By Simón García López.
A Kristian Wahlin, Necrolord, el metal extremo en su
conjunto tendría que hacerle un monumento. Perdonadme que empiece la reseña del
nuevo disco de DARK FUNERAL de esta manera, aunque hayamos esperado 7 años
desde aquel Angelus Exuro Pro Eternus, pero es que este hombre ha puesto
imagen y sigue haciéndolo a muchas de las obras maestras del Death, Black, Doom
y Gothic. Discos como el Slaughter
of the Soul, el In the Nightside
Eclipse, el Storm of the Lights Bane,
el The Gallery, el Wildhoney… Una lista interminable de obras maestras
de la música extrema acompañadas de portadas absolutamente icónicas creadas por
este genio artístico inigualable que siempre supo extraer la esencia de la
música en sus obras. Repito, merece un monumento y si alguien tiene alguna duda
al respecto que se detenga a observar el trabajo que ha hecho con la portada de
este disco que tenemos entre manos, eso sí, mientras se escucha. Sencillamente
increíble.
Este es el nuevo renacer de DARK FUNERAL. Después de 7 años
sin editar nada, con la salida de Calígula de la banda, su cantante de casi
toda la vida sustituido magníficamente por Heljarmadr (Cursed 13) cuyo timbre
de voz me recuerda al del desaparecido por desgracia y decisión propia Jon
Nödtveidt, vuelven con un disco marca de la casa sin perder un ápice de la
esencia del grupo con un mayor protagonismo de los pasajes épicos y melodías
oscuras. El disco está más trabajado en ese sentido, mucho más diría yo. El
renacer se demuestra en cosas como, por ejemplo, que el ya citado Necrolord se
haya ocupado de la portada como había ocurrido con su primer disco The Secrets of Black Art.
En el aspecto técnico, Daniel Bergstrand (In Flames, Dimmu Borgir,
Behemoth) se ocupa de la producción del disco. Aquí poco más hay que añadir
cuando hablamos de semejante leyenda. El sonido es perfecto.
Un inciso antes de continuar. El año pasado vi a DARK FUNERAL por primera vez. Fue en un gran festival y saqué una conclusión: El Black metal, este tipo de black, no sinfónico, ni pagano, ni nada por el estilo, se convierte en directo en la música más extrema del mundo. Cuando empezó el concierto, delante del escenario se agolpaba un nutrido grupo de personas animadísimas y quiero destacar lo de “animadísimas”. Tras dos canciones la gente que allí estaba en general animadísima, se apagó y empezó a desfilar. Al final del concierto quedaba la mitad del público. Aguantamos los que de verdad estábamos allí por DARK FUNERAL, no los que estaban de paso y ocupaban su tiempo en ver un concierto. Esos que estaban por ver qué pasaba no soportaron aquel espectáculo. Era demasiado. La gente desfilaba hacia otro lugar de manera casi cómica, cuando habitualmente con cualquier otro estilo metálico, el público suele aguantar un concierto de 40 o 45 minutos sin problema. Cosa en principio normal teniendo en cuenta que si estás en un sitio así es porque te gusta el metal, estás acostumbrado a él y sabes a lo que vas. Pero una cosa es la teoría y otra la práctica. En grupos de Brutal death, por ejemplo, nunca he visto ese desfile de gente. DARK FUNERAL dieron un concierto de Black metal a toda leche. Lo que ellos son. Nada nuevo, pero una cosa es escucharlo en tu casa y otra verlo, escucharlo y sentirlo en directo. Ese día saqué esa conclusión, debatible y rebatible, pero basada en el hecho de ver a mucha gente que escucha metal desfilar en masa ante algo que presumiblemente les superó.
Reflexiones aparte, y metiéndonos de lleno en Where Shadows Forever Reign, el trabajo
es buenísimo en conjunto, lleno de riffs extremos, épicos y oscuros
brillantemente trabajados por las guitarras de Lord Ahriman y Chaq Mol quienes
continuamente doblan las melodías para profundizar en esas sensaciones.
Dominator a la batería hace un trabajo excelente. Es probablemente el batería
más rápido que haya visto nunca, y me daba la sensación de que este disco
enfatizaría en la velocidad de los blast
beats en mayor medida aún que los discos anteriores, pero no. A no ser en
el segundo tema titulado As One We Shall Conquer o el ya conocido Nail Them
to the Cross, aparecido
hace algo más de un año en un 7” limitado junto a Temple of Ahriman, donde da rienda suelta a
su velocidad, en el resto del disco se muestra muy comedido adaptándose a las
necesidades de los temas. Canciones como el adelanto Unchain My Soul o Beast
Above Men tienen la velocidad adecuada para que las majestuosas melodías de
guitarra tengan el protagonismo que la canción necesita y aportan el
sentimiento adecuado a la canción. Destacaba antes el papel Heljarmadr a la voz.
Sobresaliente en todos los sentidos. Sabiendo adaptarse al estilo, con la preeminencia
de la voz rasgada, pero alternando partes más lentas y siniestras con su voz
más gutural. Tiene DARK FUNERAL cantante para rato en él.
Aprovecho en este punto para aconsejar el último disco de
The Wretched End, In These Woods, from
These Mountains otro de los grupos en los que toca Dominator la batería y
que es más conocido por contener en sus filas a Samoth, mítico guitarra rítmica
de Emperor. Gran disco también el tercer trabajo del grupo Noruego, que ha
dejado de lado la vena más Death de los inicios para profundizar en sus raíces
Black, cosa que personalmente agradezco ya que noto más cómodo al grupo en ese
registro. El resultado final es un salto de calidad apreciable respecto a sus
dos trabajos anteriores.
Volviendo a DARK FUNERAL, el grupo deja espacio en este
nuevo disco para canciones más lentas como As I Ascend quizás la más oscura o
Temple of Ahriman, donde destaca el doble bombo que intensifica la épica de
la melodía hasta límites emotivos insospechados. Sé yo de alguno que ya echó
alguna lagrimilla en la parte intermedia pero no diré quién para no manchar su
status (:D).
Se cierra esta obra maestra del Black actual con el tema que
da título al disco, cierre de puro Black Metal con todas las características
del estilo. Velocidad de Black clásico, con guitarras rápidas y riffs
evocadores que te sumergen de lleno en el dibujo de la portada, que nos
adentran en ese lugar apartado y de tenebrosa belleza donde las sombras
reinarán para siempre.