miércoles, 13 de marzo de 2024

Tarde y mal. CHEROKEE + COLMENA. Avilés, 09.03.2024. Crónica.


📝 Larry Runner.
📷 Jorge López Novales.
 
Cherokee venían por vez primera a Asturias. Lo hacían para pasárselo bien en la Paseo del Malecón de Avilés y no sé si lo lograron del todo. Y es que al final fue una noche de luces y sombras, aunque las segundas no fueron culpa suya.

Eran muchas las ganas que tenía de ver a Cherokee, una de las mejores bandas del Hard Rock estatal sin duda alguna a la par que infravalorada, pero, la verdad, el escenario me echaba un poco para atrás. A día de hoy no he visto un solo concierto en esa sala que haya sonado medianamente bien salvo aquel lejano "Diario de un Subterráneo" de hace una década y nuestro IX Aniversario, dos fechas a las que acudimos cargados de equipo y técnicos para poder librarla, algo que una vez más no sucedió el pasado sábado.

Dadas las circunstancias, sabíamos lo que íbamos a tener y el sonido fue nefasto a lo largo de toda la noche, realmente un sufrimiento tanto para público como para al menos Cherokee, cuyas caras por momentos no podían disimular el disgusto.

Sin poder hacer nada al respecto el grupo se volcó con su actuación, comandados por un Fran Vázquez que trató de dejarse el alma ante los que nos quedamos tras la pequeña desbandada que hubo posterior a la actuación de la banda telonera. Teloneros que tampoco podían sonar bien, obviamente, y que basaron su largo set en algunos temas propios y una buena lluvia de versiones con más o menos acierto con las mismas en según los casos.


Cherokee arrancó con "El Flautista" y lo tuvo que hacer en dos ocasiones. Y es que en el primer intento no sonaban las guitarras, ninguna de las dos. La segunda fue la buena y sonaron una tras otra canciones tan buenas como "No Hay Perdón" o "Al Límite del Juego", eso sí, con el sonido de la guitarra rítmica totalmente difuminado.


Sonido Hard 80's y un Fran Vázquez que demostró ser uno de los mejores voceras de este país. El derroche de virtudes de este hombre no parece tener límite. Lo más alucinante es lo fácil que lo hace todo. Lo que para otros es un esfuerzo brutal se torna de lo más natural para el andaluz que comanda esta escuadra viguesa. Esos agudos que suelta parecen imposibles, pero es que además ves que los suelta con una naturalidad alucinante, sin despeinarse. Actitud sobrada y aptitud también. No se puede pedir más. 


Del resto de compañeros no me atrevería a decir gran cosa. El bajo estaba altísimo y la guitarra rítmica no empezó a adivinarse hasta la mitad del repertorio, cuando soltaron el "Fuiste mía", esa adaptación del famoso baladón "Angelia" de Richard Marx. Fue quizás el primer momento estelar de la noche, invitándonos a unirnos a la bola acompañando a la banda. Cantaron más las mujeres que los hombres. 


De lo que sonó a lo largo de la noche me gustaría destacar la versión de Gotthard "El Traidor", aunque tampoco es que sonara muy allá. Me gustó mucho más el momento de "Déjame", eso sí que estuvo bien. Ese deje a lo Sangre Azul ya me encantaba en disco y poder vivirlo en directo, aún y todo con los problemas de sonido, mereció mucho la pena.


Al final algunos de los temas desaparecieron del repertorio que figuraba en el papel donde se reflejaba el set-list. Me quedé con las ganas de "El guardián de tu piel". Fue muy triste ver bajar del escenario al fenomenal Gerardo Fernández desesperado por tener que tocar sin monitor durante toda la velada. Aún así, enorme su labor, aunque lo esperado. Le habíamos visto con Motores y sabemos bien de su buen hacer. Sabíamos que ahí no había fallo. 


En definitiva, bien por Cherokee a pesar de las circunstancias que deslucieron lo que podría haber sido un bolazo. Esperemos que en una próxima visita elijan un mejor escenario donde se pueda apreciar todo su arte de manera digna para que el set no se vea recortado. 

Son una muy buena banda, me consta. Otros están metiendo más ruido que ellos sin ser tan brillantes, pero eso es algo natural al mundo de la música y a la vida en general, que no siempre premia a los mejore, con lo cual no caben lágrimas al respecto.


Por último, me gustaría hacer un apunte final. Lo que parecía iba a dar comienzo a las 21:00h, pues la apertura de puertas estaba fijada para las 20:30, arrancó a eso de las 22:00. Una vez más no se respetaron los horarios, algo que ya no es habitual en Asturias, pues salas como la Gong de Oviedo o la Acapulco de Gijón no permiten tales excesos, lo cual se agradece. Conozco a mucha gente que no acude a los conciertos de la Malecón por esa circunstancia que se sigue repitiendo una y otra vez. Si no se cambia, irá cada vez menos gente. Ahí lo dejo.

Empezó TARDE y sonó MAL. De ahí el título de esta crónica. No va por las bandas.

© Diario de un Metalhead 2024.


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