By Simón García López.
Vaya chute de auténtico Death sueco que es el último disco
de RIBSPREADER que Xtreemmusic editará en los próximos días. Sexto disco ya. A
veces me pregunto dónde me he metido durante todo este tiempo cuando veo que
los grupos dilatan sus discografías imparablemente y en ocasiones ni me entero,
como en este caso. La misma pregunta me hice hace unos días al darme cuenta
escuchando el último disco de los también suecos In Mourning, que Afterglow era su cuarto disco ya. Va
todo demasiado rápido para mí ya.
La verdad que siempre es un auténtico placer escuchar este “sonido
podrido” cargado de esas melodías Made in
Sweden tan reconocibles y que Dan Swano (tengo que citarlo una vez más), se
sacó de la manga hace ya más de 20 años en Edge of sanity. Aunque RIBSPREADER tira más por la melodía oscura y la crudeza de los riffs tipo los Carnage o los
primeros Entombed, cargados de ritmo, porque el disco tiene mucho ritmo, de ahí
que sea un auténtico cañonazo. No deja respiro. Los temas, que excepto uno no
alcanzan los cuatro minutos de duración, se suceden sin descanso ni respiro uno
tras otro. Canciones cortas, directas, a la yugular. Es un disco de esos que
sacan la sonrisa a cualquier amante del Death sueco más intenso y de tenebrosa
melodía al mismo tiempo.
A Rogga Johanson, alma y fundador del grupo, lo conocía sobre todo por su trabajo en Paganizer, otro grupo para rescatar cuando lo que quieres en un buen cañonazo sueco, poco reconocido quizás a pesar de su calidad, pero de enorme recorrido. Su trabajo vuelve a ser brutal a la voz que recuerda siempre para aquellos que no lo conozcan a la de Akerfeldt en el primero de Bloodbath, pero allí tenía más efectos de los aquí nos encontramos. Además tira mucho más de agudos y marca las partes mucho más con arranques secos que dotan de brutalidad a las entradas ya de por sí brutales en los cambios de riff. Es mucho más visceral y directo.
En esto del Death sueco, como en todos los estilos, hay
muchos grupos que se llevan la palma por su carácter histórico, o la
repercusión de sus músicos que empañan o empequeñecen la calidad de otros
trabajos de grupos o personas menos conocidas. Ocurre en todos los estilos y
escenas. Así que si sirve de algo, ya aviso que tanto RIBSPREADER como
Paganizer, para aquellos a los que tales grupos se les hayan escapado son dos
bandazas muy a tener en cuenta.
Otra de las cosas a destacar del disco es la portada obra de
nuestro Juanjo Castellano, reputado ilustrador en el underground mundial. En la reseña del último disco de Dark funeral
destacaba el trabajo de Kristian Wahlin en ese trabajo y aprovechaba para
reconocer su labor como ilustrador desde hace muchísimos años. No puedo dejar
de hacerlo tampoco con Juanjo quien ya ha trabajado para grupos, entre otros
muchos, como Sorcery, Bodyfarm, Avulsed, o Rebel in flesh. Nada más ver la
portada ya se sabe que él es el autor y eso es algo muy loable. Llegar a tener
un estilo propio es el culmen de cualquier artista y él hace tiempo que lo ha
conseguido, y repito, es español. Desde
aquí mi reconocimiento absoluto a su trabajo. A veces, la portada y los diseños
interiores son cosas que no valoramos lo suficiente y en el conjunto de una
edición son fundamentales.
En la poco más de media hora que dura Suicide Gate – A Bridge to Death solo vamos a escuchar Death sueco
puro y duro. No hay más. No hay experimentaciones ni inventos. No es este
vuestro disco si es eso lo que buscáis. Aquí solo hay un par de huevos bien
puestos. Se inicia el disco con Descend of the Morbid, sin intro ni nada.
Melodías lúgubres, punteos de clase, y riffs potentes y cortantes con final
tétrico y terrorífico. Ya describe la entrada lo que va a ser el disco, al que
se le añade la velocidad como otra tónica general con el segundo corte Centuries of Filth. Lo demás es la profundización del cañonazo que pasa como
una exhalación gracias a temas como The Remains in the World o World Dismemberment, que casualmente recuerda a Dismember en el riff inicial y en
desarrollo posterior. Hay a mitad del disco un pequeño descanso en el inicio de A Worthess Breed pero rápidamente volvemos a la batalla en la segunda parte
de esa misma canción. In Mankind Rotting Grip es la canción más lenta y
pesada de un disco que termina como empezó, a piñón.
Recomendadísimo nuevo disco de RIBSPREADER. No lo dejéis
escapar por nada del mundo si sois amantes del mejor Death sueco o si
simplemente un día estáis de muy mala hostia y necesitáis matar a alguien con
algo de fondo.
© Diario de un Metalhead 2016.