martes, 29 de agosto de 2023

TSUNAMI XIXÓN 2023. Gijón, 27-29.07.2023. Crónica 2/3.



Texto: Julia Martínez-Lombó Testa.
Fotos: Jorge López Novales.

Viernes 28 de julio. Nos esperaba una mañana de trabajo que no podía dilatarse pues los conciertos de esta segunda jornada del Tsunami Xixón comenzaban bien prontito, tan pronto como las 14:50. 


Como no todo iba a ser un camino de rosas para poder llegar a la hora, surgió un inconveniente de última hora que llegó a ponernos muy nerviosos y amenazar seriamente nuestra llegada al festival. Una vez solventado, pudimos llegar al recinto a eso de las 16:00. Sí, nos perdimos a Moonshine Wagon y a The Guilty Brigade, de los que sólo pudimos escuchar un par de temas. Ya entonces pudimos ver cómo los pamplonicas ponían el listón muy alto en el inicio de la jornada en cuanto a interacción con el público. Potencia en estado puro para abrir el escenario Andrea Baladrón, pese a la poca cantidad de público presente. 

El cambio de tercio en esta jornada central se iba a hacer visible entre el público que cambiaba notablemente su aspecto y es que, aunque generalizar no es 100% exacto este día pudimos ver como las camisetas negras imperantes el jueves se tornaban floreadas, calcetines blancos altos y trenzas por doquier que sustituían las crestas de la jornada inicial. 

Me First and the Gimme Gimmes presentaban su rock surfero californiano perfectamente uniformados: pantalón negro y camisa floreada con cintas doradas colgando de sus micrófonos. Todo apuntaba a que iban a montar una auténtica fiesta. El público comenzaba a aumentar pese al calor que teníamos que soportar frente al Vibra Mahou. Ojo que 30º en Gijón, con un sol de justicia, hacían más que complicado mantenerse frente al escenario. Comienzan puntuales su show de 60 minutos. La batería, limpia y con una pegada potente sienta las bases para que el combo vaya desgranando sus temas, plagados de referencias a los clásicos que versionan. Los californianos invitan al baile, y el Tsunami responde. Cierto es que parte del público decidió refugiarse en la zona arbolada. Ese Tsunami Garden que nos dio la vida en las horas centrales de la tarde del jueves y viernes.

Me First and the Gimme Gimmes

Arrancaron su set con “Rikki don’t lose that number” (Steely Dan) con ese ukelele característico, “Leavin’on a jet plane” (John Denver, del que también incluirían “Country Roads”) y “Me & Julio” (Paul Simon). Escuchamos una estupenda adaptación de “Sloop John B” de The Beach Boys en la que insertaron como introducción la correspondiente de “Teenage Lobotomy” de Ramones y, posteriormente, el “tesoro nacional” en palabras del vocalista “Jolene” de Dolly Parton, regalándonos unas versiones de “On the road again” (Willie Nelson), una fantástica “Ghost Riders in the sky” (Johnny Cash) y “Country roads” en las que fusionaban esta canción de autor, con toques country pasadas por su punk fiestero. “Straight up” (Paula Abdul) daba paso a un speach de Spike, vocalista, que nos anunciaba la presentación en directo por primera vez de su versión del clásico de Abba “Dancing Queen”, al que seguirían las de “I Will Survive” (Gloria Gaynor), “Somewhere over the rainbow” de Judy Garlan para El Mago de Oz, el “Summertieme” de Gershwin. Entre los distintos temas multitud de intervenciones para captar la atención del público e incitarles a no dejar de bailar. Así llegábamos a la versión de, “Por tu maldito amor/Estos celos” de Vicente Fernández. Muy divertidos y con un sonido francamente bueno que acompañaba la impresionante voz de Spike, concluyen con el tema de Elthon John “Rocket man” y “End of the road” (Boyz II Men).

Pinpilinpussies

Pinpilinpussies dejaban su rock alternativo- punk en el escenario secundario, un dúo que congregó en la explanada numeroso público, aunque varias decenas se quedaron ya en el escenario principal “cogiendo sitio” para las bandas que se avecinaba aprovechando que desde esas primeras posiciones del Vibra se podía ver y oir sin problemas ambos escenarios. Son un dúo de rock, guitarra y voz y batería, desenfadado, noventero. Arrancaron con “Bellaco”, “Burdeos”, que nos acerca al indie, y “Noventas”. Afincadas en Barcelona, Ane Barcena y Raquel Pagés, hicieron un repaso de sus tres últimos años de producción musical. “Tiempo Muerto”, “Hange”, tema en euskera que hace que Ane, vasca, defina su lengua como un tesoro, y “quien intente algo contra eso, tracatrá”. Continuarían con “Báilame”, “Mandarinas” una novedad que presentaban en directo o “Todo saldrá mal” donde mostraron su aspecto más visceral y rabia en el escenario. Recta final con "Gregory Peck" y como último tema, “Makarena”, una versión o adaptación del clásico de Los del Río con un “Dale a tu cuerpo alegría, Makarena, (sí lo escriben con k), que tu cuerpo es tuyo y de nadie más”. Y es que este tema puso fin a su set “aún a riesgo de que nos corten el sonido” pues rozaban el límite de tiempo. Finalmente parece que sí tuvieron que recortar su set dejando temas en el tintero.

Pinpilinpussies

El retraso no fue tanto y a las 18:52 arrancaban los primeros acordes de Wolfmother. La verdad es que la organización se mostró estricta con los tiempos y el reloj con la cuenta atrás para cada banda era bien visible.

De nuevo un numeroso público llenada la explanada frente al escenario principal para escuchar a los de Andrew Stockdale. El público disfrutó de una actuación en la que pudimos apreciar un bajo tal vez algo alto respecto al conjunto. Su hard rock y stoner fueron muy bien en el Tsunami. Los australianos  se presentaron bajo un tremendo calor, algo que no hizo que el público asistente decayese. Tal vez en la parte central de sus 60 minutos de show bajasen algo la energía, algo que repercutió en la entrega del público pero que pronto supieron encauzar y recuperar esa intensidad con la que habían arrancado y que iría in crescendo. Voces muy nítidas dentro de una actuación muy limpia y directa, no dejaron temas como “Rock out”, “Dimension” o su ya himno “Woman” para finalizar con “The joker and the thief”.

Wolfmother

En este nuevo cambio nos tocaría apurar el paso para dirigirnos al escenario lateral donde se iba a montar una buena fiesta con la presentación de los asturianos The Black Panthys Party. Para nosotros ya son unos viejos conocidos, no así para gran parte del público que nada más ver en el fondo del escenario un telón que rezaba “Tabrurete” quedaron ciertamente desconcertados. Eso sí, quienes les conocían ya comenzaban a reír viendo lo que se avecinaba. No hizo falta mucho tiempo para que descubriesen qué es esta banda.

The Black Panthys Party

Buscan el despiporre del público, arrancar risas entre quienes les escuchan, pero, ante todo, hacer una crítica ácida de todo cuanto les rodea. Sí, de todo, porque hubo “pullitas” hasta para el apuntador, por no librarse no se libró ni la Casa Real, ni los grupos del festival, dígase Desakato. Punk HXC en una propuesta que elevó el cariz político de esta edición al máximo exponente. Fueron los únicos que hicieron referencias explícitas, con nombres y apellidos a los distintos personajes presentes en unas y otras polémicas de los últimos tiempos. Arrancaron con su ya clásico “Sexo Marianal”. Seguirían con “Noche con Marichalar”, “Salir como Falete”, “La Toalla” y su “te voy a escribir la canción más horrible del mundo”, “Bic naranja”, “Lucifer” o “Casto y formal”. No sería ese segundo tema el único compuesto en referencia a los miembros de la Casa Real pues en su set se incluirían “Colegio especial Infanta Elena” con su versión en Froilán y Altas Capacidades, “El rey no es gay/el rey sí es gay”. “10 en Punkitud” y “los Restos de Franco” arrancarían más de una carcajada: Letras irreverentes que no dejan títere con cabeza pero que triunfan en el Andrea Baladrón. Denuncias a tutiplén: penas de cárcel por hacer canciones, la izquierda, la derecha, la Iglesia… Pero también sobre la propia actitud del público en los conciertos y festivales y lo hacen en forma de sátira cuando piden un “Patatapit”, es decir, un circle pit en forma de corro de la patata, sí, así, tal cual. Recta final con “Gora E.T.”, “Vacaciones en Camboya” (con lanzamiento de una Unicornio flotador al público) y de nuevo “Colegio de Educación Especial Infanta Elena”. Un set rápido que nos dio una buena dosis de fiesta.

The Black Panthys Party

19:47 y, con un par de minutos de retraso, comenzaba You me at Six, primera de las tres bandas británicas que se enlazarían en esta parte central de la jornada. Una Intro pregrabada serviría como colchón para el comienzo de su actuación, plagada de sonidos electrónicos y samplers. Arrancan con cierta fuerza con “Deepcuts”, “Fresh start fever” y “Heartless”. Un pequeño interludio, de nuevo lanzado desde la mesa, nos conduce a otros tres temas casi enlazados, “Bite my tongue”, “Whats it like” y “No Future? Yeah right”. Su pop rock edulcorado, si bien reunió una notable cantidad de público, no acabó de triunfar en un Tsunami marcado por la energía del punk o un rock más intenso. Muy concurrido el Tsunami Garden, frente a un Vibra Mahou poco animado, en todos los sentidos.  Con “God Bless th 90’s kids” y “Take on the world” consiguen mayor respuesta del público. Su cantante, Josh Franceschi, intentaba una y otra vez que el público respondiese formando un mosh pit, pero su estilo caradura, pero ciertamente blandengue, no acabó de cuajar. Rompieron, por tanto, la tónica estilística y el que parece ser el espíritu del festival. Pese a todo, durante sus sesenta minutos de directo sí consiguieron conectar con el público en algunos momentos, sobre todo en la recta final con “Suckapunch”, “Underdog”, donde el público acaba agachado a sus órdenes “Reckless” y “Beautiful way”, tema con el que presenta a la banda para concluir su concierto.

You Me at Six

El sol iba cediendo y llegaba el turno de Bob Vylan. Cuando preparábamos nuestra visita al Tsunami (soy de las que necesitan informarse de lo que va a presenciar) comprobamos que el británico es un artista “revelación”, con multitud de seguidores y éxito en Reino Unido. Una actitud que parte del concepto punk, eso sí con guitarras pregrabadas (mec…eso ya no me gustaba) y tan sólo batería en directo para acompañar unas letras, casi rapeadas, que hablan del inmigrante y reivindica la igualdad. Arremetió en directo contra todo; monarquía, policía, contra Elvis… Comparó Asturias con Inglaterra, que dice se parecen y le hacía sentir en parte en casa. Nos explicó (varias veces) el significado del nombre de la banda, y es que ambos componentes (Voz y batería) se llaman Bob. Y si al público parecía entusiasmarle, especialmente al que se congregaba en la zona delantera central, a mi no lo hizo tanto. Demasiados discursos y poca música hicieron que su show me resultase pesado, casi una tomadura de pelo en algunos momentos, en los que sólo se me venía a la cabeza un “deja de hablar, que te pagan por cantar”. En cuanto a los temas. Arrancó con “Down”, para seguir con “Norther line”, “country back” y “C.S.G.B.”, que direon paso a “Take That”, “we live here”, “pulled pork”, “England’s ending” o “Pretty songs”. Recta final con “Dream Big” y “Wicked & bad”, donde el público lleva en volandas al cantante, que ya se había lanzado del escenario. 

Bob Vylan

La última banda británica sería el quinteto Frank Carter & The Rattlesnakes, que ya tenían que haber ocupado el escenario en la anterior edición. Comenzaron su show disculpándose por aquella ausencia. Arrancan su set con “Drugs” y “Rat Race”, temas de su último larga duración, "Sticky". Estos temas, que servían para calentar, dieron paso a “Tyran lizard King”, dedicado a la audiencia de la tarde, donde afloraba el punk rock elaborado que presentan en su trabajo "End of suffering". El pelirrojo cantante es un auténtico showman. Ataviado con una camiseta rosa fosforito no pasaba desapercibido y, realmente, venía bastante bien para no perderle de vista en la multitud de veces que bajó del escenario para encaramarse a la valla, o saltar entre el público. Este momento refleja la coordinación y preparación con todo el equipo del show, pues sabían perfectamente que se metería en media pista, entre el público para ser elevado sobre ellos, hasta ahí, algo que ya hemos visto, pero…quería que fuese haciendo el pino, para seguir cantando en esta posición. ¿locura o energía desbordante?

Frank Carter & The Rattlesnakes

Con “Wild Flowers” pide que se divida el público para crear un enorme espacio central y un pogo “only ladies”. Cierto es que con tanto trajín y movimiento la voz no sonaba nada bien por momentos, un tanto sucia incluso. Seguirían “Tatoo” y “Bang Bang” para dar paso a “Kitty sucker” donde solicita de nuevo espacio en la pista, entre el público, para hacer el mayor circle pit que se pueda ver en el Tsunami, encabezado por él mismo al grito de “follow me, follow the Pink”. “Parasite” Conduciría a “Cupid’s arrow” y “Angels wings”, un tema más tranquilo, pero in crescendo. Bromea con un niño “punky” presente en las primeras filas y desata la mayor locura de lo que estábamos presenciando el viernes hasta ese momento. Así sobrepasaríamos el ecuador del concierto. Quedarían entonces “Acid veins”, “Honey”, “Devil inside me” o “Lullaby”. Es entonces cuando vemos regresar al unicornio de los Black Panthys, con el que el propio cantante acabó interactuando antes de lanzarse a la traca final con “My town”, “Crowbar” y “I hate you”, que cerraría un intenso espectáculo.

Sons of Aguirre & Scila

Sons of Aguirre & Scila arrancaban en el Andrea Baladrón su propuesta de cincuenta minutos con “La cigarra y la hormiga”. La banda es resultado de la fusión del grupo de rap Sons of Aguirre y los metaleros de Scila. Con estas características y la tónica que se estaba viviendo en el festival en cuanto a reivindicaciones se trata, parece lógico que hiciesen diversas referencias a la lucha contra la censura, personificada en los raperos Valtrònic y Pablo Hasél (a quienes dedicaron este concierto en el Tsunami) o a la Ley Mordaza. “Bienvenido a España”, “Fueron pocos”, “Aprofobia” dieron muestra de una muy buena conjunción de las voces que los llevan a alzarse como una banda que se guía por los cánones del rap metal crítico, sin perder el gusto musical y dejando patente un corrosivo sentido del humor que se traslada a sus letras pero también a los speach entre los temas en directo. Eso sí, los discursos fueron breves, concisos y directos, no había tiempo que perder. Nos dejaron temas de gran éxito como “No me posiciono”, “Privilegiados”, “Paco Pepe”, un tema que desató pogos entre el respetable. Bajan el ritmo con la balada “Cristales rotos” y el público con las manos unidas para encarar la recta final con mayor energía. Así “Velociraptor vegano” arranca circle pit y “Valley of the fallen” nos deja ver a un público coreando cada verso.

Dropkick Murphys

Así llegamos al cabeza de cartel de este día central del Tsunami Xixón de este año: Dropkick Murphys. De nuevo nuestra cabeza regresa a la edición de 2022. No diremos que es un Día de la Marmota, pero sí que, como hemos visto, no es la única banda que ya tendríamos en la edición de 2022. En este caso la posición en cartel es la misma que en la pasada edición. Si el pasado año fueron cabezas de cartel de la primera jornada, este año estarían ubicados en la jornada central. Sin embargo, no veríamos este año la misma formación ya que Al Bar, vocalista de la formación, dejaría la banda para centrarse en temas familiares que requerían toda su atención. Así encontramos al micrófono a Ken Casey. Los de Massachusetts nos traían este año, además, una propuesta algo menos punk. Arrancaron con “The Lonesome Boatman”, casi enlazada con “The State of Massachusetts”, “I Know how it feels”, “The Boys are back” y “Blood”. Pequeño inciso y saludo para continuar con “Johnny, I Hardly Knew ya”, “Paying my way” y “Sandlot”.

Dropkick Murphys

Llegábamos así al ecuador de su concierto, mostrando un vocalista muy cómodo en el escenario, que actuaba como un frontman de libro, eso sí, mucho más cómodo en los temas más folk que en los más cercanos al punk. El público cantando y “The Fields of Athenry” dio paso a uno de los temas más punk del repertorio, “Citizen C.I.A.” seguida del tema en el que fusionan “Peekskill” y “All you fonies”. Con “Barroom Hero” y “Skinhead on th MBTA” nos acercábamos a la recta final, en la que trallazos como “Out of our Heads”, “Going out in Style”, “Until de Next Time” y, finalmente “I’m Shipping up to Boston”. Como bis los ya clásicos “Rose Tattoo”, con explosión de confeti, y “Worker’s song”, pelos de punta en un final apoteósico en el que el público seguía pidiendo el regreso a las tablas de la banda.

Me Fritos and the Gimme Cheetos

Pese a que bastantes personas decidieron quedarse frente al escenario principal y que hubo quien aprovechó el momento para acercarse al Tsunami Garden, o más bien a los food truks que allí ofrecían su propuesta gastronómica, no fueron pocos los que acudieron a presenciar el espectáculo de Me Fritos and the Gimme Cheetos. También les habíamos visto en 2022 y este año me dio la impresión de que tuvieron algo menos de público que el año pasado, donde dejaron un escenario secundario atestado, imposible moverse. Los asturianos se encontraron este año con la especial circunstancia de compartir cartel con la banda en la que inspiran tanto su nombre como su propuesta: Me First and the Gimme Gimmes. La diferencia con los americanos radica en que Me Fritos hacen versiones de grandes éxitos populares españoles. Nos presentan covers de temas ultraconocidos de la farándula y las fiestas populares: “yo quiero bailar”, “Cuando zarpa el amor”, “Tengo un tractor amarillo” …t odos llevados al terreno punk. Tiby te lleva a su terreno, montando una auténtica verbena punky, en la que hasta los más true cantan a pleno pulmón cada tema. “Duro de pelar”, “Ella”, “Un beso y una flor” o “Waka waka” nos transforman la propuesta americana en una vuelta de tuerca divertida, socarrona que, creo, busca precisamente hacernos ver que no somos tan puros.

Para cerrar nuestra noche íbamos a tener a Lendakaris Muertos, una banda que iba a dejar sus mordaces críticas en la noche del viernes, pero que, finalmente íbamos a tener por partida doble. Durante el concierto de Me First pudimos ver un comunicado de la organización del Tsunami a través de las redes sociales en el que se hacían eco de la cancelación de la gira de Descendents, que formaban parte del cartel del sábado, debido a que su vocalista había sufrido un leve infarto. No tardaron en encontrar una solución al “hueco” que dejaban a media tarde y nos anunciaron el 2 x 1 de Lendakaris, bajo la promesa de hacer dos conciertos diferentes.

Finalmente no fueron tan distintos y hubo bastantes coincidencias en el set, algo bastante lógico por otra parte. Para este primer concierto: “Cerveza sin Alcohol”, “Miguel Bosé”, “En esto por El Drogas”, con el que finalmente compartirían cartel el sábado, “El último txakurra”, “Esto no es Punki”, chistes y más chistes para seguir con “Detector”, “Violencia en acción”; “Cómeme la franja”, “Fuimos Ikastoleros” o “Pasao de rosca”. Llegaban así al ecuador del concierto para lanzarse con “Avión” tratados como “Héroes” “Veteranos” con éxitos del tipo “Drogopropulsado”, “Hotel familiar”, “húngara”, “Gora España”, “centro Comercial” o “El 4 k”. Recta final apoteósica con “Urrusolo I & II”, “Discoteca”, “Modo Dios” y “Modo Diosa” y despedida, con mascota incluida en “Oso Panda”.

Mañana más Tsunami y más Lendakaris de los que hablaremos ya sí, largo y tendido.

Los responsables del Punto Violeta

Continuará ...

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