viernes, 17 de junio de 2016

RIBSPREADER: Suicide Gate - A Bridge to Death (2016- Xtreem Music) Suecia.


By Simón García López.

Vaya chute de auténtico Death sueco que es el último disco de RIBSPREADER que Xtreemmusic editará en los próximos días. Sexto disco ya. A veces me pregunto dónde me he metido durante todo este tiempo cuando veo que los grupos dilatan sus discografías imparablemente y en ocasiones ni me entero, como en este caso. La misma pregunta me hice hace unos días al darme cuenta escuchando el último disco de los también suecos In Mourning, que Afterglow era su cuarto disco ya. Va todo demasiado rápido para mí ya.

La verdad que siempre es un auténtico placer escuchar este “sonido podrido” cargado de esas melodías Made in Sweden tan reconocibles y que Dan Swano (tengo que citarlo una vez más), se sacó de la manga hace ya más de 20 años en Edge of sanity. Aunque RIBSPREADER tira más por la melodía oscura y la crudeza de los riffs tipo los Carnage o los primeros Entombed, cargados de ritmo, porque el disco tiene mucho ritmo, de ahí que sea un auténtico cañonazo. No deja respiro. Los temas, que excepto uno no alcanzan los cuatro minutos de duración, se suceden sin descanso ni respiro uno tras otro. Canciones cortas, directas, a la yugular. Es un disco de esos que sacan la sonrisa a cualquier amante del Death sueco más intenso y de tenebrosa melodía al mismo tiempo.




A Rogga Johanson, alma y fundador del grupo, lo conocía sobre todo por su trabajo en Paganizer, otro grupo para rescatar cuando lo que quieres en un buen cañonazo sueco, poco reconocido quizás a pesar de su calidad, pero de enorme recorrido. Su trabajo vuelve a ser brutal a la voz que recuerda siempre para aquellos que no lo conozcan a la de Akerfeldt en el primero de Bloodbath, pero allí tenía más efectos de los aquí nos encontramos. Además tira mucho más de agudos y marca las partes mucho más con arranques secos que dotan de brutalidad a las entradas ya de por sí brutales en los cambios de riff. Es mucho más visceral y directo.

En esto del Death sueco, como en todos los estilos, hay muchos grupos que se llevan la palma por su carácter histórico, o la repercusión de sus músicos que empañan o empequeñecen la calidad de otros trabajos de grupos o personas menos conocidas. Ocurre en todos los estilos y escenas. Así que si sirve de algo, ya aviso que tanto RIBSPREADER como Paganizer, para aquellos a los que tales grupos se les hayan escapado son dos bandazas muy a tener en cuenta.

Otra de las cosas a destacar del disco es la portada obra de nuestro Juanjo Castellano, reputado ilustrador en el underground mundial. En la reseña del último disco de Dark funeral destacaba el trabajo de Kristian Wahlin en ese trabajo y aprovechaba para reconocer su labor como ilustrador desde hace muchísimos años. No puedo dejar de hacerlo tampoco con Juanjo quien ya ha trabajado para grupos, entre otros muchos, como Sorcery, Bodyfarm, Avulsed, o Rebel in flesh. Nada más ver la portada ya se sabe que él es el autor y eso es algo muy loable. Llegar a tener un estilo propio es el culmen de cualquier artista y él hace tiempo que lo ha conseguido, y repito, es español.  Desde aquí mi reconocimiento absoluto a su trabajo. A veces, la portada y los diseños interiores son cosas que no valoramos lo suficiente y en el conjunto de una edición son fundamentales.


En la poco más de media hora que dura Suicide Gate – A Bridge to Death solo vamos a escuchar Death sueco puro y duro. No hay más. No hay experimentaciones ni inventos. No es este vuestro disco si es eso lo que buscáis. Aquí solo hay un par de huevos bien puestos. Se inicia el disco con Descend of the Morbid, sin intro ni nada. Melodías lúgubres, punteos de clase, y riffs potentes y cortantes con final tétrico y terrorífico. Ya describe la entrada lo que va a ser el disco, al que se le añade la velocidad como otra tónica general con el segundo corte Centuries of Filth. Lo demás es la profundización del cañonazo que pasa como una exhalación gracias a temas como The Remains in the World o World Dismemberment, que casualmente recuerda a Dismember en el riff inicial y en desarrollo posterior. Hay a mitad del disco un pequeño descanso en el inicio de A Worthess Breed pero rápidamente volvemos a la batalla en la segunda parte de esa misma canción. In Mankind Rotting Grip es la canción más lenta y pesada de un disco que termina como empezó, a piñón.


Recomendadísimo nuevo disco de RIBSPREADER. No lo dejéis escapar por nada del mundo si sois amantes del mejor Death sueco o si simplemente un día estáis de muy mala hostia y necesitáis matar a alguien con algo de fondo.








© Diario de un Metalhead 2016.