Por Simón García López.
Hace unos meses, el primer disco de Humo un sueño perseguido desde hacía mucho tiempo, vio definitivamente la luz, y en vinilo, como ellos deseaban, cosa que supone un esfuerzo aún mayor, sobre todo económico. Un sueño consumado gracias a la perseverancia, a la ayuda del sello La Agonía de Vivir y la colaboración de otro sello como es Lengua Armada. Pero sobre todo y quiero destacar, si esto ve la luz es gracias sobre todo y ante todo a su esfuerzo.
Y es complicado como siempre decimos y no nos cansaremos, por las faltas de apoyo en general (me consta que enviaron más de 100 mails presentando y ofreciendo el proyecto y solo dos o tres contestaron de manera positiva), la incapacidad para compaginar la vida laboral y profesional con una afición como esta y por qué no decirlo, el esfuerzo económico que supone este mundo. Como Pablo me decía, “lo del vinilo es un capricho, pero es nuestro capricho y queríamos por encima de todo que se editase así”. Porque cuando piensas en editar un disco sin prácticamente apoyo, piensas en editarlo para ti, para darte el gusto, para tu propia satisfacción. Para cumplir un sueño. Si después a la gente le gusta y quiere comprarlo, pues mejor, pero lo que realmente se persigue es cumplir ese sueño. Ver el esfuerzo de años en el formato que siempre amaste. Haces un disco de cientos o miles de euros solo para ti. Y ese es el dinero mejor gastado de tu vida.
Humo, para quien no los conozca es un grupo avilesino con unos cuantos años de carrera a sus espaldas, donde sus miembros llevan prácticamente toda la vida en esto. Su trabajo discográfico consta de una “Demo” como ellos lo llaman editada en CD a mediados de 2011, “Demo” con factura, sonido y duración de disco aunque ellos no lo quieran considerar así, y este primer disco titulado “Humo” de también cinco larguísimos en general temas, editados exclusivamente en vinilo y grabados en tan solo dos días en riguroso directo en los TUTU studios por Sergio Rodríguez. Acompaña perfectamente a este viaje sensorial la portada y el diseño de Sheila Melero, quien ha sabido aunar el concepto musical a la imagen que transmite.
Para que os hagáis una idea de lo que ha costado sacar este disco adelante, a pesar de haber sido grabado en dos días de julio de 2015, el disco no vio la luz hasta octubre de 2016. Y esa espera os aseguro que es desalentadora.
“Humo” es un disco absolutamente maduro que transita por los caminos del rock y metal instrumental progresivo y en ocasiones psicodélico con infinidad de matices y cambios de ritmo creando gran cantidad de texturas sónicas y atmósferas.
Un matiz: si con las etiquetas dadas no estáis de acuerdo podéis poner lo de “post” delante de rock y metal para quedaros tranquilos. Yo no sé qué cojones quiere decir eso ni cuando empezó a hacerse un post rock por ejemplo. Si Elvis es el inventor del Rock todo lo que vendrá después será “post rock”. Lo más normal hubiese sido llamar a Purple post rock o a Yes, o Camel o King Crimson en todo caso. No sé. Imaginaros a alguien en los 70 llamando a AC/DC post rock.
Tonterías aparte, el disco es un auténtico viaje sensorial. Solo hay que subirse y dejarse llevar. Las canciones van evolucionando poco a poco, partiendo de la nada, desarrollándose a medida que el tiempo pasa como si tuviesen vida propia, aumentando en intensidad generalmente como ocurre con la primera y más larga “Supernova”, canción que fluctúa, llena de matices y detalles, que se escapan en una primera escucha. Esto en realidad es una constante en todo el disco. Me encanta que hayan mantenido el toque más metal y agresivo de su “Demo”, sin duda refinado, pero encajado a la perfección y que aparece como un latigazo haciéndonos despertar del viaje onírico en el que nos sumergen. Este toque metal está más presente en la más oscura e inquietante “Polybius”, otro ejemplo de canción que va de menos a más pero en este caso desde el lado oscuro de la fuerza. El rock progresivo vuelve a hacerse patente en la más contenida e introspectiva “Extium”, donde los teclados ayudan a generar esa sensación de psicodelia y viaje sensorial.
“El viaje de Anunnaki” es otra grandísima canción con multitud de matices y complejos desarrollos, una mezcla de todo lo anterior, donde cada cambio de ritmo, cada aportación instrumental hace que cambies de plano y emoción, pero siempre de manera ordenada y sensata, poniendo en práctica esa evolución, dejando a la canción vivir y expandirse por donde más convenga en cada momento.
Se cierra “Humo” con “Humosíntesis” tema que los viejos fans ya conoceréis, recuperado de su “Demo” y trasladado a la actualidad, canción de nuevo marcadamente progresiva con mayor presencia del toque metal sobre todo en el trabajo de batería.
Un disco completísimo, maduro y refinado, lleno de detalles y que nos transporta a lo mejor y lo peor de nosotros mismos. Solo hay que dejarse llevar. Amantes del “post” y la buena música en general, aquí tenéis vuestro disco.
© Diario de un Metalhead 2017.
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