miércoles, 5 de octubre de 2022

Laviana a tope. KARMA FEST, Pola de Laviana, Asturias. 01.10.2022. Crónica y fotos.


Texto: Larry Runner y Jorge López Novales.
Fotos: Jorge López Novales.

“Laviana a tope”. Cualquiera que viva en Asturias sabe que la frase no es nuestra. Procede de un famoso anuncio con el que algunos locales de la localidad se promocionaban en radio años atrás. Aquella campaña publicitaria fue agresiva y el lema dejó huella. El pasado sábado no dejamos de repetirnos todos la frase una y otra vez. La razón: el KARMA FEST.

A finales de junio empezamos a tener noticias de una nueva edición de un festival asturiano. El KARMA FEST, volvería con su octava edición… pero vendría acompañada de importantes cambios.

El primero iba a ser pasar de sala a un espacio abierto en Pola de Laviana. Escaparía del centro asturiano y sería Open Air.

¿Un festival el 1 de octubre? Siempre da miedo un evento al aire libre en Asturias. Pero a la organización hasta esto les salió bien. Después de unos días infernales tuvimos un sol de justicia por la tarde y una noche no muy fresca.

¿Un festival de nueve bandas con una anticipada a trece euros? Si metes en una coctelera power metal, metalcore, deathcore, folk… es complicado que te gusten todos los grupos que se anuncien. Eso sin meternos en las preferencias de cada uno. Obviamente, no tienen que gustarte todos los grupos de un determinado estilo. Toda esta mezcla demostró tener una eficacia demoledora en la asistencia. Tiene aún más mérito si tenemos en cuenta que había cinco bandas locales en el cartel.

La hora de comienzo serían las cuatro menos diez. Después de recoger a algunos asistentes “especiales” en Oviedo y en Turón, nos plantamos en el lugar, con el lujo de tener un amplio parking pegado al recinto. El festival comenzó con puntualidad.

Ver a Gus Bocanegra a los mandos del sonido transmite siempre mucha tranquilidad. Salvo algún problema puntual estuvo todo en orden y sonó bien.

Es un tópico decir que DR. NEKRO, la primera banda, lo tuvo complicado. No fue por ser los primeros, ni por ser local, o por tener que “calentar” un festival (que ya bastante caliente estaba). Sino por algo inaudito en un evento otoñal: el sol les daba de lleno. Celia, su vocalista, necesitó un ventilador y las gafas de sol le vinieron bien.

Poco público se atrevió a dejar la sombra.

Su propuesta era la que atendía a un estilo más puramente rock… si lo comparamos con lo que estaba por venir.

La primera vez que vi a la banda fue en Piedras Blancas en los FestiAmas. No pude quedarme a verlos en el homenaje al bueno de Roces. Ya ha pasado tiempo desde que los vi de aquella y se ve que han crecido. Se ha incorporado Adrián «Mostro» Ojeda a la guitarra (ya lleva con ellos algún concierto). Además de temas de su primer trabajo el “Diablo en mí” interpretaron algunos temas nuevos.

Se veía que Alejandro, Adrián, Chencho y Celia estaban bastante acalorados, pero lo dieron todo en sus cuarenta minutos (tiempo que iba a ser la tónica de las bandas que no fueron cabezas de cartel).

Dejaron un buen regusto con la versión de Avalanch “Alas de Cristal”. Espero tener pronto noticias de su nuevo trabajo.

Todos los cambios iban a tener una duración de media hora. Esa media hora marcaba el comienzo de cada banda y salvo alguna excepción se pudo cumplir. Se llegó incluso a recuperar ese tiempo perdido.

Llegó el turno de los zaragozanos SALDUIE. En su momento reseñé su último trabajo, “Ambaxtos” (2021). Me gustaba mucho que hablaran de la historia de su tierra y esa peculiar mezcla de metalcore con folk que reflejaban sus temas.

SALDUIE trabaja con un estilo propio muy elaborado y lo reflejan en el escenario. Diego Bernia y Diego Royo combinan las voces melódicas y guturales, mientras todo empasta con instrumentación tradicional y moderna.

En algunos momentos el escenario se les quedaba pequeño. Teníamos mucho movimiento de músicos y cambio de instrumentos.

No tienen un aire tan festivo como otras bandas al uso, aunque se reservaron para el final la excepción, “Hidromiel”.

Encajaron ocho temas en su setlist, con dos versiones reducidas de sus temas para ajustarse a los cuarenta minutos. Pasaron como un suspiro y no se durmieron entre tema y tema.

El sol empezaba a dar un respiro y desde la lejana Castellón, SIX BURNING KNIVES, vinieron con su metalcore o como ellos dicen, Metal/Rock alternativo (una etiqueta suya que simplifica demasiado su sonido). He de decir que la banda, el estilo, no me motiva, especialmente, pero creo que sorprendieron al público… para bien. Recientemente habían visitado Asturias, la Sala Gong.

Tardaron un poco más de la cuenta en hacer su cambio, pero mereció la pena esperar.

La luz del día quitó espectacularidad a su interpretación, tuvieron que suplirlo con su sonido. Esta noche ganaron muchos fans.

Noel, su vocalista, supo transmitir y acaparó muchas fotografías. Me gustaron SIX BURNING KNIVES. Parecía una banda que vive en un escenario grande y que lleva haciéndolo toda la vida.

Hacía ya algún tiempo que no veía a SOUND OF SILENCE en directo. El KARMA FEST fue la ocasión perfecta para ponerme al día con ellos. Una vez más se presentaron con novedades sobre el escenario. Por desgracia a lo largo de los años ha sido tónica habitual en el grupo presentarse siempre con alguna baja en sus directos. El trabajo manda, cosa lógica, pero en su caso el asunto siempre ha sido demasiado lesivo. En esta ocasión contaron con un ex, Javi Pity, a la batería, y para el bajo tiraron de la colaboración del genial Viti de Ochobre, un habitual cubriendo bajas en el grupo.

Sinceramente, creo que de haber tenido una continuidad real, la banda hoy estaría mucho más arriba. En 2011 compartieron cartel en El Antiguo de Oviedo con Angelus Apatrida y sonaron incluso mejor que los de Albacete. El nivel de la banda en aquel momento era auténticamente alucinante. Dos años más tarde publicaron “El Anochecer”. Perdí la cuenta de las veces que les vi tras sacar aquel discazo. Pero en cada concierto tenían alguna baja, llegando incluso a actuar como cuarteto, y nunca pudieron defender aquel exigente disco en condiciones. Creo que por entonces se les escapó una gran oportunidad de haber pegado el salto. Los malditos curros... El paso de los años les han dejado pegados a la tierra, mientras hemos visto a grupos peores girar más, meter más ruido y hacerse famosos aunque sean copias mediocres. 

 

En el KARMA FEST y gracias a algún viejo himno logré recordar mejores tiempos. También hubo tiempo para presentar su nuevo “Primvs Capite” -a la venta allí mismo y pronto en plataformas digitales- que significa el retorno discográfico tras cinco años de sequía.

Estuvieron bastante bien, mejor de lo que yo esperaba, pues no creo que hubiesen tenido la oportunidad de prepararlo con mimo. Seguro que faltaron ensayos.  Aún así  lograron que la gente se animara y se montara algún circle pit. Ojalá, ahora sí, puedan promocionar el disco en condiciones y defenderlo en vivo. Y quién sabe, ahora que Legacy of Brutality está parado, quizás Pity vuelva a ser su batería. Le vendrá bien.

TRALLERY fueron los primeros en actuar ya de noche. El frío no hizo acto de presencia y eso nos permitió disfrutar mucho más. Empezaba a notarse en el ambiente la sobrecarga cervecera de algunos. Los mallorquines volvieron a dejar boquiabiertos a todos, aunque mucho más a los que aún no les habían visto, que alguno había. Enorme pecado tener esa cuenta pendiente, ya que los baleares han visitado tantas veces nuestra tierra como para considerarla su segunda casa. 

“Isolation”, su último trabajo editado, centró su repertorio. Todos los que hayan escuchado el álbum saben lo poco que tiene de thrash y lo mucho de progresivo que deja vislumbrar. El resultado de centrarse en el álbum hace que la forma de disfrutar actualmente sus conciertos tenga poco que ver con la de aquella gira del “Catalepsy” que inauguraron en Avilés. Todos nos quedamos como hipnotizados, mirando absortos al escenario pero casi inmóviles, fríos, disfrutando de los musical pero sin volvernos locos a base de empujones o carreras en forma de círculo. 

Estuvieron bien, como siempre están, pero con pocos momentos para el desmadre. Quizá en ese sentido “White Shadow” fue la que más hizo agitar cabezas. En 2023 tendrán nuevo disco. Veremos en qué línea va a ir. Apuesto a que más desenfadado. Nos vendrá bien. Pero bueno, antes habrá sorpresas que aún no podemos desvelar.

Tras el subidón de Trallery llegó el turno de ARGION. Ellos sí lo tuvieron jodido. Tras tocar Trallery, no podían amilanarse. Mucha gente se estaba posicionando para el posterior concierto de Saratoga. Era su momento y fueron a por todas con su “Águila de Sangre”.

Se agradece un oasis, un respiro, de power metal a la vieja usanza en un festival.

Fue una pena el tema de la luz. La banda es muy visual. El baño de luz roja y azul no permitía apreciar algunos detalles en el escenario. Las coreografías e interacciones entre los músicos quedaron mermadas.

Me costó meterme en su concierto un par de temas. Estaba peleando con la cámara para tener alguna foto decente con la que ilustrar esta crónica. Por fin pude relajarme y cantar algunos de sus estribillos. Desde que hice la reseña al grupo y los entrevisté me tienen ganado.

En sus cuarenta minutos tiraron de artillería pesada. Eché en falta “Melina” o “Lamento de un adiós” pero no había tiempo para más. Cerraron con “Sobre el mar”.

Dieron rienda suelta a su “Tiempo de Héroes”.

SARATOGA era la estrella del cartel y se notó, pues sin duda fueron los que consiguieron reunir a más público en toda la noche. Entre el respetable y en las primeras filas, mucha caras conocidas, entre ellas las de algunos músicos, algunos de metal extremo, algo que me llamó poderosamente la atención.

El comienzo del cuarteto fue accidentado. La guitarra de Jero Ramiro no sonaba. El escenario se llenó de técnicos intentando solucionar el desastre. Tras unos minutos de tensión arrancaron con “Tras las Rejas” y Tete Novoa apareció sobre el escenario.

Una vez más disfruté de su show XXX Aniversario, cargado de grandes éxitos y cuyos temas puedes disfrutar en su último álbum recopilatorio para el que regrabaron catorce de sus mejores canciones.

Otra exhibición del cuarteto -con un Lobo Estepario a la batería que deslumbró a los que aún no le conocían- como suele suceder y un Tete Novoa que sin duda alguna es ahora mismo el cantante número uno del país.

A diferencia del resto de bandas, que vieron su logo proyectado durante sus actuaciones en la pantalla del fondo del escenario, SARATOGA proyectó visuales acordes a la música que iba sonando, recurso que está siendo habitual en este tour siempre que las condiciones de la sala lo permiten. Gira con la fecha del 22 de octubre resaltada en el calendario. Ese día actuarán en La Riviera de Madrid donde además grabarán el directo para su posterior lanzamiento en una edición especial en DVD y con invitados especiales, entre ellos Leo Jiménez. Pero vamos con lo de Laviana, que me desvío del tema.

Otra vez exhibición de los madrileños, que tienen uno de los repertorios más incontestables del país. La gente entregada con todas y cada una de las canciones e hinchándose a cantar. Fue increíble ver hasta a los más duros de la comarca cantar a grito pelado el “Si Amaneciera”, algunos muchos con la linterna del móvil encendida. “Vientos de Guerra”, “No sufriré Jamás Por ti”, “Mi Ciudad”, “El Vuelo del Halcón” ... para volverse locos. El público disfrutando y la banda también, hasta el punto de que Tete Novoa -con subidón de adrenalina- acabó bajándose con “Resurrección” para concluirla extasiado entre el público. 

Bolazo de una banda que lleva tres décadas sobre el escenario, cuyo guitarrista cumplía 61 castañas, y que aún así, viven probablemente su mejor momento. Atronadores.

 

AS LIFE BURNS tocaban en casa, pero aún así lo tuvieron muy feo. El público se mostró muy frío con ellos, quizás por lo desangelado del momento. Sonaron bien, intensos. Era la primera vez que los veía con los nuevos integrantes, pues no estuve en su concierto de la Gong del pasado mes de marzo. Su ex-batería Dolfo sufría desde la audiencia, sin duda echando de menos estar sobre el escenario, pero allí estaba para apoyarles. Pienso que suenan más redondos tal y como están ahora, con Mikel centrado en la voz y con Diego de Sydius y Mata de Pandemia a las guitarras. 

No me disgustaron ni mucho menos, pero personalmente encontré el show quizás un poco lineal. Todo me sonó como muy uniforme.

TEKSUO lo tuvo aún peor. Les he visto muchas veces en directo, pero ahora llevaba desde el Unirock 2018 sin disfrutarles en vivo. Mucho han cambiado las cosas desde entonces. Ahora están los nuevos Luis a la batería y David (Soundcrush) a la guitarra. El bajo es cosa de Constan, al que vi disfrutar como nunca. Y es que el show de TEKSUO está interpretado totalmente con una base de fondo, lo cual sin duda alguna no deja margen a la improvisación. Todo ha de ser tocado de forma perfecta, no vale despistarse, y esa dificultad técnica hace que haya pocos momentos para el goce y el desparrame, más aún si eres el batería. Adiós a aquel Constan que veíamos con cara de tensión tras los timbales. El de hoy se pegó sus buenos saltos y disfrutó de poder moverse de un lado a otro del escenario.

Al frente Diego, genial a la voz -aunque bien es verdad que acompañado por los coros disparados- no paró una y otra vez de llamar a la gente para que se acercase a ellos. Lo consiguió. No podía pedírseles más. Era tarde, la gente estaba cansada y muchos ya se habían ido o lo iban haciendo con el paso de los minutos. Aún así, geniales. Como siempre.

Con ellos se cerró el mejor KARMA FEST de la historia. Sold-out, no se puede pedir más. Buen servicio en la barra y algo más ajustado a la hora de cenar, pero en general bien, con además los mejores precios que hemos visto en toda la temporada festivalera. El público se lo pasó en grande.

El salto ha sido enorme, pero también es verdad que por vez primera han tenido un apoyo real. Hay que dar las gracias a la organización, pero también al Ayuntamiento de Laviana, en especial a Pablo Vázquez García -Concejal de Festejos, Comercio y Turismo-, que peleó por la idea contra viento y marea. El éxito del festival es el suyo también. La muestra de que no todos los políticos son iguales como algunos interesados quieren hacernos creer. Desde aquí nuestro aplauso y nuestro agradecimiento para él, y por supuesto para Nadher, Mikel, Cristina y todo el encantador crew que les acompañó.

Ojalá en 2023 podamos repetir y volver a gritar lo de “¡Laviana a tope!”.

Nota de la R.: Nueve bandas por delante, mucho que contar y escribir, como fuimos dos personas, nos repartimos la tarea. Jorge os ha hablado de Dr. Nekro, Salduie, Six Burning Knives y Argion. Larry del resto.

© Diario de un Metalhead 2022.

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