actuación de Brutality Will Prevail estas parecieron multiplicarse.

Brutality Will Prevail

Creo sinceramente que hubo gente que el sábado acudió para ver tan sólo a las tres primeras bandas, y es que ahora llegaban Hills Have Eyes desde Setúbal. Son una banda que tira más a metalcore que Brutality Will Prevail, que son más sludge. Los portugueses no me acabaron de convencer, y es que si bien en disco tienen un punto melódico importante, en vivo lo pierden casi del todo, sonando demasiado duros y barulleros. Empezaron tarde y su show recortó en casi 10’. Muy despiadados y distintos a lo que he escuchado suyo en disco, no me acabaron de convencer del todo.

Hills Have Eyes

Metal Church atraían a los heavies que aún quedaban en las tiendas de campaña. Cambio de público en la puerta con algunos abandonando ya el festival tras la descarga metalcore y otros llegando a esas horas para ver a los veteranos thrashers.

Metal Church

“Fake Ealer” sirvió a los americanos para conectar de primeras con su público. Con un Mike Howe en un estado de forma envidiable a pesar de los años y un resto de componentes para los que algunos no pasan los años, ofrecieron un show contundente aunque quizás un tanto lineal, bajo la cúpula del escenario del Vagos. A Kurdt Vanderhoof le falta pelo, pero no ganas. La banda sonó cañón y canciones como “Badlands”, o “Killing your time” con su riff asesino ayudaron a ello. Geniales todos, en buen estado de forma, aunque puestos a escoger me quedo con Steve Unger, por el que no pasan los años y que toca el bajo como si fuese una guitarra más, dotando a la banda de un engorde sónico que me encantó. Por siempre Metal Church.

Metal Church

Era mi primer concierto de Primordial. Me habían contado sobre ellos y se habían quedado cortos. Desde la inicial “Where Greater Men have Fallen” y “Gods to the Godless”. No sabía si tomar fotos o notas, y es que no quería perderme ningún detalle y no daba para todo.

Primordial.

Los irlandeses me cautivaron, me ganaron para siempre. Parece imposible que pudieran sonar tan bien. Sin casi ayudas y a pesar de la luz del día, crearon una atmósfera oscura que enganchó al público que se pasó toda una hora dando cabezadas y obedeciendo a cada gesto de A.A. Nemtheanga, un frontman sensacional. Sus ritmos pausados, lentos, van enganchando a los presentes y dejándonos absortos, como hipnotizados. Cerraron con “Empire Falls” y demostraron ser mucho más que una simple banda oscura. Enormes.

Primordial

Segunda visita de Korpiklaani en poco tiempo a tierras ibéricas tras su paso por el Resurrection Fest. Hace como una década me pegaba unos buenos bailoteos con ellos, pero como todo, el rollo se me fue pasando y a día de hoy su música me dicen poco. Bien es verdad que es un tema personal, pues pusieron a todo el puñetero Vagos a dar botes y bailar en un repertorio que no aportó demasiada nostalgia a mi persona. Sonaron cristalinos aunque para mi gusto un tanto bajos de volumen, y animaron a un público que a esas horas se le veía con mucha gana de fiesta de cara al sprint final de la segunda jornada. Correctos.

Korpiklaani

Max Cavalera llegó a Vagos como un Dios. La repercusión del brasileño en la ciudad fue enorme, conocido a todos los niveles se plantó en el escenario de Vagos como el triunfador que es, mostrándose como la estrella absoluta del festival y empequeñeciendo un poco al resto de bandas del cartel, Arch Enemy incluido. Y eso que estuvo descontento con sus monitores durante casi todo el concierto, llegando incluso a dirigirse al técnico en más de una ocasión.

Un acertado repertorio y una conexión constante con el público fruto de la continua interacción dirigiéndose a la audiencia en portugués, logró vibraciones inigualables. El público propulsado por los ritmos del espectacular Zyon Cavalera digno de su apellido y por la triunfante Hidromiel y la Super Bock protagonizó imágenes espectaculares que eran retransmitidas en vivo por las dos enormes pantallas situadas a ambos lados del escenario. Agitación total en el pit. La seguridad se vio desbordada por el oleaje del crowdsurfing. No paraban de llegar almas de ambos sexos al foso, del que salía tanta gente que parecía aquello la maratón de Nueva York. El circle of death fue constante y el wall of death - o como dijo MAx, paredón- al nivel de los festivales más grandes. Sobre el escenario sólo cuatro músicos y como atrezzo tan solo una bandera de Brasil y una camiseta de la selección portuguesa. Impresionantes.

Soulfly

Set-list:
Blood Fire War Hate
We Sold Our Souls to Metal
L.O.T.M.
Prophecy
Living Sacrifice
Defeat U
Seek 'N' Strike
I and I
Tribe
Arise Again
Frontlines
Rise of the Fallen
Umbabarauma (Jorge Ben Jor cover)
Refuse/Resist (Sepultura cover)
Jumpdafuckup / Eye for an Eye / The Trooper

Powerwolf salieron a continuación, pero la desbandada había sido importante. Pocos se quedaron a ver a los religiosos alemanes que tras la descarga groove brasileña parecían un grupo de dibujos animados. De haber actuado por la tarde les habría ido mejor.

Bathuska tardaron en salir más del doble de lo pactado para mostrar una teatralidad en la que lo musical queda un poco al margen. Ellos mismos hacen que sea así, con un disco tan sólo en su haber y con más morbo por el secreto de sus identidades que por lo bueno de su virtuosismo.

Gama Bomb

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