martes, 23 de abril de 2024

JORGE LÓPEZ NOVALES: La Carta.


23 de abril, día del libro. En esta fecha tan señalada y tan especial para el mundo de la cultura del que sin duda nos sentimos parte, nuestro compañero Jorge López Novales nos hace llegar un relato de los suyos. Todo un regalazo para un día tan especial. ¿Ficción o un adelanto de lo que nos espera? Lee y disfruta y deja un comentario dando tu opinión.

Gracias, Jorge.


La carta.

Con paso firme, lo que no se obvia, se prohíbe. Éramos libres y no lo sabíamos.

Te escribo esta carta desde mi habitación. Te sigo echando de menos… como cada día. Ya sabes que te lo digo siempre. Te voy a contar cómo están las cosas a día de hoy. 

Hace pocos días que se ha cumplido el año cuarenta del nuevo orden. Si pensabas, que las cosas no podían empeorar, estabas equivocada. Hoy es sábado, el último día de una semana laborable de seis días. ¿Cuándo fue la última vez que oí la palabra vacaciones?

Como cada noche, puedo escuchar la música que está saliendo de los altavoces y, ya después de tanto tiempo, no puedo distinguir un viejo himno militar de otro. ¿He dicho noche? Esa palabra ha empezado a desaparecer con sutileza de nuestros exiguos diccionarios oficiales. Unos focos, sobre altas torres, nos ofrecen una luz mortecina las veinticuatro horas del día.

Si me asomara ahora mismo a la ventana, vería a un grupo de ciudadanos desfilar para cumplir con el turno de refuerzo en las factorías, o sería testigo de algún control llevado a cabo por entusiastas del régimen. También vería los edificios de tres plantas despellejados -alguno ya ha caído bajo el peso del paso del tiempo-, que se extienden por kilométricas calles. Todo está en un constante y lento proceso de reconstrucción, pero son cosas de las que nadie habla.

Al fondo se ve un humo espeso que sale de una chimenea del centro correctivo. Es uno de esos días terribles en que purgan todo lo que traen de las cárceles del país. Es curioso, he visto a gente ser penalizada sólo por poner el nombre de un país en minúsculas en un informe, o a un padre ser denunciado por su hijo porque no se ha puesto de pie en su casa al sonar nuestro glorioso himno “La hora del dorado despertar”. Todo son puntos que se van sumando para un premio macabro, una horrible oposición con muchas plazas para obtener la muerte.

Tengo la tele enchufada y suena a un volumen moderado. Otra cosa podía ser sospechoso para mi vecino. ¿Qué más podía hacer? No podría estar leyendo todo el día el manual de doctrina nacional, el único libro que se puede poseer. Sé que alguno de mis conocidos lo hace. Sus conversaciones no pasan de recitar algún pasaje de forma literal. Es divertido llevarlos a un callejón sin salida, fingiendo ingenuidad, cuando tratas de llevarlos un poco más allá de la simpleza de las líneas oficiales.

Dirás que nada nuevo hay. Ya tengo sesenta años y soy de los pocos que recuerdan cómo eran las cosas antes. Sin darnos cuenta nos vimos abocados a esta situación. Al principio los militantes del Partido (vaya, es complicado dejar de poner en mayúscula las palabras que figuran en la última edición de la normativa) desfilaban con su bandera prohibida, predicando un amor incondicional, casi irracional, por el suelo que pisaban para acabar imponiendo su idea de unidad al resto, matando nuestra identidad y a los que la defendían. No se había pasado de ridiculizar sus acciones y delirantes declaraciones y, cuando se quiso hacer algo de verdad para parar lo que se avecinaba, ya era tarde.

Ya sabes que pronto dejaré de ser productivo. Debo tener cuidado, seguir siendo un profesor de matemáticas inofensivo, y útil, hasta que me arrastren a una de las residencias de mayores que nunca he visto, y que sé que no existen. Poco más que multiplicaciones y sumas puedo enseñar a los niños en aulas sin alma. Las nuevas generaciones se han adaptado bien y poseen una gran devoción hacia el general, no se necesita más. 

Más allá están los ingenieros militares que deben trabajar en factorías de trabajo especializado o los arquitectos. Son las profesiones restringidas impartidas en opacas universidades. No son tan estúpidos como para utilizar lo que legó el viejo mundo hasta que dejara de funcionar. A su manera, esta terrorífica sociedad ha dejado de sobrevivir y ha empezado a crecer. Puede que duré mil años.

¿Por qué te vuelvo a escribir tan pronto? Lo necesito. Me volvería loco sino pudiera hacerlo. Durante largas horas tengo activado el automático y sigo la inercia del mundo que me rodea. Cada vez es más fácil dejar de pensar… ya lo hacen por mí. Este es el momento en que mi cabeza comienza a redactar sus propias ideas y pueden ser plasmadas en un arrugado papel. Es el único momento en que mi viejo yo vuelve con rabia.

Sé que los controles cada día son más exhaustivos. Los registros se suceden uno tras otro en las casas. Si encontraran una hoja de papel sin el sello nacional podría meterme en un problema, y tener un bolígrafo sin numerar también implica demasiadas cosas.

Oigo gente fuera. Hay perros ladrando. Conozco esta banda sonora, la antesala de un concienzudo registro. Ya es hora de ir acabando. Esconderé de nuevo mis cosas. No sé si volverás a tener noticias mías mi querido libre albedrío.


Sobre Jorge.

Jorge López Novales nace en Oviedo en 1977. Desde niño es un apasionado de la lectura. Amante del cómic, el rock y el heavy hasta extremos que rozan el fanatismo, en la actualidad es redactor y fotógrafo aquí, en Diario de un Metalhead. Coleccionista compulsivo, lleva más de veinte años guardando manuscritos de relatos y novelas, habiéndose presentado a varios Premios de Relato Corto. Así consiguió el Primer Premio del II Concurso de Relato Corto El Tapín-Seprinsa del Ayuntamiento de Llanera (Asturias), el Segundo Premio Concurso Internacional e-libro "Creciendo desde las Bases" y una mención honorífica en el certamen internacional "Testimonios de lo Oculto".

En 2021 publicó "Superhéroes, Guerreros y Magos viajan en Naves Espaciales" con Micronauta Ediciones, una edición de 26 relatos cortos de Ciencia Ficción dedicado al público adulto y que presentó en la edición del Celsius 232. A finales de ese mismo año publicó la novela "Gotas de paranoia, un salpicón de extravagancia y un poquito de Juventud. A finales del pasado 2023 acudimos a la presentación de su tercer libro "De Cero a Cien en Cinco Segundos".

https://www.facebook.com/olimpometal

© Jorge López Novales 2024.


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