Por Larry Runner.
Caos. Es la palabra más empleada. A pesar de los llamamientos por parte del festival, todo el mundo se ha plantado aquí.
Nadie se lo quiere perder y a pesar de que sabemos que algunos artistas no van a poder estar, el festival sigue adelante, cuando en cualquier otro lugar ya estaría cancelado.
Tres horas para hacer 16 kilómetros y colgarnos la ansiada pulsera. Hoy toca madrugar para intentar llevar a nuestra jurado a primera hora y que pueda desempeñar su labor con la Metal Battle. Tras dejar a Maitane allí, habrá que buscarse la vida para aparcar. El parking de prensa está cerrado, y así ocurre con otras muchas áreas de la zona.
Alien Rockin Explosion vieron cortado su show por tormenta el lunes y ayer tenían su actuación media hora antes de lo anunciado, así que como ya no podíamos llegar, acabamos escapando a refugiarnos al hotel.
Hoy toca lluvia y más lluvia y la organización ya ha sacado un comunicado de que no entra nadie más. Ayer fueron muchos los miles de coches que con la ayuda de tractores lograron entrar y aparcar, pero las colas eran eternas, con toda la zona colapsada.
Partimos hacia allí sin saber qué nos vamos a encontrar. Os contaremos a la vuelta. Las fotos de Novales ilustran un poco todo. Las nubes que veíamos desde el avión ayer venían cargadas de agua y hoy la van a soltar. Siempre que no haya tormentas, no habrá problema y la música no parará de sonar.
¡Heavy Metal!
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