jueves, 24 de agosto de 2023

Glory to the Brave. WACKEN 2023. Crónica y fotos. 1/3.


Texto: Larry Runner.
Fotos: Jorge López Novales.

Probablemente no haya sido el mejor Wacken ni de lejos, seguramente haya sido el más desastroso y sin duda el más difícil de sacar adelante, pero a pesar de todo, se celebró. Y sí, lo pasamos de maravilla.


Por primera vez en 32 ediciones, fue noticia en todas partes. Nos lo contaban desde casa “ha salido el Wacken en las noticias”. También algunos medios “especializados”, que jamás envían a ningún redactor al festival alemán, se encargaron de “informar” sobre lo que allí ocurría, teniendo al facebook como fuente de información. 

Desde la lejanía los había que parecían desear que se cancelara. Evidentemente la visión de los que estábamos allí era muy distinta. Sobre todo de los que llevamos casi dos décadas disfrutando de Wacken Open Air. Mientras algunos enmierdaban, allí lo pasábamos mejor a cada momento, viendo como el sol aparecía el miércoles para no volver a irse del festival, ir secando el terreno y mejorando los accesos, aunque en eso de las entradas y salidas de los campings tuvo mucho que ver el trabajo de la organización con sus tractores y camiones, moviendo cientos de toneladas de gruesas chapas.

Había llovido de forma muy intensa en los días previos y el martes hubo una tormenta muy dura, aunque también muy corta, que no ayudó para nada. El resultado fue desastroso. Algunas zonas de camping se inundaron, pues la tierra era incapaz de filtrar más agua. La organización se puso a improvisar, a intentar lograr en tiempo record alojar a la gente en otros lugares, y sí, la gente de la zona fue solidaria y respondió.

De esta forma muchos miles de metalheads lograron acampar. Fue o bien en nuevas localizaciones, carentes aún de servicios por lo improvisado del momento, o simplemente en zonas de aparcamiento. Todos nos vimos afectados, los campistas y los que no lo éramos. Nuestro aparcamiento pasó a ser un camping y evidentemente eso nos afectó. Aparcar cada día pasó a ser nuestro problema, una incógnita, pero algo que se resolvió echándole un poco de morro unos días y hablando con una vecina en otros, porque todos entendían allí que lo de este 2023 era extraordinario. 

En las redes sociales sólo veíamos faltas de respeto hacia W:O:A, criticando la organización. Estuvieron dos días remolcando miles de coches para que pudieran entrar en los campos y que la gente pudiera disfrutar del evento. ¿Es eso mala organización? No. Es responder de forma profesional ante la adversidad y no rendirse jamás. Aquí hemos tenido cancelaciones porque un viento había tirado el escenario o porque se puso a llover y se mojaron los equipos. Si cae aquí el agua que afectó a Wacken, no hay ni colegio.

Y sí, cerraron los accesos ... para los coches. Llegó un momento en el que el martes y el miércoles dijeron, no podemos meter a más coches. Pero el jueves, habiendo dejado de llover, los accesos volvieron a estar abiertos. ¿Lo has visto en alguna parte? Claro que no, eso no daba clicks.

¿Atascos? Todos y más. Al tener que ir remolcando uno a uno los vehículos, la tarea de hacer entrar en el camping a los miles de coches fue eterna, tediosa y realmente agotadora. La noche del martes al miércoles fue la más dura en 32 años de historia del festival. Pero al amanecer, todo el mundo descansaba en sus tiendas.

Si nunca has estado allí en los últimos 5-6 años, no entenderás la dimensión de lo que es Wacken. Da igual que estuvieras en 2005 o en 2015, ya no es igual ni de lejos. El recinto es realmente monstruoso y fuera del alcance de todo lo razonable si nunca has visitado aquello en el último lustro. Estuvimos con gente que venía de un grande como es el Graspop y se quedaron impresionados de la magnitud de Wacken. Así son las cosas.

El gentío por momentos es tan abrumador que para poder cumplir las estrictas leyes de seguridad alemanas, llamar al circle pit o al wall of death está prohibido bajo amenaza de parar el concierto. ¿Pasó alguna vez algo? Pues no. Pero en su momento los estúpidos pijos del Love Parade se volvieron locos y murió un montón de gente. Ahora lo pagamos los de siempre. Ya sabéis. Los de negro siempre son los malos. 

Nosotros no estábamos en el camping, pero de igual forma nos vimos atrapados en el lío cuando acudíamos a por nuestra pulsera de acreditación. Éramos tres personas en nuestro coche, dos de prensa y la jurado de Metal Battle Spain. Tres horas para un recorrido de 20 kilómetros. Ni tan mal. Afortunados nos sentimos. Eso sí, ante la adversidad del momento, en cuanto tuvimos la pulsera nos fuimos de Wacken, rumbo a Itzehoe, en dirección inversa al atasco monumental. Cena en un restaurante cercano al hotel, y a dormir. El miércoles teníamos que madrugar. Sí, como lo oyes, madrugar.

Así estaba el Bullhead el miércoles a primera hora.

Madrugar porque Diario de un Metalhead además de estar en Wacken como medio acreditado de prensa, estaba presente como promotor de W:O:A Metal Battle Spain, y eso nos exigía estar el miércoles a las 10 de la mañana presentes en la reunión de promotores, con Maitane como jurado de la batalla. Ello hizo que a las 11 de la mañana ya estuviésemos frente al W:E:T Stage. Entonces vino la sorpresa y el desastre, que aunque luego se subsanó en parte, rompió todos nuestros esquemas.

Momentos de desconcierto y cancelaciones en los dos escenarios del Bullhead. Por lo visto hubo averías en el sistema de comunicación y problemas de seguridad en los escenarios principales. Eso al menos fue la información que nos llegó a nosotros. Se cancelaron las actuaciones de las siete primeras bandas de la Metal Battle (cuatro se recuperarían en otros momentos). Al final, todo dio comienzo a las 13:55 con la actuación de LEFT OVR, el grupo de Puerto Rico que representaba a la Metal Battle del Caribe.

Left Ovr

LEFT OVR llegaron con su country metal para hacer historia en Wacken, pues son la primera banda de Puerto Rico en pisar un escenario de Wacken en los 32 años de historia del festival. Veinte minutos a tope cargados de buenos temas como “Not For The Masses” que bien pensé que podrían hacerles meterse entre el top-5 aunque al final no fue así. Por desgracia, contaron aún con poco público. El recinto llevaba casi una hora abierto, pero la incertidumbre y el silencio en los escenarios hicieron que la gente tardara en entrar.

Aneuma

ANEUMA fueron los siguientes en actuar. Hubo suerte, y el estrés sufrido de la mañana se esfumó con el primer acorde de “Fall Apart”. Cinco temas y veinte minutos que se nos pasaron volados con una Laura enorme, un Borja que captaba la atención de los más amantes del virtuosismo (sin duda el mejor guitarrista de la mañana) y una banda que sonó muy compacta, a grupo veterano. Setlist: “Fall Apart”, “Castway of Chance”, “Creatures”, “Breakout from Hell” y “Ashes of your Fears”. Lograron el segundo puesto en un concurso que hoy en día reúne a 72 países. Un buen golpe en la bocaza de todos los que tuvieron palabras desagradables con Metal Battle en España y con la banda, a la que algunos llegaron a tildar de “mierda” o “basura” entre otras lindezas. El tiempo pone a cada uno en su sitio. Algunos de los que vomitaron eso por su boca llevan meses sin actuar. Algunos lejos de aprovechar sus oportunidades, se cierran puertas por su puta envidia.  Puedes leer una crónica ampliada del concierto de ANEUMA pinchando aquí.

Sable Hills

SABLE HILLS, ganadores de Metal Battle 2022 y por supuesto fuera de concurso fueron los siguientes en salir a escena en el Headbangers Stage y con ya una buena afluencia de público. Ser ganadores el año pasado sirvió para que les invitaran este año a actuar como una banda más del cartel. Su hora era la del parón para dejar a los jurados comer y sentarse un rato, algo que en otras ediciones anteriores no ocurría. Toda una hora de show para tocar sus mejores temas con una formación renovada con respecto a la del año pasado, y es que los japoneses presentaron nuevo guitarra solista, con el que ganan en presencia escénica e imagen y no pierden nada en energía, sonido ni calidad. 

Metternich

METTERNICH, representantes de Austria, son una veterana banda que no suena nada mal, pero cuyos riffs me recordaron en demasía a algunos de Mötley Crüe o Judas Priest. Tienen un muy buen vocalista, incluso capaz de rapear en su canción “Klangfarbe’ y que salió con esas chorreras que ya usara Yngwie J. Malmsteen en los 80. Estuve escuchándolos en casa y, sinceramente, creo que tienen mejores temas que los que hicieron sonar en Wacken. Por cierto cantan en alemán y sí, son unos buenos cachondos. Me gustaron.

Omnivortex

OMNIVORTEX, de Finlandia, fueron los siguientes. Son una fantástica formación procedente de Helsinki, la capital, que hacen un muy buen y contundente Death Metal. Sonaron bien, pero hicieron demasiado poco para lo que se entiende como un concurso internacional. Hay que dar más, ser distintos, y a pesar de ser muy buenos, viéndoles pensábamos en grupos españoles capaces de estar a su altura e incluso por encima. No creo que aquí hubiesen llegado a la final, sinceramente. 

Maschine y Van Halien, presentadores de la Metal Battle.

KROWNEST de Islandia me gustaron mucho más. Excelente banda de Hardcore Metal de Reykiavik insultantemente joven. Energía pura, buen sonido, buena puesta en escena y muchas ganas de comerse el mundo. Islandia siempre lleva muy buenas bandas y ellos no iban a ser excepción. Arrancar con un tema como “Judgement” ya es señal de que vas a por todas. Hasta ese momento, los que más me habían gustado junto con nuestros ANEUMA. Por cierto, como anécdota, contar que les visitó Guðni Thorlacius Jóhannesson, Presidente de su país. Casi nada.

STRIGAMPIRE de Canadá me parecieron un quiero y no puedo de Skeletomwitch. No les pillé el punto. Sus esfuerzos no llamaron mi atención y decidimos cambiar de escenario.

Strigampire

Llega el momento de comentar que mientras esto transcurría en el Bullhead, en el Louder Stage los horarios habían saltado por los aires y eran un auténtico descontrol. Había que andar tirando de móvil, pero ni así lográbamos enterarnos .Teníamos marcadas las 17:15 en ese escenario para ver a ANKOR y hasta allí que nos fuimos, pero ... no estaban. Ya en el Bullhead de nuevo, nos enteramos por su facebook de que la cosa se iba para una hora más tarde. Tampoco a las 18:15 estaban. Es necesario apuntar que el Louder Stage está en una de las puntas del festival y que caminando por el barrizal llevaba como veinte minutos largos llegar hasta allí y otros tantos de vuelta. Eso quiere decir que nos hicimos como ochenta minutos de pateada por el barro. No fuimos a prensa a recuperar fuerzas y tomarnos una cerveza, porque el barro era abundante, pero encima el sol castigaba con fuerza. Estando allí nos llega un mensaje de que estaban actuando. Demasiado tarde. Fue una sensación entre cabreo y tristeza. A pesar del esfuerzo nos lo habíamos perdido. El sábado por la noche nos enteramos de que vuelven en 2024 y si nosotros podemos estar en Wacken, no nos lo vamos a perder, TOQUE QUIÉN TOQUE a su misma hora. Suerte para ANKOR y que nos perdonen la falta.

La noticia nos dejó un disgusto de cojones. Sin ganas de volver al Louder a nada y con los conciertos de la Metal Battle concluidos, recogimos y nos fuimos al hotel. El jueves teníamos que estar de nuevo a las 11 en punto en el Bullhead para la segunda jornada de Metal Battle. Había que recuperar fuerzas y lo de Doro ya lo habíamos visto en otra ocasiones.

Antes de concluir con la narración de esta primera jornada, contar que por la mañana se llevó a cabo un gran homenaje a “Lemmy” Kilmister, con un desfile, brindis  y la consagración de sus cenizas en el Lemmy's Bar, con la presencia de Phil Campbell y Mikkey Dee en el evento.

continuará ...

© Diario de un Metalhead 2023.

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