Texto: Diego Rodríguez Liébanas.
Fotos: S. Weißer y Jet Jaguar.
VIERNES
A las diez y media de la mañana, algunas decenas de individuos bajamos por esa ligera pendiente hasta los escenarios grandes escogiendo el camino más apto para desplazarnos en el barro agolpándonos delante del FASTER Stage como si de una escena de The Walking Dead se tratase.
Memoriam
Varios factores jugaban en contra de MEMORIAM además del horario: Son una banda poco conocida aún y Kadavar, alemanes para más inri, realizaban su descarga a escasos doscientos metros en el LOUDER Stage. “¿Habéis desayunado? ¡Welcome to the Memoriam Breakfast Show!” espeta a la escuálida concurrencia Karl Willets, con socarronería después de interpretar “Memoriam” y “Corrupted System” de su reciente debut “For The Fallen”. El sonido era correcto, crudo y definido pero parecían contagiados por el entumecimiento generalizado hasta que se fueron entonando en la recta final con “Drone Strike” y Resistance”.
Lacuna Coil
LACUNA COIL consiguieron plantar delante del HARDER Stage un gran número de seguidores y no desaprovecharon la ocasión de darles una alegría con un show dinámico, divertido y potente. Costumizados con unos disfraces muy currados, salieron enchufadísimos desde el primer momento con “Spellbound” o “Heaven´s Lie”. Cristina Scabbia y Andrea Ferro están en una forma tremenda; no paran de correr y animar ni un segundo. Coreadísima y ovacionada fue la habitual “Enjoy The Silence” de Depeche Mode para terminar de convencer con “Zombies” y “The House Of Shame”. Sobresalientes. No puedo decir lo mismo de la descarga de SANCTUARY que no acabó de cuajar. La voz de Warrel Dane no presentó su mejor versión y el sonido generalizado de la banda no fue bueno retumbando mucho el bajo en varios momentos. Aun así hubo flechazos inspirados: “Recordad, es importante cuestionar a vuestro gobierno, cuestionar vuestra existencia” nos arengaba Dane introduciendo una magnífica “Question Existence Fading”. Sin embargo con “Frozen” la cosa volvió a flaquear y, como por falta de opciones no iba a ser, decidí irme a mi adorada carpa a ver qué se cocía por allí.
Sanctuary
Menudo tinglado tenían montado en el WET Stage los canadienses SKULL FIST y qué gran acierto por parte de Zach Slaughter renunciar a cantar y ceder esa labor a Jerry, de los mexicanos VOLTAX. Por un lado su tono e interpretación casan a la perfección con los temas de Skull Fist y por otro, Zach puede dedicarse a estrujar la guitarra sin tener que estar limitado por otras labores. Parecía que Jerry llevara toda la vida en la banda. Sonaron engrasadísimos aunque justo la guitarra de Slaughter no sonó bien por momentos. El colofón vino de la mano de temazos como “Get Fisted” y “Head Of The Pack” que nos dejaron plenamente satisfechos. KISSIN´ DYNAMITE tenían a la concurrencia entregada desde antes incluso de comenzar el show. Johannes Braun y compañía dejaban claras sus intenciones con “Money, Sex & Power” y “DNA” que sonaron como un cañón. Heavy Metal divertido, melódico, glamuroso y sexy pero no exento de carácter, potencia e intensidad como se pudo ver en “She Came, She Saw”.
Los siguientes fueron DOG EAT DOG, esa banda que tuvo un tirón considerable en los noventa gracias a su peculiar manera de mezclar el Hardcore, el Rap, el Funk y el Metal, y que conseguía que sus conciertos fueran una fiesta. ¿Queda algo de aquello? Sí, mucho, como nos demostraron desde el principio con “Expect The Unexpected”. John Connor sigue con esa actitud de niño travieso que entre canción y canción, con el acompañamiento de diferentes samples, nos presenta cada tema o cuenta alguna anécdota graciosa. No le van a la zaga Dave Neabore, quien se viste de Rocky en el tema homónimo y Brandon Finley, que deja un par de veces la batería para coger el micro y mostrarnos su estilo de rapeo. Ritmos divertidos con mucho gancho como “Who´s The King” con la que se vino abajo la carpa. Unos cracks.
Emperor
Los siguientes fueron DOG EAT DOG, esa banda que tuvo un tirón considerable en los noventa gracias a su peculiar manera de mezclar el Hardcore, el Rap, el Funk y el Metal, y que conseguía que sus conciertos fueran una fiesta. ¿Queda algo de aquello? Sí, mucho, como nos demostraron desde el principio con “Expect The Unexpected”. John Connor sigue con esa actitud de niño travieso que entre canción y canción, con el acompañamiento de diferentes samples, nos presenta cada tema o cuenta alguna anécdota graciosa. No le van a la zaga Dave Neabore, quien se viste de Rocky en el tema homónimo y Brandon Finley, que deja un par de veces la batería para coger el micro y mostrarnos su estilo de rapeo. Ritmos divertidos con mucho gancho como “Who´s The King” con la que se vino abajo la carpa. Unos cracks.
Grand Magus
GRAND MAGUS salen a escena tras dos intros de lo más engorilantes: El “Metal Gods” y la banda sonora de Conan. JB no llega tan fácilmente a las notas altas como antaño pero sigue manteniendo su voz en muy buena forma. La receta parece sencilla: Heavy Metal crujiente, pesado y grueso pero también dinámico y con cierta velocidad como “Steel Versus Steel” y “Forged In Iron – Crowned In Steel” perteneciente a su nuevo álbum “Sword Songs”. Terminan a lo grande con un trío ganador: “Iron Will”, “Like The Oar Strikes The Water” y “Hammer Of The North” cuyo coro final se estuvo escuchando en la carpa hasta mucho después de que se echara el telón y los músicos estuvieran en el backstage. Colosal.
Fui al LOUDER Stage por primera vez en todo el festival para ver a PARADISE LOST. No me habían convencido en directo anteriormente, pero esta vez sí gracias, entre otras cosas, a un set list que no hizo ascos a temas clásicos. Greg Mackintosh, que ahora luce una cresta mohicana, nos hizo felices con su personal e intransferible sonido de guitarra y Nick Holmes, aunque regula lo suyo, está en buena forma. Antes de “Embers Fire” nos muestra su sarcasmo “más humo en escena, por favor. We are a smoke band” y después, haciendo referencia al buen tiempo, que ya se quedaría con nosotros hasta el domingo, “a nosotros nos gustan las nubes, la lluvia y la oscuridad, no esta mierda de sol.” Se le nota especialmente motivado en “Blood and Chaos” que nos ofrecen como primicia de su nuevo disco “Medusa”. Cuando concluyen decido moverme a la zona de prensa para enterarme del resultado de la Metal Battle.
Trivium
Megadeth
Por fin me entero de que han sido los mexicanos JET JAGUAR los vencedores, pero no soy capaz de dar con quien me informe del resto de posiciones hasta que vislumbro a la crew de SOULLESS FAITH, los uruguayos. Es Claudio Risso, su cantante, el que me comenta que segundos han sido E–AN–NA de Rumanía, terceros los holandeses INFERUM, cuartos UNE MISÉRE! (Islandia) y quintos los franceses STENGAH. Juntos nos encaminamos hacia el HEADBANGERS Stage para ver a SACRED REICH. Llevan más de treinta años con la misma formación y eso se nota ya que desde el primer momento sabían el trabajo que había que hacer. Phil Rind canta y lidera de forma solvente mientras Rainey y Arnett muestran un nivel impresionante a las guitarras, mordiéndonos continuamente con sus riffs y solos. Esta vez no hubo “War Pigs” pero sí “The American Way” y “Surf Nicaragua” para finalizar. Old School Thrash Metal de máximo octanaje. Me quedé un rato más en la carpa apurando el tiempo justo para disfrutar de tres o cuatro temas de los exquisitos FATES WARNING, quienes fueron, en 1993, la primera banda estadounidense en tocar en el Wacken. Se muestran en buena forma con un Ray Alder excelso a la voz y confiados en su nuevo material como así lo demuestran con una soberbia “Seven Stars” de su “Theories Of Flight”.
Megadeth
Petazo descomunal para ver a MEGADETH. Su descarga no pasará a la historia pero fue solvente y tuvo sus puntos fuertes. El sonido, de primeras, tiene buen volumen y es nítido pero no agrede. Aun así es un placer escuchar el trío “Hangar 18”, “Wake Up Dead” e “In My Darkest Hour” que sí consigue bramar un poco como tiene que ser. Mustaine canta menos de lo justo, excepto en “Sweating Bullets” canción que siempre borda, y es apoyado mucho más en la labor vocal por Dave Ellefson. Primer punto fuerte: Tocaron seis temas de su magnífico “Dystopia” rompiendo con su habitual estilo conservador de elaborar el set list destacando “The Threat Is Real”, “Fatal Illusion” y la propia “Dystopia”. Segundo punto fuerte: Kiko Loureiro. Nunca ví en escena a Marty Friedman pero sí a todos los siguientes y puedo asegurar que Loureiro ha encajado mejor que ninguno de ellos en el espectro Megadeth. Sin desviarse en exceso hace suyos los solos con una personalidad abrumadora. Tercer punto fuerte: Mustaine no canta un carajo pero sigue tocando que alucinas. Agresivo, rápido y certero continúa sabiendo cómo sacar chispas de su guitarra. Si a esto le unimos el empuje a la batería del Ex Aborted Dirk Verbeuren nos resulta un “Tornado Of Souls” y un “Mechanix” inmensos que revolucionan el panorama. Escucho “Peace Sells…” y “Holy Wars” mientras me desplazo entre la marabunta sin rendir excesiva pleitesía pero con buen sabor de boca.
Marilyn Manson
Última visita del día a la carpa para ver a CANDLEMASS dando una lección magistral de Epic Doom Metal. Se cumplen treinta años de “Nightfall” por lo que nos regalan la interpretación íntegra del mismo. Que Mats Levén eleva el nivel de cada banda en la que trabaja es un hecho pero conseguir hacer olvidar a cantantes anteriores como Marcolin o Lowe, tiene mucho mérito pero es algo perfectamente al alcance de uno de los mejores cantantes del planeta. Le acampañan, esta vez sí, los cuatro miembros clásicos ya que después de tres años Leif Edling se ha vuelto a incorporar al elenco. Con un sonido inmaculado fueron desgranando una a una las canciones de esa obra maestra dejando a la gente más que satisfecha. Mientras ceno algo antes de iniciar la retirada, veo un trozo de la actuación de MARILYN MANSON, quien me da la impresión, mientras interpreta la nueva “SAY 10” y “The Beautiful People”, de que está cumpliendo el expediente más que otra cosa. Pero desde la lejanía uno puede equivocarse.
continuará ...
© Diario de un Metalhead 2017.